Capitulo 2.

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El pequeño omega se habia levantado muy de mañana,  se habia arreglado para la ocasión. En ningún momento la sonrisa desapareció.
Bajo a desayunar con su familia, tenía que ir a la escuela,  por lo que no podía ir al aeropuerto con sus padres a recibir a la familia Irwin.

Eso lo decepcionó, pero habia esperado seis largos años para que Ashton regresara, podía esperar algunas horas más no eran demasiadas en realidad.

Su emoción era muy visible, en todas las clases no paró de hablar  con sus amigos de lo emocionado y ansioso que estaba, saltaba de felicidad, literalmente.

Siempre había sido imperactivo, pero ahora era como si le hubiesen dado miles de barras de chocolate y las hubiera comido todas.

El chico moreno sonreía y sonreía, estaba  contando cada momento, viendo su reloj, esperando la hora para ir a casa, y después ir a visitar a Ashton, se preguntaba como era su rizado ahora,  si aún tenía esos hoyuelos en sus mejillas, aunque lo tenía agregado a sus redes sociales,  y revisada cada cosa que hacia, pero nunca estaba activo en ellas, por lo que su trabajo como acosador, no lo hacía muy seguido. El no había cambiado mucho, aún tenía unas gordas y regordetas  mejillas, su color de piel canela pasión,  sus ojos rasgados, todos creían que era un asiático, el se molestaba cuando decían eso aunque se acostumbró después, era pequeño, como todo Omega, con caderas y un trasero muy envidiable, para muchas chicas, unas regordetas piernas. Aunque nunca le gustaba mostrar lo que tenía, la mayoría del tiempo tenía ropa tres tallas más  grande que el, todo porque no le gustaban aquellas miradas, era muy fácil de sonrojar, cada vez que Luke o Michael le decían un cumplido sus mejillas ardían.

Ahora el pequeño chico estaba en Química,  no era de sus clases favoritas,  el prefería la historia, literatura, tenía ese cierto gusto hacia la lectura,  pero las matemática y fórmulas eran su peor enemigo. Sólo escribía los apuntes del pizarrón,  el moreno escuchaba  música con audífonos, no prestaba atención a  lo que la maestra decía.

Miro la hora, faltaban sólo cinco minutos para salir de la escuela, era viernes por lo que le emocionaba pasar todo el fin de semana con Ashton.

Apagó la música, esperando a que el timbre sonará, y así sucedió.

No esperé a Luke y Michael a la salida como siempre, corrío ha casa, vería la sonrisa más  deslumbrante, sus noches ya no serían oscuras, tendría ha alguien a su lado para alumbrar sus noches. Aquella sonrisa, lo volvería ha hacer sentir como tocar el cielo con su mano.
Volvería a probar aquellos labios, sus ilusiones regresaron, a pesar que su cabeza estaba algo mareada, y por correr tan rápido se iba el aire, volvería ha ver ha su única razón para vivir.
Su corazón se aceleró, cada vez más  cerca de su casa.
Estaba sintiendo lágrimas de felicidad, quería llegar y besarlo,  quería abrazarlo, ser meloso.

Al llegar a su casa, abrió la puerta abruptamente, se inclinó y puso  sus manos en sus rodillas, trataba de recuperar el aire. Y inhalo, ese olor, el olor sublime, era muy fuerte, pero no le mareaba,  incluso le hizo sentir bien. Camino a la sala, y ahí estaba el, tenía el cabello corto, sus rizos eran aún un poco visibles, estaba sonriendo, sus hoyuelos aún estaban, sus ojos se conectaron, sintieron aquella chispa, como la primera vez que se vieron cuando eran niños.

El pequeño Omega, comenzó a llorar de felicidad, abrazo fuerte al de ojos hazel, sonreía a más  no poder. El otro chico le devolvió el abrazo.

—T-te extrañe.—Murmuró en el oído del Alfa, aún llorando, beso la mejilla de Ashton.

—Yo igual, como has crecido.—Dijo Ashton aún abrazado a Calum.

—Igual t-tu.—Lo miro de nuevo a los ojos, realmente lo había extrañado.—Te juro que he esperado este momento, estos seis años. Te juró,  que es uno de los mejores días de mi vida.

El otro, se tenso un poco por las palabras de el menor, no queria destruir el Castillo de su amor. Se sintió culpable, el sabía que tenía una relación con Bryana, pero su pareja destinada era Calum,  la verdadera razón por la cual, Ashton quería regresar, era que quería romper la conección con Calum, quería casarse,  y no era que no quisiese al chico, pero lo suyo, no podía ser.
Y el Alfa juraba, que sólo rompería la conección con el Omega, enserio lo juraba, pero...

—Ashy.—Sus ojos volvieron a estar juntas, el nombre en los carnosos labios del moreno eran la gloria.—Cumpliste tu promesa de rescatarme, Príncipe.—El menor susurro en su oído con cariño.

—Regresé princesa.

¿Qué diablos estaba haciendo?, la culpa se apoderó de sus pensamientos, amaba a Bryana, enserio la amaba, pero ver lo vulnerable que era su Omega, pidiendo su amor. No quería darle esperanzas, pero tampoco romperle el corazón.
Se sentía una mala persona, sintió ganas de llorar, iba a llorar, pero no se lo permitió.

Beso la mejilla de SU Omega.

Las personas en la habitación se habían ido para darles espacio, ambas familias se encontraban en la cocina conversando.

—Vamos a mi habitación, tengo algo que mostrarte.—Dijo el menor, tomando la mano de Ashton y subiendo las escaleras, llegando a su habitación.

—Siéntate.—Dijo el menor con una sonrisa.

Ashton se sentó en la cama de Calum, el moreno buscaba entre sus cosas algo.

—¡Aquí está!.—Exclamo el moreno, en sus manos tenía una especie de libro.

—¿Qué  es eso Calum?.—Pregunto el de ojos hazel.

—Es un álbum de recuerdos, lo tengo desde el momento en que te conocí.—Calum se sentó al lado de Ashton, y abrió el álbum.

—Esto es de la primera vez que nos vimos.—En ella estaba una especie de tapa de refresco.

—Recuerdo eso, hacia mucha calor en Sídney,  tu estabas tomando una soda, yo corría, chocamos, tu soda se tiró en el suelo, tu comenzaste a llorar, tomé una de tus manos, y te compré otro, tu tenías las mejillas muy sonrojadas, al darte cuenta que nuestras manos aún estaban unidas.
Me diste un beso en la mejilla, dando gracias, bebimos juntos la bebida, cuando sentí tu olor,  descubrí que eras mi Omega, mi Alfa me lo decía, lo cual es extraño, considerando nuestra edad.

—Ese fue el mejor día de mi vida.—Sonrió.—Cuando te conocí.

Siguieron ojeando el álbum.

—¿Recuerdas este?.—Pregunto Ashton. Viendo lo que al parecer era una piedra en forma de corazón.

—Si.—Dijo el Omega.—Cuando fuimos juntos a él paraue de diversiones juntos, me compraste un algodón de azúcar más grande que yo, de regreso a casa, me encontre esa piedra, y la tomé, te la obsequie, pero dijiste que la guardará yo, que tu corazón me pertenecía.

El Alfa beso los labios de el Omega, esos labios que no había probado en seis largos años, Ashton tenía una mano en la mejilla de Calum. Sus labios eran una danza lenta y dulce.
Se separaron por falta de aire, el de ojos color hazel abrió los ojos, las mejillas de Calum estaban sonrojadas,  sus labios aún entreabiertos, con los ojos cerrados.

—Este no es uno de mis días favoritos.—Dijo Ashton,  habían llegado, a lo que creian era el final del álbum,   estaba la pulsera que Ashton había regalado a Calum.

—Cumplimos nuestras promesas Ashy,  te esperé,  regresaste por mi.

Lo que no sabía el pequeño moreno, era que había tocado el cielo ficticio  con la mano que nunca pudo sentir, por esperar sentirla junto con el amor de su vida.

King And King》 CashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora