Kristen Collins una chica de 17 años, al morir su madre se muda un pueblo de Pensilvania llamada Hemlock Grove.
Todo en su entorno cambiará al conocer a los hermanos Godfrey, su curiosidad por saber más sobre las extrañas cosas que pasan la meterán...
Estaba segura que era el chico de aquella noche, no le vi el rostro pero su voz es exactamente la misma. Alze la mirada, a decir verdad era un chico muy alto.
- ¿Tú qué crees? - lo mire.
- No fue mi intención, Kristen - sonrió el chico.
- ¿Te conozco? - me crucé de brazos.
- Soy Roman, Roman Godfrey - me extiendo la mano.
- Bueno ya sabes mi nombre, como todos - susurre lo último y estreche su mano - ¿por qué pretendes asustarme? - solté su mano.
- ¿Asustarte? para nada, yo vengo aquí como de costumbre - dijo él.
- Como sea - me aparte y camine.
- Es estúpido de tu parte estar en el bosque sola ¿qué no te dijeron? - digo el chico dándose la vuelta.
Me detuve y volteé.
- ¿Así que soy estúpida por ser tan ingenua como la gente de aquí? - reí leve y lo mire.
- Era de esperarse, sabes no eres tan bonita como todos dicen - se acercó a ella mirándola fijamente - me dirás ¿cómo fue que ocurrió la muerte de tu madre? - dijo tratando de usar su hipnosis.
Me quedé mirando fijamente sus ojos por varios segundos, para después alejarme un poco negando.
- ¿Qué? - enarque una ceja - no se que clase de jueguito o estúpida broma sea esta, pero no se te ocurra volver a tocar el tema -
Él se sorprendió al ver mi reacción, imagino que no se lo esperaba, claro seguro está acostumbrado a que todos hagan o digan lo que él quiere. Escuche que los Godfrey tienen muchos terrenos y dinero en el lugar, entre más cosas.
- ¿Qué fue eso? - dijo Roman.
- Eso prueba que claramente no todos hacen o dicen lo que quieres. -
Me aleje y camine a la plaza.
|| Roman Godfrey. ||
Sus palabras claramente me habían sorprendido, la hipnosis no funcionó, era claro que esta chica no era como el resto. Camine hacía el remolque de Peter, me acerqué a la puerta de la cual este abrió.
- Oh, eres tú ¿qué pasa? - dijo Peter.
- ¿Puedo pasar? - pregunté.
Peter se hizo aún lado, entre me senté en el sofá y saque un cigarrillo.
- ¿De qué quieres hablar? - preguntó Peter sentándose.
- ¿Dónde te habías metido? - pregunté mientras fumaba.
- Roman, te conozco sé que no has venido por eso - dijo mirándome - se trata de la chica y si ya la conocí. -
- ¿Y entonces? -
- Tiene carácter, es muy curiosa, pequeña pero bastante linda, trate de asustarla hablándole de los upir, pero penso que la ofendia, claramente no sabe mucho. -
- Creo que su llegada no es casualidad, aunque parece no saber nada. Aún así deberíamos estar pendientes - me puse de pie - te veo mañana en el colegio - salí y camine a mi auto.
Al llegar a casa subí a mi habitación cerrando la puerta me acerqué a la ventana pensando en que era lo que pasaría.
|| Kristen Collins. ||
Que chico tan egocéntrico, ¿cómo supo lo de mi madre hasta donde yo tenía entendido nadie lo sabía ¿será que mi tía dijo algo? no, no creo. Al camino por accidente choque con alguien.
- Oh, perdón no fue mi... - alze la mirada y sobre salte un poco.
Wow, jamás había visto a alguien así. Creo que mi reacción la incómodo un poco.
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- Perdón - dijo la chica usando la bocina de un teléfono para después alejarse.
- No, no espera - me acerqué a ella poniendo mi mano en su brazo.
La chica era muy alto y yo, bueno apenas si alcanzaba el timbre.
- Disculpa mi reacción, no fue mi intención, venía algo distraído - sonreí - soy Kristen. -
La chica parecía más tranquila me regaló una sonrisa.
- Soy Shelley Godfrey - dijo.
¿Godfrey? ¿otra Godfrey? parece que el pueblo estaba repleto de ellos pero a diferencia del chico de hace un rato, ella era más simpática.
- Así que Shelley, que lindo nombre - sonreí - bueno yo soy nueva aquí, así que puedes decirme Kris. -
La chica parecía emocionada, creo que le agrade y ella a mí.
- ¿Vienes sola? - pregunté.
- No... - antes de que pudiera terminar su oración una mujer se acercó.
- Cariño, ¿por qué te alejas? vamos a casa - dijo la mujer mirando a Shelley.
- Estoy platicando con Kris -
De inmediato la mujer me miro.
- ¿Te conozco? - dijo.
- No creo, soy Kristen Collins llegue hace unos días. -
La mujer borró la sonrisa del rostro al escucharme, desvía la mirada.
- Shelley, te he dicho que no hables con gente extraña, vámonos cariño - dijo para después alejarse de mí.
