-Dios mío Mel, llevo más de media hora buscándote. Me he recorrido toda la casa. –Dijo Alli tropezándose con la alfombra que había en la puerta.-Ay no, ¿estoy interrumpiendo algo?
Los dos negamos con la cabeza y nos alejamos un poco más el uno del otro. Alli cerró la puerta de un golpe con la cadera y se hizo un hueco entre los dos para sentarse. Podía olerse el alcohol de su aliento a kilómetros de distancia.
-Harry cielo, lo siento mucho, pero he venido a llevarme a Mel. Venga, dejadlo para otro día.
-Alli, ¿a dónde quieres ir ahora? Anda, échate una siestecita y luego hablamos.
-Pero si me dijiste que nos fuéramos antes de las once y media y son las doce menos cuarto.
-Bueno, he cambiado de opinión, nos vamos un poco más tarde, venga. –Dije gesticulando con las manos para convencerla de que saliera.
-Ya, ya veo lo bien que te lo estabas pasando, pero hay un problema.
-¿Qué problema?
-Pues uno. –Contestó Alli con la mente en blanco.
Harry levantó la mano, como si estuviera pidiendo turno para hablar, y yo le seguí el juego cediendo con la cabeza.
-Apoyo a Mel, creo que lo de la siesta es una buena idea.
Miré a Harry y soltamos a la vez una pequeña carcajada. Alli nos imitó con una risa mucho más falsa, lo que nos hizo cambiar de expresión y mirarla con odio.
-No, ahora en serio, tenemos que irnos. –Dijo ella cambiando radicalmente la expresión de su cara.
-¿Quieres decirme ya que cojones pasa?
-Vámonos, te lo cuento por el camino.
Iba a despedirme de Harry cuando Alli tiró de mi mano hacia la puerta. Sin poder evitarlo, tuve que salir de la habitación. Harry se levantó de golpe, gritó mi nombre y vino hacia nosotras. “Oh Dios, qué pesados son los tíos”, susurró Alli para sí misma. Buscó el pomo de la puerta sin mirar, lo agarró y tiró de él, dando a Harry con la puerta en las narices, casi literalmente. Conseguí despedirme de Louis antes de salir, pero la impaciencia de Alli no me dejó perder mucho más tiempo.
Aceleró su paso al salir de la casa, dejándome mucho más atrás. Yo corría más rápido intentando adelantarla, pero cada vez me veía más atrás. Lo di por perdido y comencé a caminar. “Dios mío Alli, ¿quieres parar?”, grité malgastando el poco aire que me quedaba en los pulmones después de la carrera que me había echado. Ella siguió corriendo al mismo ritmo sin mirar atrás en ningún momento, creo que hasta iba cada vez más deprisa. Paró de repente en un parque que había a un lado y se sentó en la acera, doblando las rodillas y posando los pies sobre la carretera. Cuando llegué me quedé de pié a unos metros y me puse las manos sobre la cadera, ocultando la respiración agitada.
-Creo que nunca he corrido tanto en mi vida.
Esperé a que Alli me llamara exagerada, o lenta, o vaga, como siempre hacía, pero solo agachó la cabeza y se tapó la cara con las manos. Me senté a su lado y la empujé con el hombro para que reaccionara.
-Niall me ha engañado.
-¿Engañado cómo? -Pregunté para cercionarme y poder deshacerme de la primera idea que me pasó por la mente.
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Butterflies.
FanfictionMelanie era una niña, que como casi todas, soñaba con ser una princesa y tener su príncipe azul. Pero con el paso los años, se dio cuenta de que la vida real no es como la pintan en los cuentos de hadas. Madura, y deja de creer en el amor. Empieza...