Tan solo era un niño que extrañaba a su madre y aun que Todoroki no lo entendiese por completo, sabía perfectamente que no podía odiarlo después de todo el pequeño quería que su carta llegara al cielo.
Mientras tanto el simplemente quería ver al a...
Aclaración : La historia comenzará con leve contenido TodoMomo no soy fan de la pareja pero era necesario espero y lo entiendan.
Tan solo recordarte, una sonrisa aparece en mi rostro, tu cálido recuerdo refugia mí alma recordándome el calor de una familia.
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Agonía, es era la palabra con la que podía describir mi estado actual, no podía dejar de pensar en ti, ni un solo segundo del día.
¿Cuándo fue que comenzó todo este dolor?
Aún recuerdo tu hermosa sonrisa, tus ojos llorosos de felicidad al saber que tenias una vida creciendo dentro de ti, un pequeño ser que nos uniría para siempre.
Los recuerdos no dejaban de fluir por mi mente como una gran cascada sin fin.
Aún recuerdo como nos conocimos y lo difícil que fue que nuestros padres aceptarán lo nuestro.
Las infinitas tonterías que cometimos por nuestra inexperiencia, nuestros caprichos, debilidades y sobre todo el dolor de separarnos.
Nos conocimos en abril apenas me habían transferido, me gustaba estar solo y a ti siempre te veía rodeada de gente, eramos completamente diferentes.
Nunca busque acercarme a ti, es verdad que me llamaste la atención, eras un chica tan deslumbrante y alegre, cualquier chico buscaría acercarse a ti. Y yo no era la excepción, pero en aquel momento solo deseaba morir.
La primera ves que hablamos fue porque nos tocó hacer grupo juntos, fuiste tú la que sin temor alguno se acercó a mí y estableció una conversación, al principio fue extraño y no podía seguirte el paso pero a medida que nos acercamos aquella muralla desaparecia .
Aún recuerdo ese día de julio, cuando Kaminari hizo aquella pregunta que desencadenaria aquellos sentimientos que hasta la fecha había ignorado.
—A ti te gusta Momo no es así? —pregunto sin temor.
No sabía que responder, en primer lugar, ¿Qué significaba gustar?
Estaba confundido, decidí preguntar, recibiendo pistas por parte de Kaminari.
Cada una de esas pistas dadas, encajaban con lo que sentía por Momo, ¿Eso quería decir que ella me gustaba?
🌸
Aquel día lo descubrí, pero decidí callar, por el momento estaba bien para mi ser solo su amigo.
Ella me había aceptado y ayudado, sabía perfectamente mi situación familiar, el gran odio que sentía por mi padre, lo sabía todo y aún así me aceptaba.
Tenía miedo, no quería dañar esa amistad que habíamos construido ¿Qué pasaría si ella no sentía lo mismo que yo?
De tan solo pensarlo mi corazón se estrujaba de dolor.
No recuerdo cuantos años aguante en aquel silencio, dos o tal ves tres años.
Cada ves que te veía sonreír, recordaba con tristeza mi cobardía, si tan solo fuera valiente tu sonrisa ahora fuera solo mía.
Y allí estabas, parada frente a la salida, parecías tener frío con una carta en la mano, me acerque a ti quitándome la bufanda, y en volviéndola en tu cuello con sumo cuidado, sonreíste entregandome aquella carta que minutos atrás sujetabas con fervor.
Después de lerla lo descubrí, sentías lo mismo que yo, corrí lo más rápido que pude para atraparte y decirte lo que sentía.
Temí no llegar a tiempo pero lo hice, te abrace por la espalda y te dije todo lo que había guardado por años.
Comenzamos a salir pero nos duro poco, tu irías a una universidad en el extranjero y yo debía tomar el lugar de mi padre en su empresa.
Ninguno de los dos quería alejarse, pero nuestras familias tenía planes distintos para ambos, acorralados y ya sin salida decidimos escapar.
Comenzaremos una nueva familia, aquella que no había tenido y la que tu no pudiste disfrutar.
No voy a negar que fue difícil, pero a tu lado cada día valía la pena, no teníamos los lujos que habíamos tenido en nuestros hogares pero vivíamos lo suficiente cómodos para vivir.
Concegi un trabajo gracias a la recomendación de Aizawa un viejo amigo de mi madre, las cosas parecían mejorar y la sombra de mi padre ya no estaba tan presente como antes.
Éramos realmente felices con aquella pequeña rutina que habíamos formado en esos dos años que llevavamos juntos, hasta que un día todo cambió.
Te veías pálida, algo nerviosa y no dejabas de caminar de un lado para el otro como esperando algo.
No sabía que pasaba, así que decidí solo observarte, te sentaste al lado mío, sujetaste mis manos y decidiste mirarme a los ojos.
—Shoto tengo algo que decirte —completaste por fin después de tantos rodeos.
Asentí, no sabía que dirías pero el miedo entró en mi ¿Y Si tal ves te arrepentías de todo lo que habíamos pasado?
—Yo.. —murmuraste nerviosa —Se que es muy pronto y tal ves no estemos listos aun pero yo —traste de decir.
—Por favor no me dejes.
Sonreí a pesar de los años que llevábamos juntos aun había cosas que no había visto de ti.
Acaricie tu mano dándote la suficiente confianza para continuar lo que querías decir.
Sonreíste ante mi acto y dirigirse tu mano a tu vientre acariciándo con cuidado y cariño.
—Yo estoy esperando un hijo tuyo —pronunciaste acercando mi mano a tu estómago —Nuestro hijo —Sonreíste.
Sorpresa, eso fue lo que sentí, te miré a los ojos buscando un rastro de mentira en tus ojos, me miraste con ternura, por alguna razón lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.
—Un hijo —Murmure aún sorprendido.
—Si —Sonreíste con pequeñas lágrimas de "alegría" . —Por fin tendremos nuestra familia —pronunciaste mientras me abrazabas.
La felicidad solo es un sentimiento momentáneo que nunca sabes cuando acabará pero, tampoco puedes saber cuando comenzará.
