Tenia café en la mirada... (Fanfic Raura)

Capítulo 10: "And I would walk 500 miles"

*AL DIA SIGUIENTE (VIERNES, A LA SALIDA DE CLASES)* 

NARRA ROSS:

-Estúpido invierno. Hace un frío del demonio- decía Bryan mientras caminábamos hacia el campo de fútbol a entrenar.

El día estaba lluvioso; no llovía muy fuerte pero bastó para que el zacate estuviese resbaloso y algunos cuantos casi nos matáramos en algunas jugadas. De acuerdo, matarnos es muy drástico, pero al menos yo terminé con la espalda y glúteos adoloridos después de un mal pase con el que sólo conseguí resbalarme y caerme hacia atrás.

A la mitad del entrenamiento la lluvia se volvió más fuerte, así que el entrenador lo canceló definitivamente y nos envío a casa.

Chris, Bryan y yo cruzamos el campo para dar con la puerta del gimnasio y posteriormente salir derecho al estacionamiento, para no mojarnos tanto. Pero para mi mala suerte olvidamos que las porristas estaban entrenando.

-Claro, ahora finges que no me conoces- gritó Maia y me jaló del brazo- ¿olvidas que soy tu novia?

-En primera hay que aclarar que no somos estrictamente novios. Sabes que es algo de mutuo acuerdo- dije, safándome de su jaloneo. Me hartaba que hiciera esas escenas.

-Pero tenemos algo, maldita sea- ya no gritaba, pero había adquirido un tono amenazador- no puedes dejarme así sin saber nada de ti de la noche a la mañana. No por una chica que, si no recuerdas, tu mismo dijiste que no estaba domada- se cruzó de brazos.

-A Laura no la metas en esto. Ella es la menos responsable. Esto es algo que lleva tiempo: estoy cansado de tus escenas de celos, de tus rollos, de que siempre quieras controlarme. ¡Estoy harto!- dije, enfadado.

-¡Pues no te podrás deshacer tan fácil de mí, Ross Lynch! Tardé mucho conquistándote para que ahora pienses que te dejaré ir- contestó, furiosa; se dio la vuelta y se fue.

Sinceramente Maia era intimidante cuando se enojaba; claro que yo nunca se lo había dejado saber. Cuando comenzamos a salir yo sabía que, si salía con ella, en algún momento terminaríamos, y que cuando ese día llegara Troya ardería mil veces. Pero no importaba: estaba dispuesto a dejar todo con tal de ser digno de Laura.

-Madre santa, la has hecho enojar demasiado. Casi pude ver fuego saliendo de sus ojos- dijo Chris y él y Bryan se echaron a reír.

-No veo lo gracioso- contesté, torciendo los ojos.

Continuamos caminando hacia el estacionamiento.

-La verdad creo que tiene razón. Duraste casi medio año rogándole para que dejara al tonto de Roberts y saliera contigo y ahora la dejas, así como si nada.- agregó Chris, confuso.

-Es por Laura- sentenció Bryan.

Chris lo miró boquiabierto.

-¿Mowgli? ¿Tienes algo con ella?- dijo él, sorprendido.

-No exactamente- comencé, nervioso- es... bueno... ¿recuerdas que alguna vez te conté algo de una chica en un campamento?

-No juegues. ¿Es ella?

-Eh... pues sí.

-Viejo, ¡¿por qué no me lo habías dicho?! ¿Acaso ya no soy tu mejor amigo? ¿Ya no me amas, verdad?- contestó Chris y con un aire teatral simuló limpiarse las lágrimas.

-Deja las drogas, Chris. Sabes que eres mi mejor amigo- le di un golpe en el hombro- sólo que, no sé. Además lo que paso la otra vez, tu en su casa...

-No te confudas, viejo. Sabes que en estos momentos lo que me importa es Tatha, que aunque no me dé alas yo sé que se muere por mí. Además, ahora que sé que ella es tu Laura, jamás intentaría tener algo con ella. Antes muerto...