Capítulo 6

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(Sandra)


-Mama tengo pipi –me susurro.

-Perdona ¿un servicio?

-Si por aquí –dijo Ricardo.

Seguí a Ricardo, Bruno se quedó con Miriam. En cuanto llegamos solté a Pol.

-Yo solo –dijo entrando al baño y cerrando la puerta.

Me quede en el pasillo esperando a que saliera.

-Entonces Bruno es un amigo.

-Bueno –digo rodando los ojos- lo he conocido hoy.

-¿Y ya tienes esas confianzas? Sí que has cambiado.

-¿Me estas llamando fresca? –pregunte mirándole a los ojos, indignada.

-Solo me preguntaba qué opina tu pareja de esto.

-¿A ti eso que más te da? –pregunte encogiéndome de hombros.

-Solo es curiosidad, nunca te imagine coqueteando con otro teniendo novio.

-Hablo el fiel ¿No? –dije con ironía.

-Lo que paso entre tú y yo fue diferente y lo sabes.

-Pero hay cosas que no cambian ¿No? –digo mirando sus labios.

-Y otras que cambian mucho ¿No? –dice acercando mucho su cuerpo al mío.

-Ya no soy la misma chica que conociste –dije sin moverme.

-Eso es cierto, yo tampoco soy el mismo –dijo pegando su cuerpo al mío y acercando sus labios muy lentamente a los míos.

-¿No? ¿Entonces porque estas a punto de besarme teniendo novia?

Se me quedo mirando como si hubiera caído en la cuenta, de repente, de que tenía novia.

-¿Ves? No has cambiado –digo enfadada.

Lo empuje del pecho hacia atrás, haciendo que diera un par de pasos hacia atrás. Aunque por fuera no se me notara por dentro estaba echa un manojo de nervios, ¡Casi me beso con Ricardo!

En ese momento la puerta del baño se abrió, Pol ya había terminado de ir al baño.

-¿Ya estas, cariño? –dije dulcemente agachándome frente a mi hijo.

-Sí, y me he lavado las manitas yo solo –dijo orgulloso, mientras me las enseñaba.

-Muy bien, que mayor te haces –dije riendo, lo cogí en brazos y me levante.

-¿Vamos a comer? –me pregunto.

-Sí, luego ya vendremos a por el coche para ir al hotel –dije mirando a Ricardo.

-¿Va a venir Bruno? –pregunto Pol.

-Pues no lo sé, ¿Quieres invitarle?

Pol solo se encogió de hombros, y Ricardo negó con la cabeza, enfadado. Le ignore.

Caminamos hacia fuera, Bruno estaba coqueteando con Miriam. A mí no me importo lo mas mínimo, pero a Ricardo pareció molestarle. Me pregunto porque le molesta todo a Ricardo, esta echo un cascarrabias.

Me despedí de Miriam y Ricardo, Bruno acepto venir a comer con nosotros. Deje a Pol en el suelo y me puse bien el bolso, antes de empezar a caminar hacia afuera.

-Eso es de mi mama –dijo Pol.

Así que me gire para ver a Ricardo leyendo el papel, donde Bruno había anotado su número, se me había caído sin darme cuenta, por cierto yo ni siquiera lo había leído. Su mirada pasó a mí y se podía ver furia en ella. Me acerque para coger el papel.

-¿En serio? –me susurro tan flojo que solo lo escuche yo.

-¿Qué pasa ahora? –susurre igual que él.

-¿Es un follamigo? –susurro furioso.

-A ti que más te da –dije poniendo una falsa sonrisa en mi cara.

Cogí el papel y me di media vuelta. No sabía de donde había sacado eso, pero me daba igual, él no se tenía que meter en mis asuntos, y eso me recordaba que tenía que matar a Kate, por esta encerrona que me ha hecho.

Bruno, Pol y yo salimos del taller y nos fuimos a cenar a un restaurante, de los baratos e invite a Bruno, para agradecerle el llevarme al taller.

En cuanto acabamos de comer, y charlar, nos despedimos y decidí ir andando al hotel, ya que quedaba a dos manzanas, con Pol dormido a cuestas. Mientras caminaba llame a Kate.

-Sandy ¿Qué tal el coche?

-Te voy a matar –dije controlando mi tono de voz.

-¿Por qué? ¿Qué he hecho yo ahora? –dijo fingiendo inocencia.

-Me has hecho una encerrona con Ricardo.

-Es que es un buen mecánico ¿Qué quieres que te diga?

-Pues que sepas que vas a ir a recoger mi coche tú, mañana lo quiero en mi plaza de aparcamiento del hotel.

-Pero...

-Nada de quejas, tú me has metido aquí, tú me sacas.

-Vale... ¿Y cómo ha ido? –pregunta de forma picara.

-No ha pasado nada si es lo que preguntas.

-¿Nada de nada? –pregunta confusa.

-Bueno insinuó que era una fresca.

-¿Qué? –Chilló indignada- cuéntamelo todo.

Es una cotilla, bueno es mi amiga quiere saber todo lo que me pasa igual que yo quiero saber lo que le pase a ella.

Le conté todo, con todos los detalles que me iba pidiendo. Le conté como había conocido a Bruno, lo que había pasado cuando Ricardo había visto que me acompañaba Bruno, también la escenita del pasillo, todo, básicamente le conté todo. Incluso mi mentira de mi pareja ficticia.

-¿Y a qué viene eso de follamigo?

-No lo sé. Tampoco es que me interese mucho, que piense lo que quiera.

-Bueno pues quedamos en que yo voy a por tu coche. ¿Si me pregunta por ti, que digo?

-Yo que sé, pues que me ha salido un plan y no he podido venir.

-Se va a pensar lo que no es –dice riendo.

-Ya te he dicho que piense lo que quiera. Además se me ha ocurrido llevar a Pol a un museo de estos interactivos, para que se divierta.

-Se lo pasara en bomba, en aquel que nos llevaron de niñas.

-A ese le llevare, y no mandes a Ricardo para otra encerrona ¿ok?

-Vale –podía notar como había rodado los ojos.

-Hasta mañana.

-Adiós.

Colgué y guarde el móvil en mi bolsillo. Acababa de llegar al hotel, tumbe a Pol en la cama, para que descansara un poco.

Me entro la curiosidad por lo de la nota de Bruno, así que la busque en el bolso y cuando la encontré la leí.

"Bruno

Telf. 665-235-862.

Tu amigo con derechos :)"

Me entro la risa, ¿Qué clase de nota es esta? Está loco, ¿Cómo se le ocurre dar una nota así? Seguro que lo ha escrito de broma, o eso quiero pensar.

Dios... ¡Ahora entiendo la cara de Ricardo! Me volvió a entrar la risa otra vez.

Mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora