Cap. 3

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*POV. MINHO*

--Taemin-- incliné la cabeza a modo de saludo. Pero para cuando la volví a subir, él ya había pasado por mi lado y andaba fuera del jardín de su casa.

-- ¿Por dónde es?-- dijo, parándose en la calle, mirando hacia un lado y hacia otro, mientras estiraba su brazo derecho sosteniendo una bolsa.

--Por la izquierda. -- Se giró hacia mí mientras agitaba la bolsa.

--¡Vamos! ¡Date prisa chico!-- En fin... que por algo no lo soportaba.

Cuando llegué a su lado llevó la bolsa a mi pecho sin mirarme, mientras empezaba a andar de nuevo.

--¿Qué?

-- ¿Cómo que qué? Que cojas la bolsa -- bufé. No entendía como demonios mi lobo estaba tan feliz...

Terminé cargando con la dichosa bolsita. Al principio, el camino fue en silencio, hasta que empezó a preguntar sobre "aquel alfa que necesitaba su ayuda" mientras yo me limitaba a responder.


*POV. JUNGKOOK*

Los agentes Jackson y Yuri cerraron la puerta al salir. Todo estaba siendo una tortura. Me habían preguntado de todo, me habían sacado sangre... incluso cogieron muestras de mi sudor. Mientras, yo me moría en esa cama... en SU cama.

Hacía mucho calor y sentía tener más energía que en toda mi vida. Mis sentidos estaban realmente agudizados y juro que podía escucharle respirar en el piso de arriba. Esto era frustrante. Lo único que hacía en esa cama era suspirar y gruñir. Todo en mí me pedía salir, subir las escaleras, entrar en esa habitación y... y... ¡NO SÉ!

Sólo sé, que quería estar con él. No quería hacerle daño ni nada que él no quisiera. Sólo... quería estar a su lado.

Mi lobo se había calmado considerablemente. Al menos... comparado a cuando Tae estaba en la habitación. Todavía no quería pensar en ello. Yo mismo me avergüenzo de aquello, y tengo miedo... miedo a qué vaya a pasar a partir de ahora. No quiero perderlo. Siempre ha sido mi mejor amigo y mentiría si dijera que no he estado rezando por convertirme en alfa cada día desde que supe que él era omega. Tenía que admitirlo, lo amaba más que como a un amigo desde hacía tiempo, y esta noche mi lobo sólo me lo confirmó. Lo queríamos a él. Sólo a él.

Cuando desperté aquella noche, por los espasmos, su olor inundó mis fosas nasales y me di cuenta rápido. Yo era alfa. Olía su esencia al completo... incluido el tercer ingrediente. Cereza, limón y vainilla. Así es como olía el amor de mi vida, mi pareja destinada. Casi lloro de felicidad ahí mismo. Mis deseos se habían cumplido y ahora tendría alguna posibilidad de que él me aceptara.

Pero... no todo es como queremos, y lo más probable es que aquella posibilidad hubiera llegado tan pronto como se fue. Aquel regalo se me fue de las manos la misma noche que me fue entregado. Había soñado tantas veces cómo le anunciaba que yo resultaba ser alfa. Mil veces imaginé cómo declararme, para hacerle saber que lo veía como algo más que sólo como mi mejor amigo. Todo eso se esfumó tan pronto como él posó su mano en mi hombro.

Desde que le oí despertar, rogué por conseguir controlar a la bestia que se despertaba cada vez más rápido en mi interior. Pero a su toque perdí. Perdí el control, perdí las riendas de mi cuerpo ante mi lobo. Todo pasó demasiado deprisa, sin que yo pudiera hacer nada. Me odié entonces y me odio ahora, porque una parte de mi lo disfrutó.

Mi corazón se paró en cuanto lo vi llorar, rogándome, teniéndome miedo. Y entré en pánico, separándome lo más lejos de él que pude. Jamás me perdonaré el haberle hecho eso, haberle hecho llorar y rogar por que no le hiciera nada, por haberle hecho desear que me apartara, que me alejara de él. Jamás me perdonaré haber sido la causa de su miedo y sufrimiento.

Róbame un suspiro... [omegaverse] [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora