Capítulo 19.

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" PEQUEÑO DEMONIO."

¿Protectores?

Esas fueron las palabras de aquella chica parada junto a la puerta.

- Así es, somos los encargados de cuidar de ti. - Miré al chico.

- Kristen, tú eres muy valiosa para los de nuestra especie. - Dijo la chica castaña.

- ¿Qué clase de estúpida broma es esta? - Grite y arroje varios libros que estaban en el suelo. - ¿Roman? ¿Kai? ¿Acaso fue Peter? - Los miré molesta.

- Hey, basta. Eres toda una fiera. -

- A todo esto, ¿cuáles son sus nombres? - Suspire. - Ya que si intentan jugarme una broma, juro que lo pagarán. -

Ambos intentaron contener la risa, al parecer mi actitud les causaba gracia.

Idiotas.

Mi nombre es Brant Langford y ella es Kelley Sadik. - Dijo el hombre sentado en la cama.

¿Brant Langford? Ya había escuchado ese nombre antes.

Pero, ¿en dónde?

Clarissa Godfrey.

Me dirigí a la habitación de mi madre donde estaba sentada frente al tocador cepillando su cabello, entre y cerré la puerta detrás de mí.

-¿Por qué no me dijiste? - Levante la voz.

- ¿Decir qué, cielo? - Me miro por el espejo.

- Basta, sabes de lo que habló. Esa mocosa no está sola. - Pase las manos por mí cabello. - Ella no es una chica normal. -

- Eso quiere decir que no pudiste hacer lo que te pedí. - Se levantó girándose hacía mí. - Si esta viva Roman y Kai te van a odiar, no pudiste hacer algo tan sencillo. -

- ¿Y por qué tú no lo hiciste? ¿Acaso te aterra que ellos o mejor aún ella sepan la verdad? - La miré.

- ¿De qué verdad hablan? - Me tense al escuchar la voz de Roman, al girarme él y Kai estaban justo de pie ante el marco.

Esto no podía ser peor.

- Cariño, no es nada de su interés. ¿Se les ofrece algo? - Pregunto madre quien igual estaba nerviosa.

Claramente su farsa estaba por caer y yo no quiero ensuciarme en ella.

- Suficiente, me largo. - Camine hasta la puerta pasando entre los dos cuando siento el agarre de Roman.

- Te hice una pregunta, Clarissa. -

- Pregúntale a mamá, mejor. - Me solté y camine.

- ¿Qué le hiciste a Kristen? -Me detuve y aprete los puños al escuchar a a Kai.

Maldita mocosa.

Me negué a responder o siquiera girarme y salí de la casa.

Roman Godfrey.

Le hice una clara señal a Kai de que fuera por ella, una vez que este se fue entre a la habitación y cerré la puerta.

- Lo diré una vez Olivia, ¿qué diablos ocultas? - Camine alrededor.

- No sé de que hablas, cariño. - Se senté nuevamente en su silla frente al tocador.

- Por una estúpida vez deja de mentir. Ya no te sale, Olivia. - Me acerque a la ventana. - Que tan bajo has caído como para usar a tu propia hija en esto o que tan estúpida fue Clarissa como para dejarse engañar. -

Ella bajo el cepillo de sus manos y se puso de pie.

- Es suficiente, Roman. Todo esto que hago es por ustedes. Tú y Kai estan perdiendo la cabeza por esa mocosa, ella es la culpable de mis problemas. Una simple humana. - Levantó la voz.

Me giré hacía ella y sonreí negando.

- No fingas que lo haces por nosotros. Kai, Shelley, Clarissa y mucho menos yo te importamos. Mandaste a Clarissa a matarla antes de que todos sepan la verdad, ya que Kristen será tú perdición.
Ahora entiendo porque todos esos encuentros con la tía. - Camine a su alrededor.

- ¿Tía? ¿De qué hablas? - Me miro.

- ¿Tan ingenuo crees que soy? Si algo aprendí de ti, es eso. Los golpes inesperados, desde que Clarissa volvió tuve la ligera sospecha de esto y es por ello que tengo a alguien que vigila todos tus pasos, Olivia y cuando me entere de esto desearas estar muy lejos de este lugar. - Caminé hasta la salida pero me detuve al oir sus palabras.

- No soy la única con secretos. ¿Sabes lo qué pasará cuando ella se enteré de todo lo que tú y Kai han hecho? -

- Lo tengo claro, "madre". -

- Ella es mucho peor, Roman. - Fueron sus últimas palabras antes de salir.

Kai Godfrey.

- Clarissa, basta. - La tome fuerte del brazo y la jale.

- Sueltame, maldita sea. - Se apartó y pasó las manos por su cabello. - Ella me engaño, yo hice esto por ustedes. Tú y Roman terminarán mal y esa estúpida será la causa. -

- Ella no me interes...

- Por favor, ¿a quién quieres engañar?
Yo he visto como la miras, yo los ví como discutían aquella noche y también Roman como intento, agh olvídalo. -

- Ella es mi amiga y un ser humano. No puedes asesinarla. ¿Dónde está? -

- No lo sé, ella es más difícil de lo que pensé. Dos personas se la llevaron creo. -

- ¿Quiénes? - La miré.

- Para eso entonces quizá Roman ya se te adelantó o mejor aún Peter. Ya sabes que ella estaba en el lago casi desnuda con Peter cuando la busque y es impresionante como se protegían el uno al otro. - Mostro una leve sonrisa.

Tense la mandíbula y aprete los puños para después suspirar.

Conozco su objetivo y no lo va a lograr.

No te funcionará. —

— ¿Quieres apostar? — Su voz era desafiante.

¿Kristen y Peter? No puede ser.

Kristen Collins.

Después de haber escuchado la falsa historia sobre seres del infierno de Brant y Kelley, logré que me dejaran ir. Esto era absurdo.

Caminaba por las calles, por alguna extraña razón comencé a recordar todo lo que me ha pasado desde que llegué y esto no puede se casualidad.

Los asesinatos, las historias de Peter, aquel hombre del bosque y la voz de mi madre.

Al fin logré llegar a casi y justo a tiempo ya era bastante tarde. Al entrar las luces se encontraban apagadas.

— ¿Tía? — Cerré la puerta y camine hasta la sala. — ¿Adrien? —

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Al darme la vuelta podía apreciar una silueta femenina a unos cuantos metros.

Ha llegado la hora, mi pequeño demonio. —

¿¡Mamá!?

Hola lectoras.
Espero les guste el capítulo.❤


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