Capítulo 5

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(Sandra)


Hoy es nuestro segundo día aquí, aprovechando que Kate y Roberto estaban haciendo recados de última hora para la boda, me fui con Pol a enseñarle donde creció su madre.

Todo me era nostálgico, Pol no dejaba de hacerme preguntas, hasta que vimos un escenario, en el que estaban dando un espectáculo para niños.

-Mira mama –dijo emocionado.

-Corre siéntate con los demás, yo estaré allí ¿Vale?

-Si –se fue corriendo a sentarse para ver el espectáculo.

Yo me fui donde le había dicho a Pol, desde donde podía ver a mi hijo y el espectáculo, junto a los demás padres.

Pol se lo estaba pasando en grande, donde vivimos no hay estas cosas, y esto es nuevo para él, me encanta verle disfrutar.

-Hola –me saluda un chico poniéndose a mi lado.

-Hola –le saludo sonriendo.

El chico era moreno, no estaba especialmente cachas pero era mono.

-¿Es la primera vez que ves un espectáculo de estos? –me pregunto sonriendo.

-No, de chiquita mis padres me traían cuando había uno.

-Aun te siguen gustando por lo que veo.

-Sí, la verdad es que es nostálgico –dije riendo.

-¿Has venido sola? –me pregunto poniendo ronca la voz.

-No –digo sonriendo- he venido con mi pequeño hombrecito.

-Ooh... ¿Tu hermano?

-Mi hijo.

-¿Tan joven?

-Si –dije poniéndome seria- ¿Te molesta?

-No, tranquila –dijo riendo.

-¿Y tú? ¿Qué haces aquí? –preguntando sonriendo otra vez.

-Soy ayudante del decorado, solo me había pasado para ver si le gustaba a la gente.

-Has hecho un buen trabajo.

-Gracias. Por cierto me llamo Bruno –dijo extendiendo su mano.

-Sandra, encantada –dijo estrechando su mano.

-Bonito nombre.

-Gracias.

-Podríamos quedar otro día y charlar.

No me había dado cuenta de que estaba coqueteando conmigo, debo de estar desentrenada en este tema.

-Mira, estoy aquí de visita, así que no...

-Tranquila, nada serio –dice interrumpiéndome- mira te voy a dar mi número, y tu si quieres quedar un día antes de irte, me llamas.

Me guiño el ojo, mientras me daba el número, luego se marchó. El espectáculo acababa de finalizar. Pol, se levantó y corrió hacia mí, lo cogí en brazos.

-¿Te ha gustado? –le pregunte sonriendo.

-A sido muy guay –dice aun emocionado- Mama, ¿Quién era?

-¿Quién era quién? –pregunte confundida.

-Estabas hablando con un chico.

-No era nadie, cariño.

El hizo una mueca, como si no creyera que fuera verdad. Es normal, que este confuso, siempre hemos estado solos, y los tres únicos chicos que Pol está acostumbrado a ver a mi lado, están casados, mi padre y mi amigo Patrick, o están a punto de casarse, como Roberto.

Mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora