Capítulo 11 Final

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(Sandra)


-¿Todo bien? –me pregunto Roberto al ver que no paraba de mirar a mi hijo.

-Sí, Ricardo se encarga –dije sonriendo.

Roberto y Kate se habían casado, ha sido una boda preciosa, mis lágrimas no lograron retenerse y llore de felicidad.

Ahora estábamos en el convite, yo bailando con Roberto mientras que Kate bailaba con su cuñado.

-Se le ve muy a gusto con Pol –comento Roberto.

Pol y Ricardo habían empezado a llevarse bien desde el principio. Pensé que a Pol le contaría verme con una pareja pero no ha aceptado muy bien. Ricardo está muy feliz de poder disfrutar de Pol.

-A Pol también le gusta Ricardo. Desde que se enteró que es su padre, apenas lo deja alejarse.

-Es normal.

-Haber cuando os animáis vosotros.

-Ganas le ponemos –me dijo riendo.

Cuando acabo la canción, Roberto me dejo para ir con Kate y yo aproveche para ir con Ricardo.

-¿Qué tal? –pregunte cuando llegue a su lado.

-Todo bien- me ofreció la mano- ¿Bailamos?

-Papa... -se quejó Pol antes de que yo pudiera responder.

-¿Qué pasa, patito? –pregunto poniéndose a su altura.

-¿Dónde vais?

-Vamos a bailar, tu puedes ir con tus primas a jugar –dijo refiriéndose a las hijas de Aurora.

-Vale –dijo antes de salir corriendo a jugar.

-Ahora ¿por dónde íbamos? –dijo cogiendo mi mano y acercándome a él.

-No sé –dije haciéndome la tonta de manera obvia.

-Creo que ya recuerdo –dijo antes de besarme- íbamos a bailar.

Me llevo a la pista y bailamos agarraditos. Yo con mis manos en su cuello y las suyas en la parte baja de mi espalda. Pegaditos.

-Estás preciosa –me susurro en el oído.

-Me lo has dicho un millón de veces esta noche.

-Y aun creo que no son suficientes.

-Tonto –digo dándole un golpe cariñoso en el hombro.

-Le he pedido a tus padres que si se podían quedar con Pol...

-¿Por qué has hecho eso? Sabes que no...

-Lo sé, sé que no te llevas aun con tus padres, pero es su nieto y yo quiero una noche para nosotros.

-Pero...

-Shh... -me hizo callar con un beso- hoy mando yo.

-Esto es trampa.

-¿El qué? –dijo sonriendo de manera picara.

Se estaba haciendo el tonto, él sabía a qué me refería. Sabía que si me besaba me tentaba, pero a este juego yo también se jugar, esta noche se iba a enterar.

-Ya lo sabes, pero ya verás luego.

Reímos y bailamos.

Antes de que se fueran los recién casados, nos pusimos todas las mujeres tras Kate, para coger el ramo. Yo estaba en primera fila.

De repente Kate giro para quedar cara a cara y me lanzo el ramo directamente a mí, lo cogí.

-¿Pero qué...? –le empecé a preguntar.

-Sandra.

Me gire al escuchar mi nombre, era Ricardo. Me cogió de la mano.

-Sé que no llevamos mucho juntos pero, no te he dejado de amar desde ese entonces y no me imagina mi vida al lado de ninguna otra mujer. Por eso –se arrodillo frente a mí, saco una cajita la abrió- ¿Quieres pasar el resto de tu vida junto a mí?

Me quede en shock, pasaba la mirada de la cajita a Ricardo, que esperaba impaciente mi respuesta.

-¿Pero tu estas seguro? Yo...

-Sandra, cariño, nunca he estado más seguro en mi vida. ¿Y tú?

-Si quiero –dije lanzándome a sus brazos.

Ricardo se puso en pie con migo en brazos. Todo el mundo estaba aplaudiendo y silbando.

Nos separamos un poco y Ricardo coloco el anillo en mi dedo y nos besamos profundizando el beso.

El anillo no era algo muy llamativo pero para mí era perfecto.

-Te amo –le dije.

-Y yo a ti, cariño.

Nos besamos. No podía ser más feliz.

Ya mataría a Kate cuando volviera de la luna de miel, por hacerme esto, pensé riendo.

Pol vino a nuestro lado y Ricardo le cogió en brazos.

-Yo también te amo, mama.

-Y yo a ti cariño.

-Y a papa también.

-Os amo a los dos, patito –dijo Ricardo haciendo un abrazo entre los tres.


Mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora