NARRA ROSS:
-Laura Marano, ¿aceptas a Ross Lynch, como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
-Sí, acepto- dijo Laura, sonriendo, y puso el anillo en mi dedo.
-Ross Lynch, ¿aceptas a Laura Marano como tu legítima esposa, para amarla y respetarla, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
-Por supuesto, ¡acepto!- contesté, emocionado; puse el anillo en su dedo. Ella sonrió radiante.
-Bien. El señor, que hizo nacer entre vosotros el amor, confirme este consentimiento mutuo, que habéis manifestado ante la Iglesia. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Señor Lynch, puede besar a la novia.
Toda la iglesia irrumpió en aplausos; y yo tomé la cara de Laura entre mis manos y la besé. Pude sentir algunas lágrimas que comenzaban a correr por sus mejillas.
Nos tomamos de la mano y salimos del lugar. Afuera ya nos esperaban algunos invitados que nos aventaron pétalos de rosas al salir.
-Te amo, ¡y quiero estar siempre contigo!- le dije a Laura al oído.
-Yo te amo más- contestó ella, dándome un pequeño beso en la mejilla.
_________________________________________________________
Después de la fiesta, subimos al auto y nos dirigimos a un hotel cerca de la playa. Habiamos decidido no hacer un costoso viaje ya que terminando las vacaciones teníamos que cursar el último semestre de la universidad, y ambos tendríamos muchos gastos.
Al llegar a la recepción di mi nombre y pedi la llave; la recepcionista nos miraba alegre, parecía darle gracia Laura sentada ahí, con su enorme vestido de novia. Se veía hermosa.
Una vez que me entregó la llave, fui hasta donde estaba Laura, y nos dirigimos al elevador -no había manera de que subieramos todas esas escaleras con ella vestida así-. Al llegar a nuestro piso, la cargué, como se carga a toda novia; cuando localizamos nuestra habitación, metí la llave, abrí, y cerré la puerta.
-Jajaja, basta ya Ross, bájame, ¡me voy a caer!- decía ella, entre divertida y asustada.
-¡Claro que no caerás! ¿No confías en tu esposo?
-Supongo que sí. ¡Pero ya bájame!- contestó, riendo.
Sonreí. Me gustaba verla feliz.
La dejé delicadamente en la cama, y al instante su risa desapareció; la reemplazaron unos ojos llenos de alegría y nerviosismo a la vez.
Y yo también estaba nervioso. Lo sé, sé que había hecho esto tantas veces, pero me sentía como si fuese mi primera vez. En cierta manera, era verdad; aquellas otras tantas veces no habían significado nada. No significaban nada, a comparación de estar aquí, en este momento, con Laura.
Comencé a besarla con toda la ternura y el cuidado del que fui capaz; quería que no olvidara jamás este momento, que fuera tan especial como lo era para mí.
Mi saco, mi camisa, y su vestido volaron. Las acciones se volvieron desesperadas, llenas de pasión...
Jamás olvidaré esa noche en la que nos volvimos uno.
__________________________________________________
* C I N C O A Ñ O S D E S P U É S *
-Viejo, ¡tan grande y aún no sabes hacer hamburguesas correctamente! Tráeme aca eso- dijo Bryan, quitándome las pinzas.
-Y tu tan grande y sigues siendo la misma diva de siempre- habló Chris, y no pude evitar echarme a reír.
-Ah, vale pues, si quieres comer hamburguesas chamusqueadas, dejemos que Ross las haga- resopló Bryan.
Los tres reímos. Estábamos reunidos en nuestra casa (mía y de Laura) todos los de siempre: Chris, Bryan, su esposa, Tatha, Valerie... y los niños.
Tatha por fin le había dicho que sí a Chris. Se habían casado apenas un año después que nosotros, pero aún no tenían hijos. Chris era médico cirujano, no tenía mucho tiempo libre, y la carrera de Tatha como bailarina iba viento en popa, y no quería que un hijo la detuviera. A pesar de pasar poco tiempo juntos, se veían tan enamorados como en su boda.
Bryan era el mariscal de los Chargers de San Diego, así que era nuestro "amigo famoso". Se había casado con una chica de la universidad llamada Alice. En el primer embarazo, tuvieron gemelos: dos niños de cabello negro y piel blanca como leche, idénticos. Se llamaban Will y John. Actualmente Alice estaba embarazada de nuevo, esta vez esperaba una niña. Bryan quiere tener mínimo cinco hijos, y Alice no parece desear menos. Eran totalmente felices.
Valerie trabajaba en un prestigioso despacho jurídico. Tenía un niño de tres años llamado Thomas, producto de una relación casual que había tenido tiempo atrás. En realidad no le importaba; Valerie siempre había tenido un caracter muy fuerte, y reconoció que al padre de su hijo sólo lo había querido para eso, para tener un hijo. Actualmente salía con un colega suyo, y las cosas parecían ir bien.
Laura y yo habíamos terminado la universidad con honores. Ambos teníamos un trabajo estable, y una casa suficientemente grande y cómoda. Tuvimos una hermosa niña, a la que llamamos Emelié. Era totalmente igual a mí -cabello impresionantemente rubio, piel clara y sonrisa despampanante-, sin embargo había sacado el carácter de su madre; era demasiado inteligente. Y también tenía los ojos de Laura: redondos, grandes, luminosos, almendrados.
No podía quejarme, nuestra vida era simplemente perfecta. En realidad, la mía lo fue desde aquel día que esos ojos almendrados adictivos, como el café, me robaron muchas noches de sueño.
Chris y Bryan seguían hablando tonterías; mientras daba un sorbo a mi soda, volteé a donde Laura consolaba a Emelié, que acababa de rasparse la rodilla. Sentí la necesidad de ir corriendo a consolarla, pero mi mirada se cruzó con la de Laura, y ella sonrió, haciéndome entender -y sentir- que todo estaba bien. Sus ojos me hipnotizaron, igual que la primera vez que la vi.
Sí, eso era: después de todo este tiempo, por fin tenía la respuesta. Laura tenía café en la mirada, es por eso que siempre me quitó el sueño.
FIN.
-*-*-*-*-*-*-*-*-
¡COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO!
AYER SÍ GANO CHILE ¡OWHOA! *CHI-CHI-CHI, LE-LE-LE, ¡CHILE, CHILE!*. POR ESO NO SUBÍ JOJOP.
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODAS, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y EMOCIONADO TANTO COMO A MÍ. QUIERO AGRADECER A MUCHAS PERSONAS, A SINDYGABRIELA, A NAIROBIXD, A GABIR5, A MARIRIVAS6, A AYELENVASQUEZ, A PAMELARAQUELTR; NO MALINTERPRETEN, TODAS LAS LECTORAS SON IMPORTANTES PARA MI, PERO ELLAS SON QUIENES SIEMPRE COMENTABAN Y ESTABAN AL PENDIENTE, ALGUNAS HASTA ME ACOSABAN POR EL BUZÓN. MUCHAS GRACIAS CHICAS.
Y A LAS DEMÁS LECTORAS TAMBIEN, ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
"TENÍA CAFÉ EN LA MIRADA..." HA TERMINADO CON 30 CAPÍTULOS, 25 SEGUIDORES, 5,516 LEÍDOS, 269 VOTOS, 4 CORAZONES Y 178 COMENTARIOS. TODO ESTO NO HUBIERA SIDO POSIBLE SIN USTEDES.
DE NUEVO, ¡GRACIAS! ME GUSTARÍA QUE SIGUIERAN MIS NUEVOS PROYECTOS, PERO SI NO LO HACEN, IGUAL JAMÁS OLVIDARÉ TODO EL APOYO QUE ME DIERON.
LAS AMO *llora y se suena la nariz frenéticamente*.
BESOS,
Camelee <3
ESTÁS LEYENDO
Tenia café en la mirada... (Fanfic Raura)
FanficEl primer amor nunca se olvida, Incluso si se dio a los once años. Puede que a esa edad aún fuera un niño pero yo, Ross, jamás olvidaría los hermosos ojos almendrados de Laura...