Capítulo I: Genesis

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Flor se tocó los labios con la yema de los dedos y se preguntó cuando había sido la última vez que Jazmín la había besado. Con la otra mano sostenía una foto de las que se habían sacado cuando recién abría el hotel. Trató de recordar cuándo había sido la última vez que la había tomado entre sus brazos y la había besado con tanta intensidad que había perdido un poco el aliento. Pero no pudo recordar.

Tampoco quería pensar cuándo había sido la última vez que habían hecho el amor. Pero cuando apenas el pensamiento llegó a la parte de atrás de su memoria, sí recordó con claridad. Había sido esa última vez en el taller donde Jazmín guardaba sus lienzos y sus pinturas. Flor la había estado esperando en su habitación hasta que el reloj marcó las tres de la mañana. Jazmín todavía no había subido a dormir. En lugar de esperar en vano como lo había hecho las últimas semanas, bajó las escaleras y entró en su estudio. Ahí estaba, pintando ávidamente en frente de un lienzo manchado de rojo y púrpura. Flor no habló. Solamente entró y cerró la puerta. La tomó por los hombros y la giró sobre la banqueta. Le quitó el pincel de la mano y la besó sin dejarla preguntar que quería. Habían estado alejadas tanto tiempo. Jazmín presentando sus pinturas en todos lados, Flor corriendo atrás de las urgencias del hotel. Apenas se habían tocado alguna que otra vez cuando sin ser interrumpidas. Pero esta vez fue distinto. El nudo en la garganta que crecía mientras la esperaba en su habitación no la dejaba respirar. Pero ahora había ido hasta allí para sentir el calor de su piel, apretando su cuerpo contra el de ella. Cuando Jazmín salió de la sorpresa inicial de encontrarla decidida a continuar, la tomó por la cintura y presionó su cuerpo contra el suyo. Flor le removió la vieja camisa manchada, bajo la cual solo usaba su ropa interior y una remera de pijama. Le corrió el pelo y la besó en el cuello, sintiendo con su lengua como la piel se le erizaba en la nuca y detrás de las orejas. Su mano, mientras tanto, se escabullía por debajo de su ropa interior, tocando su intimidad. Apenas Jazmín sintió el contacto, dejó escapar una respiración pesada y grave. La agitación de su pecho se hizo más pronunciada, a medida que Flor empezaba a mover sus dedos dentro de su humedad.

Inmersa en sus pensamientos, Florencia cerró los ojos y trató de recordar que sabor tenía su cuerpo. No pudo. Ese ejercicio le había dado resultado siempre, pero ahora simplemente se había olvidado. Apretó la foto que sostenía contra su pecho y se secó una lágrima antes de que abandonara sus ojos. Si Inés la llegaba a ver así, iba a ser un problema. Se incorporó del sillón del living y juntó los platos que estaban en la mesa de la cocina. Los dejó en la pileta de la cocina con desdén. Se prometió que los iba a lavar a la mañana siguiente. Ahora estaba cansada. Apagando las luces del comedor y los pasillos, empezó a caminar hacia la habitación. Al pasar el umbral y ver la cama, la vió allí dormida. Inés tenía el pelo rubio revuelto entre las sábanas. Florencia se acostó a su lado y le besó la mejilla con ternura. Le olió el pelo. En silencio, antes de meterse entre las sábanas, guardó con precaución la foto en su mesa de luz, debajo de un montón de papeles y libros para que Inés no la viera. Pero cuando se giró hacia el otro lado de la cama para encontrar a Inés durmiendo, el saber que la otra mitad estaba ocupada por ella solo le recordó a Jazmín. Esta vez no llegó a secarse la lágrimas que le resbalaron por la cara.

____

-Dejame terminar de hablar- le dijo Florencia con dulzura.

-No te quiero escuchar- le respondió Inés terminante.

Florencia se rió.


-¿Cómo que no me querés escuchar?- dijo divertida, mientras la otra miraba hacia otro lado y se cruzaba de brazos con gesto de indignación.


El pelo rubio y revuelto brillaba contra el sol que entraba por la ventana. Inés le estaba dando la espalda, y su silueta a contra luz acentuaba sus rulitos dorados desparramados por toda su cabeza. Era diminuta.


Nada nos va a separar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora