Capítulo 4

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A pesar de tener un gusto muy marcado por los días soleados no podía pasar mucho tiempo al aire libre sin estar tapada completamente de pies a cabeza, mi piel era y sigue siendo muy delicada, el contacto directo con el sol durante un tiempo me dejaba marcas rojas durante días e incluso me atrevo a decir semanas. Por eso, es que los días lluviosos o nublados eran como la gloria para mi, medicina para mi piel y poder descansar de estar tapada lo más que pueda, y hoy no era la excepción.

Ya eran como las cuatro de la tarde y seguía afuera de la base. Por lo que supe el Comandante Erwin y el  Capitán Levi no vendrán dentro de aproximandamente dos horas por el juicio de el chico titán.

Como no teníamos nada que hacer Petra y yo mientras esperabamos a que se pasará el tiempo en el que el Capitán se demoraba en llegar nos sentamos en una pequeña barda que hay afuera de la base militar. Aunque antes de venir a afuera Petra me presento al que es nuestro escuadrón, todos fueron muy amables y no dicimularon ver fijamente mis alas, pero eso no es molesto para mi, solo que había una persona que destacaba un poco en nuestro escuadrón y era porque imitaba a cierto Capitán gruñon, pero no era molesto para mi ya que no dijo comentarios malintencionados.

Al pasar a lo que se supone seria el jardin de la base, en un principio el Sol estaba en su mejor momento pero ya no, solamente quedan esponjosas nubes grises cubriendo por completo el cielo, me llena de melancolía observar en este momento el cielo, me recuerda a todos los momentos que pase junto a mis hermanos y pareciera que siente mi pesar.

Es algo muy irónico e inexplicable, es como si estuvieramos conectados. Pero aun así no de dejar llevarme por la tristeza, tengo que cuidar a mi bebé.

Se que Petra a notado mi pesar en mi mirada pero no comenta nada, tal vez por no tener la suficiente confianza o porque ella debe de saber como me siento, después de todo siempre se pierde estando en la Legión de Reconocimiento.

No tenía que tener mucho tiempo aquí para darme cuenta de las miradas de todos, siempre se pierde algo para poder ganar. Si quieres ganar hay que sacrificar algo, no importa si es valioso o no, eso no es relevante pero dependiendo de tu propósito se tomará en cuenta que es lo que tendrás que sacrificar.

El mundo siempre ha sido cruel, pero hay otras cosas que lo recompensan, como el amor, amigos, familia, sueños y esperanzas. Lo único que tengo es el amor hacia mis hermanos y por el pequeño bebé en mis brazos, una nueva amiga que se preocupa por mi desde que me vió por primera vez y la esperanza de poder disfrutar un tiempo más a estos últimos dos y de poder darles un mundo libre de las bestías gigantes que estan afuera de los muros.

Mateo estrujó entre sus pequeñas y regordetas manos mi cabello lacio y castaño. Sonreí al ver que se lo quería llevar a la boca, era muy tierno verlo entretenido con los mechones de cabello mio. Estaba sentado en mis piernas por lo que asegure acercandoló aun más a mi con una mano en su espalda su cuerpecito pequeño y blando y empece a depositar ligeros besos en sus coloreadas mejillas. Este solo reía ante mi ataque.

–Eres realmente hermosa... – volteo a ver a Petra después de escucharla.

–Gracias, aunque creo que hay personas aun más hermosas. –al decir eso apareció cierto azabache en mi mente. –Recuerda Petra, lo bello de una persona se encuentra en su interior. Lo de afuera es meramente apariencia.

–Pero aun así, tu eres hermosa, no solamente me refiero a lo fisíco sino que apesar de todo lo que ocurre a tu alrededor no te dejas influenciar por los sentimientos negativos, y si los llegas a sentir solamente es durante un momento. –quitó su mirada sobre mi y la posó sobre un viejo árbol. –Eso es de admirar, por que aún tienes tu sonrisa sincera para los demás.

Caída [Shingeki no kyojin][Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora