Capítulo 9: Pasados diáfanos y turbios II

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NARRA LAURA:

Entramos a casa y tía April ya tenía lista la mesa para que nos sentáramos a comer. Terminé rápido, pues tenía que ponerme a hacer los deberes antes de que llegara Chris, porque por lo que me ha contado es toda una bazofia en... bueno, casi todas las materias.

A mitad de la tarde mis padres llamaron por teléfono. Me contaron que la casa estaba casi lista para que nos mudáramos, que para el fin de semana probablemente ya estaríamos viviendo allá. Di saltitos, emocionada. Les dije lo mucho que los extrañaba, y ellos me preguntaron por la escuela y eso; éramos muy unidos. Me mandaron muchos besos y abrazos.

En la tarde llegó Christian, muy puntual. Lo ayudé a repasar casi toda la unidad de trigonometría; de verdad que no sabía nada. Tomamos un descanso a las ocho de la noche para cenar, estuvo todo muy divertido con mis tíos entrevistando a Christian. Creo que les cayó bien.

Seguimos estudiando hasta las once de la noche, cuando mi tío Harold bajo a decirnos, sutilmente, que ya era muy tarde y debíamos descansar.

*DOS DÍAS DESPUES*

NARRA ROSS:

-Miller, 3.1- dijo el profesor Smith, de trigonometría, entregándole el éxamen a Bryan.- Con esas calificaciones ni podrá ir a la universidad, ni podrá seguir en el equipo de futbol el próximo semestre.

Bryan se masajeo la cabeza con pesar; si no sacaba 10 en el siguiente exámen seguro suspendería.

-Lynch- prosiguió el profesor, mirándome por encima de sus gafas- puede mejorar pero a comparación de sus... absurdas calificaciones pasadas, me ha sorprendido- me entregó el exámen- 7.2

-¡Woah!- dije, y levanté la mano al aire en pose de victoria. Todos aplaudieron.

No cabia duda que lo que me había matado estudiando había valido la pena. Laura estaría orgullosa.

-Atención jóvenes- Mr. Smith se dirigió al frente y enseñó un exámen- por último, aquí en mis manos tengo un exámen. Pero no es cualquier exámen: es el vivo ejemplo de que todos, en especial Miller, Lynch, Garret, y todos aquellos deportistas, pueden cambiar para bien.- Volteó el examen para sí y leyó el nombre- Morgan Christian, 9.2 .

Bryan y yo nos quedamos con la boca abierta. ¿Chris, el tonto de Chris? ¿Christian Morgan con un 9.2? No podía creerlo.

Chris se levantó orgulloso y pasó a recojer su exámen.

-Felicidades, señor Morgan. Espero no decaiga para la siguiente unidad- dijo el profesor, que se veía incluso más sorprendido que nosotros.

-Quiero agradecer a todos los que hicieron este sueño posible, a los de fútbol por distraerme todo el tiempo, a Tatha cuyo cuerpo escultural me motiva a levantarme cada día, a mamá, a papá...

-Si si, ya entendimos- le interrumpió Mr. Smith- ahora tome asiento antes de que le baje un punto por payasito.

La clase transcurrió sin más incidentes. Pero cuando al fin sonó la campana -ya era hora del almuerzo-, Bryan y yo interceptamos a Chris.

-Viejo, ¿has vendido tu alma al diablo, o como hiciste para sacar ese 9.2?- exclamó Bryan, casi a gritos.

-Estudiando, ¿cómo mas va a ser?- sonrió- además tuve una ayudadita extra.

-Búscate otra excusa eh, que dudo mucho que un favorcito de Tatha te haya vuelto inteligente de la noche a la mañana.

-¡Claro que no fue Tatha, idiota, ni sabe cuánto es dos mas dos!- soltó una carcajada- estoy hablando de una ayuda de verdad.

Tenia café en la mirada... (Fanfic Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora