Frankie y yo

Epílogo

Han pasado cinco años después del suicidio de Bennet.

Jack fue sentenciado a 60 años en prisión, Bruce y Tomas a 40 años. Tienen más de 30 años, por lo que pasarán toda su vida encerrados.

Allison lo logró y esto de cierta manera le regresó la paz que tanto necesitaba, ha vuelto a ser ella misma, a ser la hermana que Bennet adoraba, a sonreír y ser feliz. Ya tiene un hijo y constantemente le habla de su tío Bennet.

Los padres siguen con su fundación, la cual ha ayudado a muchas personas, y esto también les ha ayudado a ellos, les ha regresado algo porque vivir. Ha sido su manera de pedirle perdón a su hijo.

Camila se casó el año pasado, y ahora está embarazada, sus sueños se están cumpliendo. No pasa un día en el que no piense en él. Y sigue con Frankie, y dos perros más.

La obra de Bennet sigue siendo exhibida, el saber que es una obra de un suicida le dio más relevancia y es un éxito.

Frankie acaba de cumplir seis años, es todo un perro adulto, pero aún tiene la misma energía de siempre, corre como si su pierna nunca hubiera sido lastimada.

Cada año Camila lo lleva a la tumba de Bennet y Frankie se recuesta ahí, y no se mueve, pareciendo que supiera que hacen en ese lugar.

Pareciendo que es su forma de decir gracias.

Pareciendo que sabe que en esa tumba está el hombre que le salvó la vida.

FIN...