||Komaeda Nagito||

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Veo su lindo cabello blanco resaltar con el viento y el hermoso amanecer.—gracias ___—dice de repente llamando mi atención.

—¿gracias por que amor?—le pregunto a lo que el solo suelta una sutil sonrisa.

—nada cosas mías, anda vayamos por el helado antes de que oscurezca—toma mi mano con gentileza y me hace parar de donde estamos.

Su tacto es tan cálido, que podría quedarme pegada a su mano por el resto de nuestras vidas.

—¿de que lo quieres ___?—me pregunta mientras caminamos en dirección a la heladería, recuesto mi cabeza en su hombro tratando de sentir su amado calor.

Casi como siempre le respondo con un "lo que tú escojas" ya que tiene un mágico talento escondido para escoger sabores extraños pero increíblemente buenos.

Lo espero en la puerta de la heladería mientras disfruto de los últimos minutos de oscuridad antes de que salga por completo el sol.

Cuando sale veo el vaso de helado que esta vez posee un color amarillento y confiada pruebo el primer bocado disfrutando esta vez de una mezcla entre ácido y picante frente a los anhelantes ojos de nagito.—excelente, eres muy bueno en esto, definitivamente deberías abrir tu propia heladería—le propongo.

Me extiende levemente su mano y con gusto la agarro a lo que ahora vamos a nuestra siguiente parada.

Pico de esperanza, entramos y vamos hacia el dormitorio de nagito que como de costumbre siempre está bien ordenado.

Esta vez pondremos una serie que dejamos a medio terminar por lo que mientras voy encendiendo la televisión, nagito va sacando las palomitas del microondas.

Me recuesto en el sillón con tranquilidad y cierro los ojos un segundo pero los abro instantáneamente cuando oigo el caer de unos vidrios rotos.

Y si como lo imagine, la ventana a sido totalmente destrozada por la puerta del microondas.

En eso veo que sale el blanquecino con una gorra en manos, la cual se me había perdido hace un mes.—oh, parece que encontré tu gorra—me la tiende mientras yo solo puedo echarle la culpa a algo.

El extraño talento de nagito.

Ahhh todo esto me parece una aventura, en realidad cada día desde que lo conocí es una...

Aventura
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Me siento insegura...si nos descubren retrasando los exámenes parciales nos expulsarán para siempre de pico de esperanza.—nagito todavía estamos a tiempo para dejar esto—jalo un poco de su mano que me sostiene firme.

Sonríe—vamos amor, no tengas miedo no podría pasar algo malo mientras tú estés conmigo—pasa su brazo por alrededor de mi cuello y me planta un dulce beso en la mejilla.

Caigo rendida a las sensaciones que me provoca mientras abrazo su torso.

Cuando de pronto nos encontramos con una escena extraña, los jueces para el examen salen corriendo directo al baño entonces alguien dice que les han puesto laxantes en los dulces de la amiga de seiko.

Miro a nagito.—yo no lo eh hecho—me responde con velocidad...

Checo la bolsa y dentro solo vienen...vitaminas.

Luego recuerdo que seiko chocó con nagito y de ahí se pudo haber dado el intercambio de bolsas.

Ahh...no puedo creerlo otra vez nagito a sido salvado por su talento...

Bien al menos salimos librados de esta aventura.
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Bailamos, debido al festival que organizó una de nuestras compañeras hiyoko-Chan.

Llevo una yukata al igual que nagito, mientras nos movemos al compás de la música tradicional.

Siento el aroma dulce de nagito muy cerca de mi, es tan deleitable que me encanta...acercó mi boca a su mejilla que es tan suave como un pétalo de flor, solo me apego más a él olvidando la danza que llevábamos hace unos momentos, primero un pequeño beso en su mejilla que se enciende como fuego para después poseer sus labios.

Siento libertad en su labios y esclavismo a la vez por no poder separarme.

Luego sus manos toman mis mejillas, después nuestro cuerpo pide oxígeno con exigencia haciéndonos separar por centímetros mientras nos compartimos unas sonrisas de esas que salen fugazmente, sinceras.

—iré por unas bebidas, vayamos—toma mi mano y caminamos hacia los vasos de plástico llenos cuando a nuestras espaldas oímos el estruendo de unas bocinas de música cayendo sobre la pista de baile donde anteriormente estábamos nosotros.

Miro con susto la pista mientras nagito solo atina a reírse, con lentitud me abrazo al cuerpo de nagito que también de cierta manera es mi amuleto de suerte.
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Estoy en clase y nagito a salido unos minutos al baño pero el peliblanco regresa agitado, sin explicaciones me toma de la mano y me saca de la clase corriendo como si huyera.—no te sueltes, no te sueltes—repite una y otra vez mientras me guía agitado.

Nos encierra en un cuarto de limpieza mientras me abraza.—no te separes de mi ___, no lo hagas—confundida solo dejo que me tome entre sus brazos.

Pronto se oyen varias pisadas, luego gritos y después silencio.—nagito, ¿estás bien?¿que a sido eso?—me sonríe.

—no te preocupes cariño, no a sido nada—sus ojos caen en la locura algo que me inquieta,¿que a visto ahí afuera?

La puerta se abre mientras se asoma una rubia junto a una pelinegra.
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Veo a nagito del otro lado mientras yo estoy en mi celda que es tan horrorosa, pero lo que me causa más tristeza no es el hecho de estar encerrada sino de que el encierro también aplique para nagito.

En eso pasan unos niños, un pelirrojo señala a nagito.—ese!, el debería ser el siguiente esclavo—los demás niños lo miran a lo que asienten, sacan a nagito de su celda mientras lo esposan—los demás serán comida de monobeast—sugiere el mismo Niño.

Pero un niño de cabello azul me ve, luego ve a nagito que me mira preocupado y después le da la orden a alguien para que me pongan esposas igual.—tú, también vienes con nosotros—menciona el chico.

Miro a nagito mientras sonrió tranquilizándolo.

Una vez más no hemos sido separados.
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Estoy sentada junto a nagisa-kun leyendo uno de esos extraños libros de investigación.

Mientras nagito juega con los otros niños, sonrió por qué a pesar de verlo con esposas y cadenas nos dejan vivir de cierta manera, una vida tranquila.

—cuéntame cómo se conocieron—pide nagisa-kun.

Sonrió de nada más recordarlo.—era verano, apenas estaba entrando a la escuela cuando un chico me golpeo con una bola de billar...me desmayé y cuando desperté vi a un chico frente a mi—suspire—era un compañero de clase teruteru luego de eso me ayudó a pararme mientras se acercaba otro chico...nagito, se disculpo y me invitó a jugar billar...—miro al chiquillo a mi lado—y ahí empezaron las aventuras...para mi una aventura es extraordinaria si la pasas junto a la persona correcta...ir juntos de la mano o atravesar una jungla no es una aventura si no tienes a esa persona especial ahí y supongo que eso es amor...una aventura.—sonrió mientras miro al chico que siempre a estado a mi lado.

Nagito komaeda es mi eterna aventura.

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one shot's :____x danganronpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora