x. onii-chan no es tan guapo

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Solo quedan unos días antes de que empiecen las promociones de la academia y me he vuelto más cercana a Taeyong. No le he preguntado nada acerca de la palabrita que pronunció estando enfermo. Bueno, no creo que tenga un gran significado, quizás solo se sentía muy mal.

Por otro lado, se ha vuelto más exigente en los ensayos. Mark logra seguirlo fácilmente y Yuta también, aunque luego se muestre un poco agitado. A diferencia de Mark, que por alguna razón suele tener más resistencia, Taeyong suele sobre esforzarse a veces y termina mucho más agotado que cualquier persona normal. No solo eso, he visto sus pantorrillas y las tiene llena de pequeños moretones.

- ¿Estás bien? -pregunto.

- Sí, sí ¿Hoy te quedas?

Sé de sobra qué él si lo hará. Casi siempre se queda hasta altas horas de la noche ensayando y eso que, a mí parecer, sigue bailando maravillosamente como cuando lo vi por primera vez.

- No. Hoy me la llevo ¡Buenas noches Taeyong-nie! -Yuta me lleva hacia los pasillos y llama al ascensor.

- ¿Qué? ¿A dónde vamos? -llegamos la entrada principal. Mark está ahí esperándonos.

- ¡De prisa, luego te explico!

Nos agolpamos para entrar a un mediano carro de alquiler. Adentro, los asientos están cubiertos por una franela verde militar y sobre ella, muchos libros acerca de fantasmas.

- Son regalos para Taeyong -ambos sueltan una carcajada.

- ¿Regalos? -examino cada uno de los libros- ¿A él le gustan las historias de terror?

- Uy sí, lo vuelven loco.

- Literalmente -Mark se encuentra manejando y nos habla a través del espejo retrovisor-. Es broma, a él le aterran este tipo de cosas.

- Pero es divertido verlo asustado -Yuta sonríe-. Es como un niño muy bonito e inocente.

Sé a lo que se refiere. Es una sensación que experimento cada día de mi vida, desde el momento que lo conocí.

- Ya llegamos -anuncia Mark bajándose del auto.

- ¿Dónde estamos? -pregunto observando los exuberantes jardines que rodean el barrio.

- Mi casa -Yuta suspira y se dirige a uno de los primeros edificios. Es algo pequeña a diferencia del resto de casas y aun así logra destacarse. Tiene dos balcones, uno largo y al frente y otro pequeño a un lado, en dirección a un alto roble que está ubicado ahí. -¿Qué hacen ahí? ¡Vengan!

- ¿Tu casa es todo esto? -Mark pregunta con la boca abierta, mientras Yuta asiente complacido-. Wow.

Antes de presionar el pequeño y reluciente timbre, una mujer de mediana edad nos abre la puerta. Es una señora algo joven y muy simpática. Tiene el pelo hasta los hombros y lleva puesto un delantal de color verde claro con dibujos de frutas bailando.

- Pasen, pasen. Soy la mamá de Yuta, mucho gusto -Mark y yo entramos saludándola cautelosamente. En cambio, Yuta la besa en la mejilla derecha y corre a abalanzarse sobre un sillón púrpura-. Disculpen el desorden, la cena estará lista en unos minutos. ¡Haruna! ¡Tu herm..!

No termina la frase cuando una pequeña niña aparece frente a nuestros ojos. Lleva toda la cara manchada de colores y las manos limpias. Nos evalúa con la mirada durante unos breves segundos, para luego ignorarnos totalmente e ir con su hermano.

- ¡Haru no has crecido nada! -Yuta la levanta en el aire.

- ¡Claro que sí Onii-chan! - Ella hace un puchero- ¡Mira! ¡Tengo las manos limpias!

- Pero la cara manchada. Qué vergüenza Haru, anda y lávate -una voz femenina se hace presente. Su dueña es una joven delgada de piel muy blanca y los labios rojos. Trae puesto un vestido un poco veraniego para estas épocas. Mientras la hermanita de Yuta va corriendo al lavabo, la chica nos echa una mirada rápida. Alza un poco el rostro, como si buscara a alguien más-. ¿No vino Taeyong?

- No, hoy no -Yuta responde y hace una señal para que vayamos al comedor-.

- Así no es divertido -la chica bufa y esta vez sí se dirige a nosotros-. Lo siento, no me presenté. Soy Nakamoto Momoka, la hermana mayor de Yuta -sonríe y se inclina educadamente.

- Ellos son Mark y Kira. Estamos en la misma academia de baile -ambos nos inclinamos luego de la presentación hecha por Yuta.

- El shabu shabu va a demorar un poco, chicos- la mamá de Yuta coloca una olla grande de agua hirviendo sobre el centro de la mesa. Luego trae consigo una fuente llena de rodajas finas de carne, muchos vegetales y pedazos de tofu-. Pero pueden ir sirviéndose el sashimi.

En un instante Momoka desliza un carrito con pequeños platos negros. En cada uno hay diversos tipos de pescado ordenados graciosamente. A su lado, dos potes de salsa que no logro identificar.

- ¿Qué salsa es? -pregunto.

- Este de aquí es salsa de soja y este otro es de wasabi. Te recomiendo remojar el salmón en el wasabi, sabe delicioso -Yuta empieza a picar uno de los trozos con sus palillos.

- ¿Te gusta la comida picante, Nadia? -Momoka se dirige a mí.

- Puedo soportarla, pero... -titubeo con miedo y remojo un pequeño pedazo de pescado en el wasabi.

- Entonces no deberías comer lo que tienes ahí -señala lo que estoy a punto de llevarme a la boca-. El wasabi es muy picante.

- Lol -Mark me codea y ríe mientras se cubre la boca.

- No deberías hablar con la boca llena -lo codeo también-. Desde aquí veo los pedazos de lechuga que se te salen por ahí.

- Mark no habla mucho al momento de comer -Yuta toma una tira de carne de la fuente principal y lo echa a la olla hirviendo. Hace lo mismo con algunas verduras y todos los trozos de tofu.

- Solo tenemos una boca -Mark encoje los hombros- y deberíamos usarla para una cosa a la vez.

- Lol -digo esta vez.

- Es una manera extraña de pensar -dice Momoka-. Por cierto ¿Por qué no vino Taeyong? ¿Pelearon?

- ¡Y Taeyong ganó! -la hermanita de Yuta viene corriendo y se sienta abruptamente a comer.

- No, no peleamos. Él vendrá la próxima vez.

- ¿Es cierto que es más guapo que tú Onii-chan?

- ¿Quién dijo eso? ¡Nadie es más guapo que tu Onii-chan!

- Momo-chan dice eso siempre.

- Haru, siéntate a comer tranquila -Momoka se ha sonrojado un poco- Bueno Taeyong es muy guapo ¿o no? -busca apoyo en mi mirada.

- Eh sí, supongo -respondo.

- ¿Supones? ¿A ti no te gustaba Taeyong? -Mark me mira sorprendido.

- ¿Te gusta Taeyong? -Momoka abre los ojos y deja caer sus palillos.

- ¿A quién le gusta Taeyong? -la mamá de Yuta reaparece y se sienta a comer también.

- Voy a hacer pis.

Nadie hace caso a Haruna que sale corriendo otra vez al lavabo. Todos siguen expectantes a mi respuesta. Quiero decir que no, pero las palabras se entreveran en mi boca, dejando salir un extraño balbuceo.

- Tranquila, no tienes que decirlo -Yuta me da unas palmaditas en el hombro-. Hablando del rey de Roma ¿qué haremos el domingo por su cumple?

La mesa se llena de ideas para la fiesta. Incluso Haruna se une a la plática. Yo me quedo procesando el por qué no pude decir simplemente "no". Entonces algo golpea mis pensamientos.

- ¡¿El cumpleaños de Taeyong es el siguiente domingo?!

Entre el estofado hirviéndose, Momoka me lanza una mirada reprobatoria.

dark eyes ➳ l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora