Capítulo 2

2.3K 287 114
                                    

Lo mire fijamente aún después de varios minutos en la misma postura, no quería apartar la mirada del lindo bebé en mis brazos. Sentía que si lo hacía lo descuidaría lo suficientemente como para que se lastime por más ridículo que suene.

Tenía horas sentada en el mismo lugar con la misma postura y comenzaba a sentir una extraña necesidad de levantarme del suelo, estirar mi cuerpo y comenzar a buscar a personas por los alrededores, por más ridículo que suene, se que encontraré la forma de pasar con los animales al otro lado de la muralla donde las otras personas están a salvo.

Necesito encontrar a alguien urgentemente.

Me levanté cuidadosamente del suelo evitando movimiento bruscos para no despertar a la linda bola de grasa en mis manos. Mateó era tan blanco y llenito que me recordaba a una vieja comida japonesa. Se llama mochi.

Las ganas de agarrar sus mejillas se hacían presentes, los dedos me empezaban a cosquillar por la reciente necesidad pero tuve que ignorarla a pesar de todo, no podía arriesgarme a despertarlo y tener su llanto como llamado de Titanes.

Al estar completamente parada ví a mi alrededor buscando con la mirada a los animales y al notar que seguían en la misma posición en la que se quedaron al principio de la noche me acerque a ellos. Con cuidado movi un poco a la vaca, al hacerlo se levantó junto con su becerro, el caballo era el único que se encontraba bebiendo agua desde hace rato por lo que simplemente tome la cuerda que sostenía a los otros animales y camine hasta el para acariciarlo y y montarme sobre el apesar de tener dificultades por tener al bebé entre brazos y sin contar que mi estatura no me ayudaba en nada.

Estando lista y cómoda le doy un pequeño golpe con el pie para que comience a caminar lento, no quería que sucediera ningún accidente así que era mejor prevenir que lamentar.

Las horas pasaron y para cuando me quise dar cuenta comenzaba a atardecer y la pequeña bolita de grasa soltaba sollozos, rápidamente saque el biberón con un poco de leche preparada para darle de comer.

Observé que la leche desaparecía un poco rápido del biberón, por lo que trate de mecerlo para dormilo. No podía arriesgarme a exponernos así de fácil y rápido pero no pude lograr que cierre sus orbes verdes ya que entre más caminaba el caballo en lo que parecía un pueblo por las casas que rodeaban todo más se escuchaba los gritos, cuchillas, el sonido de la tierra temblar, personas dando órdenes y por último un rugido que llamó mi atención.

Me baje del caballo rápidamente, estaba empezando a sentir que tal vez lo próximo que viera cambiaría todo lo que pudiera llegar a suceder en este mundo por lo que también solté a la vaca y a su becerro, lo único que llevaba era las cosas para el bebé.

Decidí caminar hasta dar con lo que me tenía inquieta pero al escuchar como dejaban en el suelo algo sumamente pesado y grande mande todo al carajo, no me estaba gustando para nada ésto. Así que importandome poco los que vieran mis alas quité la manta que me cubría y la deje tirada en el sucio suelo y vole encima de las casas destruidas o descuidadas.

Pero lo próximo que ví simplemente me dejó helada, por un momento se me olvido como respirar al ver como un Titán de cabellos castaños se dejaba caer al suelo para después dejar salir vapor cerca suyo, las personas se acercaron a este mismo para proceder a cortar la nuca del Titán y sacar a una persona de ahí. Tampoco ignore la inmensa roca que se encontraba tapando la entrada de los Titanes. Sin embargo lo que más me sorprendió fue como el muchacho que desprendieron de la nuca del Titán no se haya fusionado con este mismo.

Sin darme cuenta me encontraba volando hasta ellos pero de reojo ví como uno de los Titanes que se encontraban adentro del muro trataba de atraparme entre sus manos al ver al bebé en mis brazos, lo esquive con facilidad tremenda y me fui de ahí lo más rápido que pude.

Caída [Shingeki no kyojin][Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora