CAPÍTULO 24: SOLUCIÓN

815 43 2
                                    

RENESMEE POV:

Estaba en mi habitación, aún no me dejaban levantarme. Aunque, por una parte, eso era bueno porque apenas lo hiciera, mi padre me llevaría de regreso a Forks. Estos días Alec ha estado muy extraño. Quiero decir, está ausente, como si estuviera pensando en otra cosa. Ahora está sentado en la silla que está a pocos metros de la cama. Lo miro, está distante, lo sé, parece preocupado. ¿Qué estará pensando? En estos momentos, desearía poder leer mentes.

—Alec —dije, pero no respondió—. Alec —seguí sin obtener respuesta—. ¡Alec! —grité finalmente.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —dijo llegando a velocidad vampírica hasta mi lado.

—Sí, es solo que has estado raro estos días.

—¿Raro?

—Sí, Alec, raro. Algo te pasa.

—No me pasa nada —dijo levantándose de la cama.

—Te conozco, eres mi novio —él me miraba atentamente—. ¿Me puedes decir qué es lo que te pasa?

—Nada, todo está bien —dijo nervioso.

—Está bien, si no me quieres contar, es tu problema —dije recostándome en la cama y dándome la vuelta para darle la espalda.

—Renesmee, no seas infantil —dijo.

—No soy infantil.

—Sí lo eres.

—Bueno, si soy tan infantil, ¿por qué estás conmigo? —le dije aun dándole la espalda. La verdad, estaba enojada. ¿Por qué no confiaba en mí?

—Estás enojada.

—No —respondí cortante.

—No era una pregunta —era verdad. ¿Por qué me conocía tan bien?

—Solo déjame.—No dijo nada. Yo seguía dándole la espalda. ¿Qué era lo que escondía? ¿Tan grave era para que no me lo quisiera decir? ¿Se trataba de mí? ¿A lo mejor ya no quería estar conmigo? ¿Qué le pasaba?

—Nessie, no te enojes —dijo aún parado. Yo no le respondí—. ¿Quieres saber por qué estoy contigo? —seguí sin responderle—. Estoy contigo porque eres tú la que me alegra el día, eres tú el sol que me alumbra el camino cada día. Estoy contigo porque desde que te conocí, no dejo de pensar en ti. No puedo sacarte de mi cabeza, porque solamente tú eres la dueña de mi corazón. Estoy contigo porque me encanta que tengas esas rabietas de niña pequeña, que te enojes por tonterías y por tu forma de ser, mitad niña, mitad mujer. Estoy contigo porque me encantan tus ojos chocolate, me encantan tus mejillas sonrojadas, me encantan tus labios, me encanta tu cuerpo. Me encantas tú y, bueno, resumiendo: estoy contigo porque te amo, Renesmee.—¿Por qué tenía que ser así? ¿Por qué él tenía que ser mi debilidad? ¿Por qué no puedo enojarme con él? Me senté en la cama y, no sé cómo, él ya estaba sentado a mi lado.

—Eres un idiota —le dije sonriendo.

—Tal vez, pero quiero ser TU IDIOTA —dijo devolviéndome la sonrisa. ¿Cómo alguien se puede enojar con él?

—Eres mi debilidad —le dije acariciando su mejilla.

—Y tú eres la mía.—Se acercó a mí y me besó. Cómo disfrutaba el roce de nuestros labios. Me separé un poco de él y le hablé.

—Solo dime si te puedo ayudar en algo.

—No, solo, no te preocupes.

—Está bien.—En ese momento, tocaron la puerta. Alec se separó completamente de mí. Dije un «Adelante», lo suficientemente fuerte para que me pudieran escuchar.

.·:*¨༺NO PUEDO DEJARTE DE AMAR༻¨*:·.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora