dark eyes ➳ l.t

xii. beso

- Me rehuso a hablar contigo.

- Ya te dije que lo siento.

- Me da igual.

Winwin se restriega las manos en el rostro desesperado. Luciendo esa carita de niño que tiene le lanza una mirada a Yuta. Él también intenta salvar la situación.

- Kira, ya te dijo que lo siente.

- Tú no te metas.

- Hey hey, tranquila -Taeyong quiere reírse por la brusquedad de mis palabras, pero sabe que no es el momento adecuado. Carraspea un poco y le susurra algo a Mark. Algo que puedo escuchar porque al parecer no se dan cuenta que todo está en silencio y claramente puedo saber de qué hablan.

- Vamos, tú la conoces de tiempo -Taeyong se dirige a Mark.

- Ehhh, yo también sigo sorprendido.- Mark alza la voz- Quién diría que Winwin vendría antes y que ni siquiera se percatara de que su propia hermana estaba ahí.

- ¡Mark Lee! -Taeyong, Yuta y Sicheng gritan al unísono.

- No sé que hago aquí. Me largo -hago el ademán de levantarme pero una mano toma la mía y me obliga a sentarme otra vez.

- Taeyong, por favor.

- Está bien, pero no te irás sola. Te acompaño.

Me encojo de hombros y me largo de la estúpida reunión. Mi plan era seguir llorando en el baño, pero no, ni siquiera me permitían hacer eso. Taeyong me siguió y les dijo a los demás donde estaba. Creí que nadie se atrevería a entrar al baño de chicas pero eso no impidó que Yuta tirara la puerta abajo y revisara cada rincón del lugar.

- Tienes que hablar con Winwin.

- Como si fuera a hacerte caso, Taeyong.

- Entonces haz caso a tu corazón.

- Tú no lo entiendes.

- ¿Entender qué? Por lo que sé. Winwin lleva tiempo sin tener contacto contigo o tus padres. Si él vino acá fue por otras razones y creo que al menos deberías escucharlas.

- Debió reconocerme primero.

- Vamos Kira, estás siendo engreída.

- ¿Qué?

- Estás pensando solo en ti ¿Acaso de haz puesto a pensar que él está igual de sorprendido que tú?

- Me ha impactado verlo. Quiero llorar otra vez.

- Kira, basta.

Una carretilla de helados suena a pocos metros.

- Ven. Te invito algo -Taeyong me jala del brazo.

- Si crees que el helado logrará calmarme...

- Dos de chocolate, por favor.

- ...estás en lo cierto.

Ambos comemos nuestros helados en silencio. La tarde empieza a caer y la gente a caminar más rápido. Sin darme cuenta, hemos vuelto al mismo lugar.

- ¿Lo escucharás?

- Sí, pero conste que sigo resentida.

Niega con la cabeza y nos adentramos detrás de vestidores nuevamente. El staff se ha retirado hace ya un rato y el lugar está completamente vacío. Vemos la puerta entreabierta de donde estábamos antes y nos acercamos aún más.

- ¿Eh?

Yuta y Winwin, mi querido hermano con quién aun sigo molesta, se están besando. Genial, lo que faltaba.