Kristen Collins una chica de 17 años, al morir su madre se muda un pueblo de Pensilvania llamada Hemlock Grove.
Todo en su entorno cambiará al conocer a los hermanos Godfrey, su curiosidad por saber más sobre las extrañas cosas que pasan la meterán...
Me quedé helada al ver la silueta de aquella mujer y peor aún, su voz. La voz de mi madre.
Pero no podía ser posible ella esta muerta, espera ¿realmente lo esta?
No podía pensar claro, esa voz la escuchaba por todos lados, dañaba mis oídos.
Me tape los oídos cayendo de rodillas, maldito zumbido.
- Bas...ta... - Cerré los ojos ese sonido cada vez se intensificaba.
Paró, el zumbido por fin había desaparecido. Al. Abrir los ojos el lugar era completamente distinto.
No era la casa de Lucy, pero tenía un toque familiar.
Me encontraba en un pasillo, camine hasta bajar las escaleras de las cuales escuchaba murmullos. Me detuvo y mire desde la otra habitación a dos personas discutiendo en la sala principal podría decir, pero mi sorpresa se llevó al ver a mi madre.
Claro que su aspecto era distinto, parecía más joven, no pude ver quien era el hombre con quien discutía.
- No, no, no maldita sea. - Gritaba con desesperación Gemma.
- Ella tiene que saber, no puedes continuar con esta absurda mentira amor. - Decía aquel hombre.
Espera, ¿la llamó amor?
- ¡No! Ahora lárgate. -
Su aspecto era totalmente distinto, ella no era la mujer que recordaba.
En realidad no sabía cómo llegue aquí o si estaba soñando.
¿Y quién era aquel hombre?
Ellos no parecían notar mi presencia ya que seguían discutiendo. Me di la vuelta y subí nuevamente las escaleras en el pasillo habían varias habitaciones entre a una de ellas.
Era un habitación blanco con rosa como el de una niña.
Cuando mis ojos se posan en el pequeño ser que se encontraba en la cama quede completamente en shock.
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Me acerque y mire por varios segundos a la pequeña.
