Cap. 8

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Canción del cap = La que escucha Jimin en la cafetería y luego reproduce en su cuarto.

*POV. TAEHYUNG*

Era miércoles y no había ni rastro de Jungkook. No me había contactado de ninguna manera y sus padres tampoco. No es como si yo lo hubiera intentado. Pero, de algún modo, estaba molesto. Hasta el lunes me la pasé preocupado por lo que pasó y por lo que podría pasar con nuestra amistad; pero no debía ser tan importante para él, porque ni siquiera había mandado una nota a mi buzón. No ayudaba para nada el hecho de que todo el pueblo pareciera estar más o menos enterado de lo que pasaba con mi amigo; y no pasemos por alto lo tremendamente popular que se había vuelto sin poner un pie de vuelta en el instituto. Puede que me sintiera algo celoso, teniendo en cuenta, que ni siquiera cuando me convertí en omega, tuve un tercio de la atención que él estaba teniendo, y es que... ¿quién no quiere sentirse atractivo?

Esta situación hacía que me sintiera un cero a la izquierda, y las miradas de mis amigos no ayudaban para nada. El lunes en el almuerzo, Jimin y sobretodo Hwasa, me contaron lo que sabían y yo les conté lo que recordaba del día en cuestión. Resultaba que Jungkook tenía una voz de mando mucho más fuerte de lo normal en un alfa recién presentado. Se rumoreaba que se había descontrolado más veces en su casa, hasta el punto, de tener que dejarlo encerrado en su cuarto. Parece ser, que él mismo no estaba por la labor de verle la cara a nadie. Y se rumoreaba también, que el médico había dejado caer que era un alfa de pura cepa, el más puro que había visto jamás. Por lo que se ve, sus padres estaban preocupados y no sabían qué hacer ante tal situación. Y luego estaba yo, que no sabía ni qué pensar, ni qué sentir, ni qué hacer. Estaba frustrado, molesto, y todo era una mierda.

Por los pasillos, la gente ya casi ni me miraba, parecía haber quedado claro que no era ninguna fuente de información útil para sus chismes, puesto que no supe contestar al bombardeo de preguntas a la salida de clase el lunes. Incluso les había llegado que Jungkook no había contactado conmigo... dejándome como el pobre futuro ex-amigo del gran macho alfa, por lo que, ya no era ni siquiera un rival.

Tan molesto...

Volviera cuando volviese, ese granuja me iba a devolver con creces todo lo que me estaba haciendo pasar. Entretanto, el de primer año, parecía ser todo un misterio que todos querían profanar, incluso los omegas de mi curso empezaban a ver corazones cuando se mencionaba su nombre; mientras que los alfas parecían más que molestos con el niño, e incluso yo diría que dolidos en su orgullo y más que algo asustados. Desde luego no era poca la expectación que estaba causando el nuevo (Oh! poderoso) alfa. Hasta yo empezaba a dudar de quién aparecería diciendo ser él, mi mejor amigo, el chico con el que cené el viernes antes de que el desastre ocurriera.

Una parte de mí, me pedía que mantuviera la esperanza, de que una vez la novedad pasase, todo volvería a la normalidad y volveríamos a ser sólo él y yo contra el mundo... Pero la otra, no era tan ingenua. Y en el fondo, intentaba empezar a procesar el golpe cuanto antes, para que la caída no doliera tanto. ¿Por qué iba a mentirme? Él había pasado a ser del grupo de los fuertes, de los dominantes, de los que molaban y yo... yo seguiría siendo un omega. Por suerte, todavía no se me había ocurrido hablar de esa diferencia con Jimin, pues se habría puesto a la defensiva, defendiendo nuestra igualdad y nuestros derechos como omegas, e incluso me habría mandado a su hermano para meterme en vereda. Pero la verdad era... que si fuera como ese par de hermanos, no tendría que estar preocupado. Ellos eran preciosos y tenían cierto toque salvaje que intimidaba a la par que atraía; mientras que yo, no era más que un omega más, del montón, con algo de encanto y más sociable de lo normal pero con un aura de extrañeza que no podía ocultar ni para atrás. Nunca me había importado... hasta ahora... porque le tenía a él conmigo. Pero ahora, estaba solo y como había dicho Jimin... él algún día encontraría a su pareja y nosotros supuestamente a las nuestras... pero yo ya lo dudaba, me imaginaba más en tierra de nadie que con pareja. Porque tenía que aceptarlo. Nunca jamás se me había acercado nadie a coquetearme. Y pensaría que es normal, si las personas que me rodeaban a diario estuvieran en la misma situación que yo, pero no era así. Tenía que admitirlo, yo era algo raro pero lo suficientemente majo como para ser un amigo... pero nada más.

Róbame un suspiro... [omegaverse] [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora