Nuestro castigo, su castigo : su boda (Fred Weasley)

Capítulo 53

-¿Ronald?- preguntó Elizabeth confundida al abrir la puerta. Lo apuntó con su varita- ¿quién eres?-

-Sabes perfectamente quien soy- respondió molesto. Entonces la miró- ¿estás embarazada?-

-Mi cuñado está en casa con spattergroit ¿quién eres tú?-

-No, estaba con Harry y Hermione- respondió sin dejar de mirar el abultado vientre de la mujer parada en la puerta.

-Lo siento, tenía que asegurarme... por Merlín ¿qué le pasó a tu mano?-

-Despartición-

-Pasa- dijo Elizabeth haciéndose a un lado para que el pelirrojo entrara. Lo sentó en la sala y fue por lo necesario para curarlo; llevaba el brazo en un improvisado cabestrillo y la mano ensangrentada. Regresó hincándose con cuidado frente al sillón y después de limpiar la reciente herida ignorando las quejas de su cuñado se dispuso a hacer la curación.

-Estás embarazada-

-Sí- respondió sin verlo- perdiste dos uñas Ronald- declaró para continuar con la curación.

-¿Es de Fred?-

-Por supuesto-

-¿Cuánto tienes?-

-Seis meses-

-No pareces de seis meses-

-Son dos-

-Ya estabas embarazada la última vez que te vi-

-Sí-

-¿Por qué no lo dijeron entonces?-

-No lo sabía- respondió alzando la mirada, cansada de tantas preguntas. Ya había detenido la hemorragia- No quiero ser grosera Ronald, pero ¿qué haces aquí? ¿dónde están Harry y Hermione?-

-Me separé de ellos-

-¿Qué pasó?¿ellos están bien?-

-Tuvimos una discusión- explicó después de un momento y de mala manera- desaparecí y me topé con unos carroñeros, escapé e intenté regresar con Harry y Hermione pero ya no estaban donde los dejé. Estaba herido y obviamente no puedo ir a San Mungo, la única sanadora que conozco eres tú y por eso vine-

-Lo siento mucho Ron...Ya no estudio para sanadora, pero esto sí puedo curarlo- respondió terminando envolver la mano del pelirrojo en una venda.

-¿Por qué?-

-Al principio el embarazo se complicó y tuve que dejarlo-

-¿Están bien?- preguntó luciendo preocupado, su cuñada lo miró relajando su expresión y asintió.

-Fred ya no tarda en llegar así que-

-No- interrumpió el pelirrojo poniéndose rápidamente de pie- él no puede verme aquí-

-¿Por qué no?- preguntó Elizabeth confundida pensando que había sido una pésima idea hincarse. Debido a su gran vientre y su poca energía últimamente le costaba trabajo hasta levantarse de una silla. ¿Cómo iba a levantarse del suelo?.

-¡Pensará que soy un cobarde!- exclamó- se va decepcionar. Al fin estaba haciendo algo importante y lo arruiné. Tengo que irme-

-No vas a ir a ningun lugar así, Ronald- declaró Elizabeth ganándose una mirada sorprendida del pelirrojo acostumbrado a la voz tranquila de su cuñada, jamás le había hablado así- estás herido y vas a terminar peor. Toma lo que utilicé para curarte y escóndete en la habitación que utiliza Theodore, subiendo las escaleras segunda puerta a la derecha. Nadie entra ahí, podrás descansar tranquilo-