Sannin de Konoha

Sannin de Konoha 4

Sannin de Konoha

Disclaimer: los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto y la historia basada en el fic El Auror de Griffindor de Anelis Evans 

Cap.4 Con tu olor en mis labios

Naruto no tenía intención de besarla. Sin duda era demasiado pronto. Sólo la había conocido hacía unas cuantas horas...

Pero le pareció tan tentadora, sentada a la sombra de una rama, que por una vez en su vida no se detuvo a pensar en las consecuencias de sus actos. Dio rienda suelta a sus impulsos a sus impulsos y a la criatura que rugía en su interior.

Pronto sería su esposa. Su deseo de conocerla había estado desgarrándolo en silencio desde que la había bajado del muro del convento. De repente, se sintió desesperado por saber si había alguna esperanza de encontrar calor en el lecho nupcial, jamás aspiraría a algo como el amor, pero con el calor y ser bien recibido en Byakko, sería suficiente.

Hinata parecía sorprendida, pero no asustada por su beso. Naruto se sintió aliviado. Al menos, su experiencia con Inuzuka Kiba no había conseguido que sintiera miedo o repulsión por la pasión.

Puede que más bien Inuzuka la sedujera en vez de raptarla.

Puede que incluso sintiera cierto cariño por su vecino. Era posible que hubiera disfrutado de aquellos cuatro días, pero no hubiera querido casarse con él por alguna razón que no tenía nada que ver con la pasión.

Este último pensamiento noble gustó, para nada...

En un principio, Hinata permaneció inmóvil en sus brazos, con la espalda rígida y la boca fuertemente cerrada. Una extraña sensación de desesperación brotó de su interior. Se preguntó si el aura de primavera que irradiaba su dama era falso. Su dama. Si tenía hielo en las venas, estaba condenado a dormir en una cama glacial (N/A: me suena Pingüinos en la cama de Ricardo Arjona kkkkk)(N/A2: está historia fue escrita mucho antes que saliera esa canción.. fue divertida la referencia?)

No debería preocuparle, pero lo hacía. Entonces movió más sus labios sobre esa boca tan intrigante. Despacio, probando el labio superior, luego el inferior.

Entonces, Hinata se estremeció ligeramente. Dejó escapar un tenue sonido y sus labios se hicieron más suaves bajo los suyos. Naruto descubrió lo que sus sentidos habían sospechado desde un principio. Besarla era como besar los pétalos de una flor, de una rosa. Tenía un sabor fresco y dulce.

Ella le permitió entrar en su boca. Sus lenguas apenas se tocaron. Hinata se asustó, pero no la retiró. En vez de ello, se acercó más, aparentemente tan curiosa como él de saber lo que le deparaba el futuro.

Sus dedos se realizaron por el cuello de él, debajo del pelo y lo despejó aún más. Suspiró suavemente en su boca. Un suspiro entrecortado..

Todo el cuerpo de Naruto reaccionó como si hubiera tomado una poción potentísima.

Una creciente oleada de deseo lo recorrió. Le cambiaron levemente las manos y la apretó con más fuerza. Su boca era suave, provocadora.

Naruto se había prometido solamente un sorbo, pero ella era demasiado embriagadora. El deseo de tenerla colmó sus sentidos y amenazó acabar con su autocontrol.

Le cogió la cara entre sus manos y pasó sus pulgares sobre la línea de su diminuta mandíbula. Estaba tan bien hecha... igual que su cuello.

Dejó que sus manos rozaron las curvas de su cuerpo. La promesa de una vida llena de vitalidad esperaba en la voluptuosidad de sus pechos y en el contorno de sus caderas. Una dolorosa necesidad le sacudió las entrañas. Dobló los dedos en su cintura. Era tan pequeña...