Capítulo III: Scared to be lonely

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-Bueno, se callan todas de una vez- dijo Virginia cortante, y sus otras tres hermanas la miraron-. Estamos acá por Florencia, no por cualquier boludez.

-Si, estamos en mi casa a donde nos reunimos sin permiso, como siempre- respondió Lucía, tajante.

-Ahh, dale- insistió Miranda desde la computadora, por donde se estaba comunicando en videollamada-. Si te encanta que te copen el rancho y más hoy que Mariano se fue a jugar al futbol.

-Si, pero tengo dos hijos a quienes cuidar, querida- respondió Lucía-. Es muy fácil para vos que estás de gira, ¿no?

Virginia puso los ojos en blanco, dándose por vencida. Lucía y Miranda empezaron a discutir con palabras ininteligibles otra vez.

-¡Bueno, carajo, se callan de una vez!- gritó Vir tapándose los ojos-. Florencia está pasando un momento de mierda en la casa. Ella siempre está, boluda. Siempre. Y ustedes discutiendo qué es más divertido; si cogerse pibes cuando están de gira o cambiar pañales.

-Ahí claramente gana Miru, igual- dijo Carla, intercediendo en la conversación-... pero Vir tiene razón. Flor es la cuestión.

-Gracias- repuso Virginia, calmándose-. Las reuní porque algo le pasa a Florencia. Hoy cuando le dí las noticias de las cabañas no se emocionó, sino que empezó a llorar. Dice que está mal con Jazmín, que no sabe si la sigue amando, básicamente.

Hubo un silencio.

-Y puede ser, ¿o no?- repuso Lucía-. Digo, las cosas pasan así. Las relaciones se terminan.

-Estoy de acuerdo- replicó Miranda desde la pantalla-. Pero, ¿Flor dejando de amar a Jazmín? Me resulta raro.

-Debe ser temporal- dijo Carla-. Ya se le va a pasar.

-No, pero no es eso...- reflexionó Virginia, caminando hacia el centro de la habitación para que todas sus hermanas la vieran bien-. Es como que, no se, la siento rara... creo que le pasa algo más.

-¿Algo como que?- preguntó Carla.

-Algo como otra persona.

Las otras tres hicieron silencio.

-Estás loca- retrucó Carla-. Jazmín es el único amor en la vida de Flor. La ama con locura. Nunca la engañaría.

-En eso estoy cien por ciento de acuerdo- dijo Miranda.

-Yo también- accedió Virginia-, pero no digo que se haya enamorado de alguien más. Tampoco que la haya engañado... Flor es muy pura para hacer algo así. Pongo las manos en el fuego por ella en ese sentido. Lo que digo es que haya encontrado a alguien con quien se sienta cómoda, que la haga sentir linda, que la haga sentir protegida. Como le gusta a ella. A veces pienso que Jazmín estando una semana acá y tres semanas de viaje no le da la compañía que necesita. Y Flor, siendo tan insegura... necesita a alguien. El hotel, Inés, lo de las cabañas... todo al mismo tiempo. ¿No les parece que después de estar a mil por hora no quieren llegar a su casa y encontrar a alguien que les diga que la quiera?

Otra vez silencio en la habitación. Virginia claramente le había dedicado tiempo de reflexión a la cuestión y conocía a su hermana lo suficiente como para darse cuenta que algo estaba mal.

-Vir, relajá- le dijo Carla, acercándose a su hermana y dándole palmaditas en el hombro-. Yo sé que Flor y vos tienen una relación así, que no podés dejar de preocuparte, pero ya se le va a pasar.

-Si, Virginia- agregó Lucía-. Te estás preocupando demasiado.

En eso se escuchó un ruido sordo que venía de las habitaciones en la planta alta.

Nada nos va a separar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora