Capítulo 8

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Al otro día me levanté y estaba sola en la cama, podía escuchar el agua que corría en el baño. Miré a la mesa y habían muchas bandejas con comida, dos platos, dos tazas de café, dos vasos, etc.

La puerta del baño se abrió y pude ver a Gale, solo llevaba puesto un pantalón y la toalla enroscada a la cabeza. Admito que se veía un poco sexy y gracioso a la vez.

-¡Oh!- exclamó y se deshizo rápidamente de la toalla.- Buenos días.- me sonrió.

-Buenos días.- respondí fríamente.

Nos quedamos mirando fijamente en un incómodo silencio.

-Ven.- dijo el dirigiéndose a la mesa.

Salí de la cama pero en lugar de ir hacia la mesa fui al baño. Necesitaba lavarme la cara y despertarme mejor.

Me miré al espejo y mi cara estaba más demacrada que de costumbre. Terminé de hacer todo lo que tenía que hacer y salí.

-Debes saber que no puedes ir por la casa desobedeciendo mis reglas.- habló Gale cuándo me senté, mientras untaba mermelada de naranja en su tostada.

-¿Disculpa?-

-Que haces lo que yo te digo. Si te digo que vengas, vienes. Si te digo que comas, comes. Si te digo quédate acá, te quedas. ¿Entendido?-

Fruncí el entrecejo y deseé que las miradas mataran.

-No me mires así.- aseveró él.

-No puedes decirme eso. No puedes pedirme que te obedezca, eres un completo desconocido para mí, ¡ni siquiera conozco tu jodido apellido! No voy a doblegarme a un payaso tan patético como tu... ¿entendido?- le escupí.

Miré mi mano izquierda y no me había dado cuenta que estaba apretando con fuerza un pequeño cuchillo.

Él levanto su mirada gris, la cual se veía más espeluznante. Me miró a los ojos y esbozó una pequeña sonrisa.

-Eres mía ahora y debes obedecerme.- su tono de voz era entre tranquilo y molesto.

Me levanté de mi silla y está casi se cae.

-Que te quede claro, no soy de nadie y no voy a convertirme en la sumisa de un idiota rico.-

-Yo no dije nada de ser sumisa... pero si lo deseas podemos comenzar ahora.-

-Me das asco.- dije caminando a la puerta. Pero para mí mala suerte esta estaba con seguro.

-Como te dije... te quedas aquí.- dijo acorralándome contra la puerta.- No saldrás hasta que yo decida lo contrario. Estarás vigilada y si haces algo estúpido no dudaré en ponerme rudo contigo.- habló sobre mis labios.

Él me miro a los ojos y después a mis labios. No pidió permiso y los juntó.

Admito que me gustó cuando lo hizo, aunque quedé algo estupefacta y no le seguí el beso hasta que el mordió mi labio inferior. Rápidamente mis labios comenzaron a saborear la amarga mermelada de naranja.

En ese momento me dí cuenta de lo que estaba haciendo y de que estaba en una especie de trance mientras él me besaba. Abrí mis ojos y lo alejé con todas mis fuerzas.

-No vuelvas a hacer eso.- le dije.

-Yo sé que te gustó.- contestó arrogante.

Sus labios estaba rojos e hinchados y seguramente los míos estaban iguales.

-¡¿Qué es lo que quieres de mí?!- exclamé.

-Tengo que irme por dos días. Debes quedarte acá, es muy peligroso que andes por ahí sola, en el bosque. De todas maneras mis muchachos no te dejaran salir. Mike quedara a cargo de cuidarte, Nessy te traerá la comida y libros, aunque ahí tienes demasiados.- dijo señalando su enorme estantería.-

Destiny [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora