Capítulo 52

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-¿Qué te parece si jugamos un rato?- preguntó Elizabeth a su hermano buscando un pergamino, pluma y tintero al no poder recordar dónde dejó el juego de ahorcado que le regaló en navidad. Acababan de entrar a la sala después de desayunar y Theodore no había dejado de preguntarle sobre lo ocurrido en San Mungo el día anterior.

-Si eso quieres- respondió Theodore restándole importancia, se sentaron alrededor de la mesa mientras Elizabeth dibujaba la horca y debajo las líneas que correspondían a las letras: _ _ _    _     _ _ _       _ _ _- pero tienes algo que decirme-

-Todo a su tiempo- respondió con una sonrisa- comienza-

-A- respondió y vió como Elizabeth ponía las letras- ¿estás bien?-preguntó pero su hermana se limitó a verlo con la ceja alzada. Volvió a mirar el pergamino- E-

-Muy bien- respondió anotando las letras.

-I, ¿segura?-

-Sí- respondió sonriendo.

-¿Entonces qué sucedió?... O-

-Que desesperado- respondió riendo-

-U, estoy preocupado... ¿ninguna U?-

-No- respondió Elizabeth sonriendo y su hermano la vio con los ojos entrecerrados.

-¿Entonces?... R-

-Tranquilo, es una buena noticia-

-P, dime ya-

-No-

-N, me estás matando-

-Mala hierba nunca muere- respondió riendo ganándose una mirada fulminante de parte de su hermano.

-M- dijo después de un momento

-No-

-S, si es una buena noticia¿por qué no me quieres decir?-

-Lo estoy haciendo- respondió con una sonrisita inocente, su hermano la observó confundido sin obtener respuesta. Miró el pergamino, faltaban dos letras.

-¿As a ser io? ¿Qué qui...?- se interrumpió abriendo mucho los ojos, la miró.

-¿Ya?-

-¿Estás embarazada?- preguntó mientras una gran sonrisa se abría paso en sus labios- ¿voy a ser tío?-

-Sí- respondió Elizabeth simplemente, su hermano se levantó tan rápido que tiró la silla y se acercó a abrazar a su hermana; la sostuvo contra su pecho depositando un beso en su frente.

-Hace unos días me dijiste que no lo estabas- acusó al separarse sin quitar la gran sonrisa de su rostro, Elizabeth había olvidado la última vez que lo había visto tan feliz. Tomó sus manos.

-Porque no lo sabía-

-No debiste aparecer, ni tomar, ni-

-No debí hacer muchas cosas- interrumpió viendo como el rostro de su hermano pasaba a expresar preocupación.

-Te desmayaste por eso ¿cierto?-

-La aparición y el estrés-

-¿Qué te dijeron en San Mungo?-

-Que hay un poco de riesgo es mi embarazo, pero- se apresuró a decir al ver como el pánico se apoderaba de su hermano- estará todo bien, vendrá un sanador a hacerme una revisión en unos días. Si sigo sus instrucciones todo saldrá bien-

-Las seguirás, ¿te dio alguna indicación por ahora?-

-Reposo, nada de apariciones, comer bien, dormir y descanso en general- respondió Elizabeth y pronto se vió en los brazos de su hermano que la había cargado para llevarla directo a su habitación- Theo- se quejó mientras subía las escaleras.

Nuestro castigo, su castigo : su boda (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora