Sannin de Konoha

Disclaimer: los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto y la historia basada en el fic El Auror de Griffindor de Anelis Evans

Cap. 1: Una petición un tanto exigente

La cena había transcurrido tal y como él lo esperaba: aburrida. Jiraiya lo había mandado a llamar, sin embargo, los sirvientes ya traían el postre y todavía no sabia para que asunto esta reunión, lo cual lo frustraba por la impaciencia inherente de su personalidad. Hasta que casi pasada la medianoche, finalmente Jiraiya se digna a abordar el tema:

-Naruto - preguntó al fin -¿qué dirías si te dijera que ya tienes prometida?

La noticia no le causó gran impresión, después de todo, Jiraiya como señor feudal y padrastro, tenía prácticamente la obligación de buscarle esposa

-Diría que te habías tardado..

Jiraiya dejó escapar una sonrisa, típica de él. Llena de malicia.

-¿Cuál es su problema está vez? -preguntó Naruto temiendo lo peor.

-Solo uno.. es sumamente difícil que la dueña de Byakko siga siendo virgen - aseguró Jiraiya - pero dadas las circunstancias, estoy seguro de que pasarás por alto ese detalle..

Naruto miró a su padrastro sin mostrar emoción alguna. Su reacción a la noticia de que su futura esposa había perdido la honra pasó prácticamente inadvertida para él, ni siquiera apretó con fuerza la copa de vino.

Como huérfano siempre se había visto obligado a abrirse camino en la vida con su espada y por supuesto había pasado largos años ocultando sus sentimientos. Algo que había llegado a dominar tanto que la gente pensaba que carecía de ellos.

Aunque en su juventud fue ruidoso para atraer la atención. Hoy día nutre la infame reputación de ser el Sannin Vengativo de Konoha.

-¿Dijiste que es la heredera? -preguntó Naruto, que prefirió concentrarse en el aspecto más importante de la cuestión - ¿acaso es suya la hacienda?

-Pues si..

-En ese caso, servirá como esposa - dijo el ojiazul disimulando su satisfacción.

《Sus propias tierras》aquellas palabras sonaban prometedoras. Un lugar al que pertenecer; un lugar en el que no fuera simplemente un noble errante; un lugar en el que fuera bien recibido y se sintiera necesario no solamente por su habilidad con la espada. Quería vivir en un lugar donde tuviera derecho a sentarse frente a su propia chimenea. Un hogar.

Naruto tenía treinta y un años, y sabía que una oportunidad como aquella no volvería a presentarse.

-Ahora es la única dueña de la Isla de Byakko - sentenció Jiraiya tomando un sorbo de su copa de oro y mirando pensativo el fuego - su padre, Lord Hyuuga Hiashi prefería viajar y ocuparse en actividades intelectuales que trabajar la tierra. Me han llegado noticias de su muerte hace unos meses mientras recorría Kaminari no kuni.

-¿No tenía herederos varones?

-En realidad, si por hijos varones, solo su única hija, tiene un sobrino, su nombre te sonará, es el amado consorte de tu histérica prima, Karin; Hyuuga Neji..

Naruto elevó sutilmente una de sus cejas. Conocía perfectamente el marido perfecto de su odiosa prima Karin, mejor dicho fastidiosa. Su único familiar vivo por parte de su fallecida madre Uzumaki Kushina, heredera de Uzushio. El escándalo de la heredera de Uzushio que tuvo un hijo ilegítimo con su guardaespaldas; un prometedor Sannin y pupilo de su padrastro Jiraiya, Namikaze Minato. Y la desgracia que surgió tras la unión ilegítima. Namikaze asesinado en acción en defensa de Konoha, la tristeza de su amada quien no soportó la agonía falleciendo en el parto de su único vástago.