Destiny [TERMINADA]

Capítulo 20

No volteé porque sabía de quién se trataba. Lo ignoré y seguí con mi camino hasta su casa.

-Alex, te estoy hablando.- dijo agarrándome con fuerza del brazo, obligándome a verlo a los ojos, los cuales se veían más oscuros y fríos, nunca los había visto así.- ¿Estuviste con él? sabes que tienes prohibido ir al pueblo.- su agarré se hacía cada vez más fuerte.- Claro, como yo no te prestaba atención fuiste a revolcarte con ese niño rico ¿no?-

¿Escuche mal o me estaba tratando de zorra?

Mis cinco dedos de la mano se encontraban estampados contra su cara. Me solté de su agarre y seguí caminando.

-¡Entonces estoy en lo cierto!- gritó, a lo que yo me volteé bruscamente y lo enfrenté.

-¡¿Cómo crees que puedo engañarte?! ¡Si cada vez que me acerco a un hombre tu horrible marca duele como el infierno!- le grité furiosa. Me saqué la capucha y destape mi clavícula.

-¡¿Quieres que te la saque para que te puedas revolcar con todo hombre que se te cruce?!- gritó furioso él.

-¡Quítamela para poder desaparecer de todo esto!- me acerqué a él hasta quedar frente a frente.- ¡Me da lo igual si Jasón me busca por todo el jodido mundo! ¡Después de todo los malditos vampiros y ustedes me quieren muerta!- las lágrimas ya comenzaban a salir.- ¿Sabes qué? Podemos hacer esto más rápido.- saqué una de mis dagas y se la tendí a él.-

-¿Qué haces?- preguntó con voz temblorosa.

-Hazlo. Mátame, bebe mi sangre y serás inmortal.- lo incité.

-No voy a hacerlo ¡No voy a hacerlo!-

-¡Que lo hagas!-

-¡No!- gritó y tiró la daga al suelo.

-Lo sabía.- la recogí y la metí nuevamente en mi bolsillo.- No quiero volver a verte.-

-¿A dónde vas?-

-De nuevo a mi cabaña.-

-No puedes. Eres la Luna....-

-Me importa una mierda lo que sea ahora.-

-No puedes darnos la espalda.-

-¿Así como lo hiciste tu conmigo? Solo mírame.- dije y comencé a caminar.

Llegué a mi casa y cerré la puerta con fuerza. Todo el coraje que había reunido se fue desplomando junto conmigo hasta tocar el frío suelo de mi hogar. Las lágrimas salían con fuerza y por más que tratara de detenerlas no podía hacerlo.

Odiaba todo de mí, mi cuerpo, mi casa, mi vida. Solo estaba cansada de todo, ya no podía hacer esto. Sabia como pelear contra Jasón, pero contra Gale era otra cosa. No podía engañarme más. Jasón estaba conmigo solo por obsesión, Gale estaba conmigo porque su diosa luna así lo quiso, ninguno de los dos estuvo conmigo por amor y eso era lo que más daño me hacía.

-¡Oh! No, no, no, no... Una dama tan linda como Alex no puede tenderse en el suelo y llorar.- dijo una voz muy conocida.

Apreté mis ojos con fuerza deseando que él no estuviera ahí.

-Abre tus ojos, pequeña. Déjame ver esos...- agarró mi cara y me obligó a que lo mirara.-... hermosos ojos cafés que siempre me tuvieron loco.-

Lo miré y se veía igual al mismo Jasón que golpeé hace tres años atrás. El mismo Jasón que se aprovechaba de mí. El mismo....

-Y ¿por qué llorabas?- preguntó, pero no le conteste.- Sabes que no me gusta que no me contestes cuando te hago alguna pregunta.- asevero él.

Trataba de controlar el temblor en mi mandíbula, ya que él aún la tenía en su mano.