Nada nos va a separar.

Capítulo XVII: it's too cold outside for angels to fly

Flor miró con el estómago revuelto como Jazmín entraba en la casa. No podía evitar querer decirle que las cosas se habían salido de control pero, al mismo tiempo, sintió que Jazmín ya lo sabìa y que estaba haciendo todo lo posible para salirse del medio. Ahuyentó esos pensamientos con el recuerdo de Inés que esa noche llegaría. Quería abrazarla, sentirle el perfume almendras en el pelo y mirarla dormir entre ella y Jazmín, mientras enredaba sus dedos entre sus manitos y le acariciaba la panza.

Jazmín salió de la casa.

-¿Y?- le preguntó Flor, fingiendo indiferencia.

-Le fue bien.

Flor esbozó una sonrisa genuina.

-¿Qué planes tenemos hoy?- inquirió Jazmín, rodeándola con sus brazos y abrazándola por la espalda-. Me quedaría todo el día en la cama con vos, pero mira lo que es este solazo que hay.

Flor cerró los ojos, sintiendo el aroma de Jazmín que la envolvía pero, de igual forma, no se podía quitar el recuerdo de la cabeza: "¿Querés hablar con Flor, gordi? Ah bueno, bueno. Igual está dormida...".

-¿Por qué no vamos a buscar a Carla mejor?- sugirió Florencia-. Digo, está sola.

-Está trabajando- le recordó Jazmín-. Además, hoy ya viene Miru con la china, está Carla, por ahí Javo y Vir con los nenes... ¿No querés que aprovechemos un poquito el poco tiempo a solas que nos queda?

-Y, no sé- repuso dubitativa-. El otro día estábamos solas en el lago y medio que te escapaste asì que...

Jazmín deshizo el nudo de sus brazos alrededor del cuerpo de Florencia y se acomodó el flequillo con su gesto característico de intentar no perder la paciencia.

-¿Qué te cuesta entender de eso, Flopi?- le preguntó Jazmín-. Si sabés que soy re celosa de nuestra intimidad, no me parecía que estaba bueno. Siempre fui asì, no entiendo què te sorprende. No tiene nada que ver con cómo estamos ahora.

-¿Y cómo estamos ahora?- retrucó Flor.

-Si no me hablas, igual que siempre- le respondió Jazmín, tajante-. Dale, Flor. Me conoces.

Flor miró para otro lado.

-Hablame.

-No pasa nada, Jazmín.

-Flor, si vinimos hasta acá y no hablamos de las cosas, este viaje no nos va a servir- replicó-. Lo del hotel y todo eso fue una excusa. Quería estar sola con vos. Esperaba que me lo pidas pero bueno, me tragué el orgullo y vine. Si estabamos re bien hasta hace dos segundos...

Flor se volvió:- Bueno, vos estabas bien, yo por ahí no estaba tan bien.

-¿No estabas bien?

-Y... no. Porque llama de Berlín y vos le hablás como si yo no estuviera al lado tuyo.

-Dale, ¿cuántas veces pasamos por esta discusión? Siento que retrocedimos diez años- dijo Jazmín, poniendo los ojos en blanco-. Decime lo que me quieras decir.

-No- le respondió Flor-. Mejor me voy a tomar un poco de aire. No me sigas.

-Flor... ¡Flor!

Pero Florencia ya había agarrado la bicicleta y estaba pedaleando camino abajo en dirección a la entrada del complejo. Jazmín la observó alejarse, dando un resoplido de decepción.

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Flor bajó de la bicicleta e ingresó al edificio principal. No estaba segura por qué había terminado ahí. Vió a Soledad que salía del salón donde Carla estaba dando las clases a la gente de administración.