Especial 2

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Es corto... Lo siento :/


*POV. YOONGI*

Suspiré. Tenía a un Jimin enfadado con los brazos cruzados en el descansillo y no sabía muy bien qué hacer para cambiar eso.

Después de haberle separado de un maltrecho Hoseok, el omega se había zafado de mi agarre con brusquedad y no había vuelto a decir una palabra. El camino había sido silencioso salvo por los pequeños gruñidos que se le escapaban de vez en cuando. Al final habíamos terminado en mi casa y ya no sabía muy bien si Jimin estaba enfadado conmigo, con el mundo o con él mismo.

--¿Quieres algo de agua? --le pregunté.

--Sí --dijo seco--, por favor --añadió más suavemente.

Fui hasta la cocina y en una pequeña bandeja coloqué un par de vasos de cristal junto a una jarra llena de agua de la nevera. Al volver al recibidor, Jimin seguía ahí y levantó la mirada al escucharme.

--¿Quieres ir a mi cuarto? --asintió, así que, me di media vuelta y empecé a dirigirnos escaleras arriba.

Al llegar, abrí la puerta con el pié y dejé que pasase él primero. Dejé la bandeja en mi escritorio y me volví para cerrar la puerta. Le serví un vaso y se lo tendí. Le dio un trago, dos.

--¿Quieres que hablemos de lo que ha pasado?

Me miró. Nos miramos. Por dentro estaba muerto de nervios, porque no sabía si había cruzado una línea, si no debería haber retomado ese tema, si, me había metido donde no me llamaban. En los últimos días nos habíamos ido haciendo más cercanos, pero quizá no estábamos a ese nivel todavía. Mierda.

--Yo... Lo siento. --Jimin siguió mirándome y me avergoncé.

--¿Qué sientes, hyung? No has hecho nada malo... Soy yo el que quiere disculparse... Hoy con Hoseok he perdido el control, simplemente yo... --el omega se llevó una de sus manos a la cara y la restregó arriba y abajo con estrés.

--No te preocupes. No hay nada que perdonar.

Me senté a su lado y para mi sorpresa, Jimin dejó el vaso vacío en el suelo y me abrazó. Con torpeza, correspondí el abrazo, rodeándole suavemente con mis brazos. Era vergonzoso, incluso incómodo. Mi corazón iba a mil también. Mi respiración: una montaña rusa. Pero, a pesar de todo eso, me encantaba tenerle ahí, cerca, conmigo.

Cerré los ojos y me relajé. Jimin suspiró y se acurrucó más contra mi pecho. Con cuidado, me recoloqué en la cama, de modo que estuviéramos de frente; una de mis rodillas en la cama, la otra colgando. Jimin hizo lo mismo y nos quedamos así un tiempo.

--Podría vivir así.

Su voz sonó grabe, adormilada, y mi corazón dio un vuelco.

--Yo también --le respondí.

El sol empezaba a cambiar de posición, los rayos anaranjados se colaban por la ventana. Pronto sería de noche.

--¿Quieres que pidamos algo de comer? --pregunté.

Jimin se separó de mí, lo suficiente para enseñarme su cara. Arrugó la nariz y asintió. Me reí.

--¿Que es lo que quieres?

--Chino.

--¿Chino? Mmm... ¿un variado?

Volvió a asentir, para después volver a acurrucarse contra mí. Con cuidado, saqué el móvil de mis pantalones e hice la orden.

--En veinte minutos están aquí.

--Gracias hyung...

--No te preocupes, ya me invitarás otro día --le guiñé un ojo al tiempo que deshacíamos el abrazo.

Róbame un suspiro... [omegaverse] [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora