Caída [Shingeki no kyojin][Levi Ackerman]

Capítulo 1

Tengo miedo, por primera vez después de milenios vuelvo al sentir ese sentimiento tanto humano como divino, no sólo por las bestias gigantes que están rondando y puede que me traguen, sino tambien por lo que los humanos me puedan hacer. No puedo planear actuar como uno de ellos si dos alas más largas que yo brotan de mi espalda, me relacionarán con algún plan para matar titanes.

Están tan desesperados que harán cualquier cosa por acabar con ellos aun si eso significa hacer pacto con el diablo. Me utilizarán de arma para ello y me obligarán a dar mi vida si es necesario, por lo tanto tengo que esconderme cómo sea.

Tengo que tener reposo en mi ala herida si quiero volver con Dios. A mí hogar, pero cometer el pecado de matar y relacionarme con ellos me dejaran afuera del cielo, las puertas no se abrirán para mi aun si me esfuerzo en estar sana para lograrlo.

Veo el panorama que me rodea. Árboles grandes y fuertes se alzaban frente mio y pájaros vuelan encima mío.
Aquí estoy sin saber a donde ir y con un bebé en brazos que llora desesperado por no sentir el calor de su madre después de tanto ajetreo.

Con lágrimas escurriendo de mis mejillas arrullo al bebé mientras le canto una melodía que solía escuchar para dormir si tenia insomnio. Me tranquilizó un poco oír que su llanto disminuía en unos minutos que parecieron eternos.

Camino entre los fondosos árboles y arbustos para encontrar un techo para dormir, seria mejor si fuera una casa abandonada, no tendría problema alguno en usar una manta para el bebé. Me lo tendré que quedar después de ver como su única familia moría de forma tan brutal por el titan que había matado.

Criar. Una palabra que suena tan sencilla pero hacerlo es tan difícil, nunca he criado a nadie en todo mi tiempo viva, será un reto para mi por lo que tengo que empezar ahora aun si son cosas tan simples. Lo mire durmiendo en mis brazos con su ligera cabellera azabache.

Por lo que pude ver sus ojos eran de un verde muy claro y brillante, aunque su piel es blanca lechosa y se nota un poquito subido de peso. Me las ingeniare para alimentarlo, aun si eso significa tener que robar una vaca para hacerlo, ya no podre volver pero no será tan malo si puedo criar a este bebé sin que se manche las manos y siga por el camino del bien.

-Tengo que ponerte un nombre...- Susurro para mi misma, sonreí al verlo bostezar.- Mateo, te llamarás Mateo.

No me sorprende ver las alas pequeñas en su espalda ya que todos los recién nacidos las tienen, las conservarán si no cometen ningún pecado, y aunque las personas no las vean los ángeles si ya que eso nos indica que todavía son un alma pura y sin corromper. Tengo mis dudas si se harán visibles si me quedo con el, si me hago cargo de el puede que se puedan ver a la simple vista de los humanos y recibir mi energía como tal puede que se convierta en un ángel cómo yo después de morir, solo que el sí entrará al cielo y será parte del ejército del señor.

El cielo está gris por lo que imagino va a llover, camino con más prisa para evitar que la criatura que llevo en mis brazos se enferme.

El sonido de ramas romperse me pone la piel de gallina por el temor que tengo aun dentro mio. Me relajo y siento las ganas de reír al ver a lo lejos una granja abandonada y aun con algunos animales dentro del corral vivos, las lágrimas de alegría brotan de mis ojos al encontrar a una vaca y su becerro juntos sin ningún daño en su cuerpo. Los dejo ahí sin preocupaciones alguna al ver como están asegurados entre unas barras de madera al ver detrás del granero una pequeña casa.

Toco la puerta por precaución con miedo de ser asaltada por unos bandidos que estén adentro esperando a algún movimiento. Me tranquilizó al ver que nadie me contestará así que empujó a la puerta con mi única mano libre escuchando el rechinado que emite la vieja madera. Aprieto al bebé contra mi pecho al entrar en aquella descuidada construcción.