" PEQUEÑO DEMONIO."
¿Protectores?
Esas fueron las palabras de aquella chica parada junto a la puerta.
- Así es, somos los encargados de cuidar de ti. - Miré al chico.
- Kristen, tú eres muy valiosa para los de nuestra especie. - Dijo la chica castaña.
- ¿Qué clase de estúpida broma es esta? - Grite y arroje varios libros que estaban en el suelo. - ¿Roman? ¿Kai? ¿Acaso fue Peter? - Los miré molesta.
- Hey, basta. Eres toda una fiera. -
- A todo esto, ¿cuáles son sus nombres? - Suspire. - Ya que si intentan jugarme una broma, juro que lo pagarán. -
Ambos intentaron contener la risa, al parecer mi actitud les causaba gracia.
Idiotas.
Mi nombre es Brant Langford y ella es Kelley Sadik. - Dijo el hombre sentado en la cama.
¿Brant Langford? Ya había escuchado ese nombre antes.
Pero, ¿en dónde?
Clarissa Godfrey.
Me dirigí a la habitación de mi madre donde estaba sentada frente al tocador cepillando su cabello, entre y cerré la puerta detrás de mí.
-¿Por qué no me dijiste? - Levante la voz.
- ¿Decir qué, cielo? - Me miro por el espejo.
- Basta, sabes de lo que habló. Esa mocosa no está sola. - Pase las manos por mí cabello. - Ella no es una chica normal. -
- Eso quiere decir que no pudiste hacer lo que te pedí. - Se levantó girándose hacía mí. - Si esta viva Roman y Kai te van a odiar, no pudiste hacer algo tan sencillo. -
- ¿Y por qué tú no lo hiciste? ¿Acaso te aterra que ellos o mejor aún ella sepan la verdad? - La miré.
- ¿De qué verdad hablan? - Me tense al escuchar la voz de Roman, al girarme él y Kai estaban justo de pie ante el marco.
Esto no podía ser peor.
- Cariño, no es nada de su interés. ¿Se les ofrece algo? - Pregunto madre quien igual estaba nerviosa.
Claramente su farsa estaba por caer y yo no quiero ensuciarme en ella.
- Suficiente, me largo. - Camine hasta la puerta pasando entre los dos cuando siento el agarre de Roman.
- Te hice una pregunta, Clarissa. -
- Pregúntale a mamá, mejor. - Me solté y camine.
- ¿Qué le hiciste a Kristen? -Me detuve y aprete los puños al escuchar a a Kai.
Maldita mocosa.
Me negué a responder o siquiera girarme y salí de la casa.
Roman Godfrey.
Le hice una clara señal a Kai de que fuera por ella, una vez que este se fue entre a la habitación y cerré la puerta.
- Lo diré una vez Olivia, ¿qué diablos ocultas? - Camine alrededor.
- No sé de que hablas, cariño. - Se senté nuevamente en su silla frente al tocador.
- Por una estúpida vez deja de mentir. Ya no te sale, Olivia. - Me acerque a la ventana. - Que tan bajo has caído como para usar a tu propia hija en esto o que tan estúpida fue Clarissa como para dejarse engañar. -
Ella bajo el cepillo de sus manos y se puso de pie.
- Es suficiente, Roman. Todo esto que hago es por ustedes. Tú y Kai estan perdiendo la cabeza por esa mocosa, ella es la culpable de mis problemas. Una simple humana. - Levantó la voz.
Me giré hacía ella y sonreí negando.
- No fingas que lo haces por nosotros. Kai, Shelley, Clarissa y mucho menos yo te importamos. Mandaste a Clarissa a matarla antes de que todos sepan la verdad, ya que Kristen será tú perdición.
Ahora entiendo porque todos esos encuentros con la tía. - Camine a su alrededor.- ¿Tía? ¿De qué hablas? - Me miro.
- ¿Tan ingenuo crees que soy? Si algo aprendí de ti, es eso. Los golpes inesperados, desde que Clarissa volvió tuve la ligera sospecha de esto y es por ello que tengo a alguien que vigila todos tus pasos, Olivia y cuando me entere de esto desearas estar muy lejos de este lugar. - Caminé hasta la salida pero me detuve al oir sus palabras.
- No soy la única con secretos. ¿Sabes lo qué pasará cuando ella se enteré de todo lo que tú y Kai han hecho? -
- Lo tengo claro, "madre". -
- Ella es mucho peor, Roman. - Fueron sus últimas palabras antes de salir.
Kai Godfrey.
- Clarissa, basta. - La tome fuerte del brazo y la jale.
- Sueltame, maldita sea. - Se apartó y pasó las manos por su cabello. - Ella me engaño, yo hice esto por ustedes. Tú y Roman terminarán mal y esa estúpida será la causa. -
- Ella no me interes...
- Por favor, ¿a quién quieres engañar?
Yo he visto como la miras, yo los ví como discutían aquella noche y también Roman como intento, agh olvídalo. -- Ella es mi amiga y un ser humano. No puedes asesinarla. ¿Dónde está? -
- No lo sé, ella es más difícil de lo que pensé. Dos personas se la llevaron creo. -
- ¿Quiénes? - La miré.
- Para eso entonces quizá Roman ya se te adelantó o mejor aún Peter. Ya sabes que ella estaba en el lago casi desnuda con Peter cuando la busque y es impresionante como se protegían el uno al otro. - Mostro una leve sonrisa.
Tense la mandíbula y aprete los puños para después suspirar.
Conozco su objetivo y no lo va a lograr.
— No te funcionará. —
— ¿Quieres apostar? — Su voz era desafiante.
¿Kristen y Peter? No puede ser.
Kristen Collins.
Después de haber escuchado la falsa historia sobre seres del infierno de Brant y Kelley, logré que me dejaran ir. Esto era absurdo.
Caminaba por las calles, por alguna extraña razón comencé a recordar todo lo que me ha pasado desde que llegué y esto no puede se casualidad.
Los asesinatos, las historias de Peter, aquel hombre del bosque y la voz de mi madre.
Al fin logré llegar a casi y justo a tiempo ya era bastante tarde. Al entrar las luces se encontraban apagadas.
— ¿Tía? — Cerré la puerta y camine hasta la sala. — ¿Adrien? —
Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Al darme la vuelta podía apreciar una silueta femenina a unos cuantos metros.
— Ha llegado la hora, mi pequeño demonio. —
¿¡Mamá!?
Hola lectoras.
Espero les guste el capítulo.❤
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¡Sólo mía!
FanfictionKristen Collins una chica de 17 años, al morir su madre se muda un pueblo de Pensilvania llamada Hemlock Grove. Todo en su entorno cambiará al conocer a los hermanos Godfrey, su curiosidad por saber más sobre las extrañas cosas que pasan la meterán...