Clase de deportes, como de costumbre siente la mirada de las chicas de su grupo posada en él, pero esta vez una nueva mirada se ha estacionado en su persona, Karita el profesor de deportes frunce el ceño mientras contiene su ira, ¿Su molestia? Simple, el jodido cabello largo que tiene el muchacho y que lleva atado en una cola alta, un gruñido es sacado por su parte, tiene que comerse sus palabras, según el director el chico es alguien que debe ser tratado a conciencia, bendito fue el chico al tener como padre al amigo del director de la escuela donde cursa, pero no, no fue una simple coincidencia, su padre como de costumbre suele poner cada detalle en orden, no dejaría a su hijo así, sin más.
Cierra la llave del grifo después de lavarse la cara, solo alza la mano a conciencia que pronto recibirá una toalla de alguna de las tantas chicas que le persiguen, toma la que está más cerca y mientras se seca escucha su voz con claridad.
–Hiroto, Katsuya, Mutou –habla firme el hombre de gran musculatura que tienen como profesor de educación física –lleven el material de regreso al almacén –más que petición suena a orden y así el trio se marcha entre risas al estar jugando con la red y el saco de pelotas.
Una pequeña sonrisa se asoma en su rostro, las chicas miran maravilladas el gesto, al final suspira, próxima clase matemáticas.
(__)
Le ve agitado, una simple carrera entre amigos para llegar a tiempo a la clase que ya ha comenzado, mira su uniforme mal puesto ¿Qué tanto le tomo dejar las cosas al mentado almacén? Piensa, no quiere creer algo que no es, entonces comprende que puede ser relativamente celoso, pero el problema es que no son nada y aquello le resulta patético de su parte, si no fuese tan odiosamente cobarde ya se hubiera dignado a hablarle como se debe, pero sus pensamientos se detienen al ver como la presidenta de la clase Anzu Masaki se levanta y se dirige al profesor para hablar con él.
–Muy bien chicos –habla el hombre de gafas quien las ajusta con sus dedos mientras deja el libro de lado –dejaremos la clase por unos minutos para darles un anuncio que trae su presidenta por parte del consejo estudiantil.
Resopla mientras apoya la mejilla en su muñeca, ve de reojo como se escabullen en sus asientos sin ser "notados" entonces nota algo peculiar en el chico de orbes amatistas, un brillo singular al ver a la presidenta, algo que no ha notado antes, algo que le inquieta y le molesta.
–Muy bien compañeros –sonríe– como sabrán pronto será el festival de verano y ya que en un par de meses los de tercero se graduaran seria agradable ayudarles para la recolección de fondos para su graduación –el sonido de las quejas se hace presente, aun así sonríe y no deja de mirar positiva la situación, comprende que no es de agrado de nadie pero debe de dar a conocer la noticia, a veces también le molestan las iniciativas que el mismo consejo estudiantil tiene –vamos será una agradable experiencia, como grupo debemos estar unidos y apoyarnos, además cuando nos toque a nosotros entenderemos lo significativo que puede ser este tipo de actividades –el silencio se hace presente, al final suspira y lleva una mano a su cadera –los que participen tendrán créditos extra en las materias que más se les dificulten –los murmullos no se hacen esperar, su mirada se muestra perspicaz, al menos con eso ya no tendrá tanta queja piensa la chica de pelo castaño y orbes azules quien sonríe ampliamente– ¿Y bien alguna idea de que podemos hacer para recaudar fondos?
–Una obra de teatro –habla una chica de cabello azulado mientras ve de reojo al albino que tiene junto.
–Un café –habla un chico de pelo castaño.
–Un Karaoke –se escucha desde el fondo, las miradas se posan en Souzouji–Kun, matón de escuela quien tiene el peor oído musical del mundo, comprenden que ir en su contra esta mal, nadie quiere un puñetazo de su parte ni mucho menos ser invitado a alguna de sus "fiestas privadas" en el karaoke, pero comprenden que elegir su opción les llevara al fracaso.
El silencio se estaciona, Anzu Masaki sigue esperando por alguna opción mejor, las ideas no son malas, pero es competitiva por naturaleza, además ya había entre dicho que su grupo seria el que más recolectaría dinero para la mentada graduación.
–U... ¿Un centro de juegos? –se escucha más como pregunta que como afirmación, casi como un murmullo ahogado, pero ante el silencio resuena muy bien ante el oído de todos, sin embargo, antes de que un gruñido salga por parte de Souzouji–Kun todos empiezan a dar el voto positivo por la propuesta que hizo el tricolor que aún mantiene la cabeza gacha ante el rubor de sus mejillas, le ha costado tomar valor y hacerse escuchar, más la levanta al ver como aclaman la idea que pensó seria rechaza, sin más la presidenta da el último voto a favor siendo que la creación de un centro de juegos traería más ganancias.
Después de ello la clase pasa sin pena ni gloria a excepción de la insistente cercanía de la presidenta para con el tricolor, logra escuchar algo sobre si puede ayudar con el material y algo referente a su abuelo, al final frunce el ceño, esta vez no le esperara, sin embargo no previene lo que sucederá después, ya que desde entonces no se ha puesto en línea ni una sola vez.
(__)
A dos días del mentado festival se encuentra aletargado en su cómoda y amplia cama sin nada que hacer, si bien ha querido ayudar al final las chicas con quien le ha tocado trabajar se han dispuesto a hacer todo sin que tenga que preocuparse, nuevamente su apariencia trae favores que él no pide, pero que tampoco detesta puesto que así no tiene que ver a la presidenta junto al chico que le gusta, aprieta las sabanas, no comprende porque se siente así aún menos comprende cómo no puede decir ni una sola palabra frente a él, entonces a su mente viene la respuesta, ¿Acaso no sería raro confesársele a alguien que solo conoce por medio de un juego de internet?
Se gira hacia arriba para ver el techo blanco, el cuarto sigue impecable sin que parezca realmente la habitación de un adolescente de 17 años, sin embargo el bip se oye desde la portátil, al escuchar su padre que estaría ocupado con el mentado festival le ha comprado una lap para facilitar el hacer sus trabajos fuera de casa si es necesario, toma el mentado objeto, tuerce el gesto al imaginar si es algún otro mensaje sobre el trabajo que debería hacer y que hacen por él solo para avisar el progreso mandando alguna que otra foto, pero esta vez no es así, es un mensaje de él, sus orbes cafés se abren como platos ¿Realmente es él?
Abre la ventanilla del chat solo para confirmar que sí, si es él y que dentro de este se haya no solo una disculpa por el tiempo que no estuvo en línea sino una casi invitación al festival que ha estado organizando junto con sus compañeros.
Pasa saliva, siente la boca seca, no sabe que decir, pero el problema no es hablar si no que demonios escribirle y así darle una respuesta.
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Lovely Boy【Heartshipping】
FanficRyou Bakura, chico mitad ingles se ha mudado a Domino City, no espera gran cosa de la vida; graduarse, tener un trabajo decente. ¿La razón? Simple, desde tan joven edad a comprendido lo manipulable que es la gente lo cual le ha llevado a toparse co...