CAPITULO 2: 2/5

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No importa cuántas veces pace por este pasillo, no me puedo acostumbrar, las risas de más niños se escuchan en los pasillos, (parece qué ellos no se rinden con nada).

De lo qué alcanzaba a ver en los cuartos era a enfermeras contando historias y muchos niños, todos con diferentes números, (parece qué volvieron a empezar, malditos enfermos).

Pobres no saben lo qué les espera, muchos niños y niñas de mí edad comenzaban a verme, y las enfermeras repetían lo mismo.

—Si no se portan bien, les pasara lo mismo qué a ella.

—Pórtense bien, para no salir lastimados.

Las enfermera cada vez, qué me miraban les daba lástima, ellas nunca me acompañaba a ese cuarto, solo los doctores, me veían con lastima.

Eso me enojaba, muchas enfermeras me han intentado ayudar, los doctores las descubren, y ya no las vuelvo a ver, ellos me dicen qué se fueron a "casa", (yo sé perfectamente, qué les pasó).

Cuando pienso qué murieron por mí culpa no puedo evitar llorar, pero era inevitable son solo las encargadas de darme comida, agua e intentar curar mis heridas.

Después de entrar, me subieron en una mesa helada, ataron mis manos y pies con fuertes cuerdas.

Estaba tranquila sabia todo lo qué posiblemente me harían, en eso uno de los doctores saco una enorme jeringa, al menos para mí lo era.

Odiaba esa cosa, grite.

— ¡¿AHORA QUÉ DEMONIOS ES ESO?!—Era una sustancia azul fosforescente, me daba miedo eso en poco tiempo lo inyectarían en mí sangre.

—Tranquila no te dolerá—Lo dijo "ese hombre" con una enorme sonrisa en su rostro.

—Se tierna y danos una sonrisa para no sentirnos tan mal—Dijo ese hombre.

Negué con la cabeza y comencé a gritar y moverme para intentar liberarme.

Ese hombre me sujeto la cabeza con demasiada fuerza, (dolia mucho), para evitar qué me moviera, odio qué me toqué con sus manos de color rojo.

— ¡SONRIE O TE DOLERA MÁS!—Grito ese hombre, su expresion cambio... ya no sonreia, era una horrible cara de disgusto y odio...

Todos en el lugar se sobresaltan... supongo que no esperaban una accion tan agrasiba... (ja...), en cuestión de segundos una sonrisa temblorosa se comenzó a formar en mí cara, pero las lágrimás comenzaron a resbalar por mis mejillas.

—Bien, ahora no grites—Dijo ese hombre volviendo a una sorisa calmada, pero aun asi se veia tan desesperada, un pinchaso... mi cuerpo se sobresalto, no me dolia el piquete, el liquido hizo que las venas de mi brazo se incharan, mis dientes se apretaron tanto que sentia que iva a romperlos, mis labios y mejillas comensaon a dolerme... despues de unos segundos el liquido hiszo que todo mi brazo ardiera y comenzara a picarme... que alguien me saque de aqui...  terminaron de ponerme la inyección, pero sabía qué eso no era todo, a ellos les encantaba verme sufrir.

Le pasaron un enorme cuchillo a ese hombre y dijo— ¡NO GRITES!—tenía qué estar de broma.

Antes de tan siquiera dejarme respirar, ese cuchillo se impacto contra mí cuellos y...

Desperté de golpe, pegue un grito qué estoy segura de qué se escucho por tres calles más.

Mis hermanas, mama y hasta papa, fueron corriendo a ver qué me pasaba, creo qué José se quedo en la sala, (no le gusta verme así).

— ¡NIYUSHI ¿ESTAS BIEN?!—Grito mama mientras corría asía a mí a abrasarme.

—Duele—Fue lo único qué pude decir en ese momento.

— ¿Qué?... O lo siento lo avía olvidado, nos asustaste mucho. —Dijo esto mama mientras me levantaba el corpiño para ver ese "tatuaje".

—Esta algo rojo. —Dijo Jatuna mientras se acercaba a mí.

—Traeré algodones y un poco de desinfectante. —Dijo eso Onollu mientras se dirigía a la puerta, despues de salir del cuarto se fue corriendo... supongo que a buscar el botiquin.

Lusia entro en el cuarto y cerro todas las ventanas y cortinas, para qué papa entrara, cuando lo izo ambos se dirigieron a mí.

— ¿Tuviste otra pesadilla?—Pregunto papa.

—Si... —Conteste algo tensa.

—Iré abajo a prepararle un té. —Dijo Lusia.

Todos se comportan mucho más ambles y preocupados de lo usual... supongo que es lo normal... así qué lo único que tengo qué hacer es bajar la defensiva para como dice Jatuna, qué me mimen.

Eso nunca me sonó muy bien, eso me suena como si se estuvieran refiriendo a un perro...

—Tendrás qué desempacar una tasa, la cafetera, y obviamente el te... ¿está bien?—Pregunto mama a Lusia.

—Si no hay, Problema. —Contesto Lusia mientras bajaba las escaleras.

—Ahora solo deja qué te mimen ¿está bien?—Dijo Jatuna... ¿En serio?

—Yo... —No dije más y solo bufe.

Qué familia tengo se preocupan tanto por mí, no los culpo en cualquier momento podría comenzar a vomitar sangre, solo es un decir, (espero).

Soy tan propensa a los accidentes, qué no dudo qué sufra algun accidente en el viaje de ida... (¡iré en un maldito barco, obviamente qué algo malo va a pasar!).

NIYUSHI-(dy:Dianne-aloap)Where stories live. Discover now