Renesmee y Alec se encuentran en medio de un amor prohibido. Su relación florece en secreto de todos, pero su felicidad se ve amenazada cuando los Vulturis tienen planes que involucran a Alec. Alec, en un acto desgarrador de amor, decide sacrificars...
Renesmee se iba a casar. La idea no me gustaba en absoluto, porque sabía que ella amaba a Alec, no a Nahuel. Sin embargo, ella había decidido seguir adelante con esta boda, y no podía negarme a organizar el evento. Organizar bodas era algo que me apasionaba, incluso si mi corazón no estaba completamente en ello esta vez.
La primera parada fue llevar a Nahuel a buscar su traje de novio. Cuando llegamos a la tienda, hice que se probara una infinidad de trajes.
—Alice, en serio, cualquiera está bien —me dijo Nahuel, suplicante.
—Mira, niñito, te los pruebas o te arrepentirás —le respondí con una sonrisa amenazadora. Me miró asustado y corrió al probador a cambiarse. Jasper se acercó y me dio un beso.
—Eres muy mala—dijo, sonriendo.
—Jasper, sigo preocupada —le confesé.
—¿Es por Nessie, cierto? —me preguntó, leyendo mis pensamientos.
—Sí, aunque estoy feliz organizando una boda, no estoy segura de que se deba realizar.
—Lo sé, Alice. Yo tampoco estoy contento con esto. Nessie va a pasar toda su vida con alguien a quien no ama.
—¿Y este traje qué tal? —nos interrumpió Nahuel, saliendo del probador.
—No, cámbiate. Pareces un paté —le dije, sin rodeos.
—Oye, no seas cruel —protestó Nahuel, pero volvió al probador.
NAHUEL POV:
Ir a comprar el traje para la boda con Alice y Jasper resultó ser un gran error. Alice me hizo probarme al menos cincuenta trajes, y ninguno le gustaba. Estaba agotado y lo único que quería era ir a ver a Nessie.
—Alice, ¿te gusta este traje? —pregunté, ya sin esperanza.
—No, pruébate el siguiente —respondió ella, sin inmutarse. La vendedora intervino con un tono conciliador.
—Señorita, el traje que se va a probar el señor es el último que queda en la tienda.
—Bueno, entonces cámbiate, Nahuel —dijo Alice, con un gesto de aprobación. Me cambié una vez más y salí del probador. Alice me miró con una expresión de sorpresa.
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—Este sí es el traje ideal, es perfecto.
—¡AL FIN! —gritamos Jasper y yo al unísono.
—OIGAN —protestó Alice, pero luego nos reímos todos juntos.
RENESMEE POV:
Nahuel me contó qué había pasado TODA la tarde probándose trajes para la boda. Afortunadamente, yo ya tenía el mío. No le había costado tanto a Alice elegirlo, pero sí que eligió bien. Mi vestido era perfecto.
—Nessie, ven, queremos que veas la lista de invitados —me llamó mi tía Rose.
—Claro, ¿cómo va eso? —me acerqué a ellas, curiosa. Mi mamá comenzó a hablar:
—Mira, del clan Denalí tenemos a: Carmen, Eleazar, Tanya, Kate y Garrett. Del clan del Amazonas: Kachiri, Senna y Zafrina. Del clan egipcio: Amun, Benjamín, Kebi y Tía. Del clan Irlandés: Liam, Maggie y Siobhan. Y algunos de los nómadas: Alistair, Charles, Charlotte, Makenna y Peter. Finalmente, los Vulturis: Aro, Cayo, Marcus, Sulpicia, Athenedora, Chelsea, Demetri, Félix, Heidi, Jane, Renata, Afton, Santiago, Corin y Alec.
Alec. Alec vendría.
—Mamá, ¿es realmente necesario que asistan los Vulturis? —pregunté, tratando de ocultar mi nerviosismo.
—Nessie, mi vida, adoras a Jane, Demetri y Félix. ¿Por qué la pregunta? —respondió mi mamá, confusa.
—Mamá, es quela presencia de los maestros, me incomoda.
—Mi niña, nada va a pasar. Además, ya enviamos las invitaciones. Sería de mala educación no invitarlos.
—Sí, mami, tienes razón.—Mi abuelita Esme intervino con una sonrisa tranquilizadora.
—¿Estás nerviosa?
—Un poco —admití.
—Bueno, la boda es en tres días. Es normal que estés nerviosa —dijo mi tía Rose.
—Solo tres días...
Los siguientes días fueron una mezcla de emociones y preparativos frenéticos. Alice estaba en su elemento, organizando cada detalle con precisión milimétrica. Las flores, la música, la comida, todo tenía que ser perfecto. Aunque mi corazón estaba dividido, traté de mantenerme enfocada en los preparativos y en las personas que me rodeaban.
ALICE POV:
La energía de la casa era grande con todos los preparativos. Había un aire de emoción, pero también una tensión palpable. Jasper me ayudaba a mantener la calma, pero podía sentir su preocupación por Renesmee.
—Alice, ¿puedo hablar contigo? —me llamó Esme, mi madre adoptiva.
—Claro, mamá. ¿Qué pasa?
—Estoy preocupada por Renesmee. Parece feliz, pero hay algo en sus ojos... Una tristeza que no puedo ignorar.
—Lo sé, mamá. Yo también lo siento. Pero esto es lo que ella ha decidido, y solo podemos apoyarla.—Esme suspiró, asintiendo lentamente.
—Solo quiero que ella sea feliz, Alice. Ella merece ser feliz.
