Capítulo 33

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Se aparecieron justo en la puerta de su casa, Elizabeth se soltó de un jalón y entró furiosa seguida por Fred que la volvió a tomar del brazo antes de que subiera las escaleras

-Me puedes explicar ¿por qué estabas con ese idiota?-

-No tengo porque darte ninguna explicación- respondió molesta

-Yo creo que sí, soy tu esposo ¿recuerdas?-

-Fue arreglado ¿recuerdas?- respondió Elizabeth, liberó su brazo y subió rápidamente a su cuarto, Fred soltó un sonido de frustración y subió tras ella; justo cuando entró a la habitación se cerró la puerta del baño por lo que se sentó en la cama a esperarla, después de unos minutos salió con el pijama puesto

-Elizabeth- llamó Fred pero ella lo ignoró, paso por su lado y salió de la habitación, frustrado la siguió viendo que entraba al cuarto de invitados-¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó molesto viendo como acomodaba la cama- ¡Elizabeth!-

-Voy a dormir aquí- respondió furiosa dándose la vuelta para encararlo

-De ninguna manera-

-Bien, entonces duerme tú aquí pero no te quiero cerca de mí-

-Pues lo siento pero vas a ir conmigo- respondió Fred, Elizabeth lo ignoró y se metió a la cama-Levántate-

-Largo-

-Elizabeth- dijo Fred con tono de advertencia siendo ignorado por ella- tú lo pediste-

-Bájame idiota- dijo Elizabeth pataleando mientras Fred la cargaba, pero éste la ignoró, entró al cuarto que compartían y la soltó a la mitad de la cama, intentó levantarse pero él se sentó a horcajadas sobre sus muslos y atrapó sus manos contra el colchón- suéltame ahora-

-No lo voy a hacer hasta que hablemos-

-¿De qué quieres hablar? ¿de la escenita que me acabas de hacer? muy maduro de tu parte-

-Mira quien lo dice, la que al primer problema va a revolcarse con otro- respondió furioso

-No me revolqué con nadie y aunque así fuera no tengo porque darte explicaciones-

-Yo creo que sí, soy tu esposo-

-Habíamos quedado en que tú hacías tu vida y yo la mía- respondió revolviéndose, intentando quitarlo de encima pero éste no se movió ni un centímetro

-No, te enojaste y no quisiste hablar conmigo justo como estás intentando hacer ahora- respondió apretándola más contra el colchón- tranquilizate fierecilla para que podamos hablar- error, en cuanto escuchó como le dijo se revolvió con ahínco, a Fred le empezaba a costar detenerla y temía que si la soltaba se llevaría un buen golpe

-Suéltame en este momento Weasley-

-¿Ahora soy Weasley? maldita sea Elizabeth escúchame- dijo bruscamente y ella por fin se detuvo

-¿Qué?- preguntó de mala manera

-El otro día no quise decir lo que pensaste- explicó hablando lentamente, casi con miedo, no quería arruinar todavía más la situación- lo malinterpretaste-

-No importa, ahora suéltame-

-No, a lo que yo me refería es que quería estar con George pero también contigo y no sabía a quién darle prioridad-

-A George, fin del problema- respondió Elizabeth un poco más tranquila

-No, entiéndeme por favor, yo nunca he cuidado mis palabras ni me fijo en las de nadie más-

-¿Y eso qué?-

-No le doy tanta importancia como tu lo haces, ese día no me supe expresar pero te juro que no quería decir eso- dijo Fred y su esposa lo vio fijamente durante lo que le parecieron horas al pelirrojo

-Hablaste con Fleur- declaró

-Sí-

-No le vuelvo a contar nada a esa traidora- balbuceó

-Hazlo por favor, para saber qué hacer- dijo Fred y aflojó un poco el agarre al ver que ella se relajaba- ese día yo-

-No importa Fred, hice una montaña de un grano de arena-

-Lo sé- dijo Fred ganándose una mala mirada de la chica debajo de él, gesto que fue respondido con una sonrisa- solo bromeo, el punto es que yo no quería decir eso, no creo que sea un castigo el pasar tiempo contigo, me gusta y por eso lo hago-

-Ya no importa-

-Si que importa, te hice sentir mal y lo siento, tuvo que explicármelo Fleur para que me diera cuenta pero ahora que lo sé te prometo que cuidaré más mis palabras-

-No lo hagas- respondió Elizabeth dirigiéndole una mirada cansada-yo no debería de fijarme tanto en eso y ya te dije que exageré, últimamente estoy muy sensible-

-Entonces... ¿estamos bien?-

-En eso sí-

-¿En qué no?- preguntó Fred frunciendo el ceño

-Lo de Carter, eso que hiciste fue muy grosero y me llamaste cualquiera-

-Yo no hice eso-

-No, solo dijiste que fui a revolcarme con él-

-En serio lo siento estaba muy molesto y hablé sin pensar, te juro que no volverá a pasar-

-No puedes insultarme cada vez que estés molesto y de todas formas no tenías de que enojarte-

-No soy así, nunca había reaccionado así-

-¿Y por qué lo hiciste?-

-Él, no me gusta que estés con él-

-¿Por qué?-

-No me agrada ese tipo, no me da buena espina-

-No lo conoces-

-¿Por qué te invita a salir? ahora eres casada-

-Sí, me casé no me morí-

-Es casi lo mismo-

-Claro que no- respondió Elizabeth con el ceño fruncido- Carter es mi amigo Fred, puede invitarme a salir cuantas veces quiera-

-El quiere algo más contigo-

-Pero yo no y creo que merece una disculpa-

-Me disculparé contigo por lo grosero que fuí, pero no con él-

-Dejémoslo ahí ¿sí?, no quiero seguir discutiendo-

-Está bien- dijo Fred y se quedaron callados unos segundos- te ves cansada-

-Tu también-

-No he dormido bien-

-Yo tampoco- admitió Elizabeth- ¿puedes quitarte? en serio necesito descansar-

-¿Dormirás conmigo?- preguntó Fred viéndola seriamente, ella asintió y Fred finalmente se quitó de encima, tomó su pijama y se cambió en el baño, cuando salió Elizabeth lo esperaba sentada en la cama, apagaron las luces y se acostaron abrazados en el centro de la cama, logrando por fin dormir después de varios días

Nuestro castigo, su castigo : su boda (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora