Kristen Collins una chica de 17 años, al morir su madre se muda un pueblo de Pensilvania llamada Hemlock Grove.
Todo en su entorno cambiará al conocer a los hermanos Godfrey, su curiosidad por saber más sobre las extrañas cosas que pasan la meterán...
Sentí como alguien me detuvo del brazo y al darme la vuelta, lo mire.
- Kai - sonreí leve - ¿qué pasa? -
- No pude evitar venir contigo, luces muy hermosa - sonrió.
- Gracias - me sonroje - igual luces muy atractivo - me separé volteando alrededor cuando sentí un jalón y como este me apego a él - ¿acaso intentas escapar de mí? - susurro Kai tomándome del mentón.
- No, ¿por qué habría de hacerlo? - susurre mirándolo directo a los ojos.
- Tal parece que sí - dijo con una sonrisa en su rostro mientras acariciaba mi mejilla - pero ya no puedes escapar de mí, ¿bailas conmigo? -
Sus palabras y la cercanía entre ambos me pusieron nerviosa, pero me mantuve firme tratando de ocultarlo - claro - dije antes de dirigirnos a la pista de baile.
《 Olivia Godfrey.》
Bebía de mi copa de vino mientras observaba como Kai se dirigía a la pista de baile con esa chica. Esos ojos y esa mirada, podría reconocerlas donde fuera, desde luego no iba a permitir ni un segundo más que mi Kai estuviese con esa chica. Al igual que note que Roman nos les quitaba la mirada de encima, ¡no! la historia no puede volver a repetirse. Me acerqué hasta Roman.
- Tal parece que tú hermano ha encontrado diversión en otro lado, pero no sé, no creo que ella sea la chica adecuada - bebí de mi copa observando como Kai bailaba junto aquella chica, parecían disfrutarlo en especial él. Por otro lado Roman no se miraba muy alegre ya que no les quitaba la mirada de encima.
- ¿En verdad? - sonrió Roman tomando de su vaso de whisky - a mí me parece lo contrario - dijo antes de caminar hacia otro lado.
Me acerco a alguno de los meseros y le susurró algo para después volver con el resto de los invitados.
《Kristen Collins.》
Seguía bailando junto a Kai me contaba sus anécdotas de niño cuando asistía a estos eventos, era muy divertido. Al terminar nos separamos y fui por un poco de agua, cuando el barman me entregó mi vaso con agua también me dio una nota "TE ESPERO AFUERA" decía la nota, de inmediato miré alrededor. En eso Kai se acercó a mí.
- ¿Pasa algo? - pregunto.
- No, descuida - sonreí y me termine mi agua.
- Mentir no se te da, linda - dijo sonriendo - pero bien, digamos que te creo. Ven vamos a caminar. -
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