-¿Adónde vamos?-pregunté, guiada por Luke, que tiraba de mi cuerpo.
-¿Sabes conducir una moto?-dirigió su mirada hacia las motos patrulla que estaban aparcadas frente a comisaría.
-¡Ni hablar, no podemos cogerlas si no vamos a...!
Luke me tapó la boca con la mano y me susurró al oído.
-Sh, no grites. Conduzco yo, eres un caso.
Me reí por la ironía de aquella frase. ¿Yo era un caso o él era un caso?
Se sentó en el asiento delantero y me miró para que yo hiciera lo mismo. Nunca me había subido a una de esas motos patrulla que utilizaban algunos de mis compañeros porque no sabía conducirlas, pero supuse que Luke sí, así que me subí al asiento trasero.
La moto empezó a moverse y a mitad de camino me aferré a la cintura de Luke porque prefería aferrarme a él, antes que caerme. Al principio estaba a punto de dormirme, porque los colores y luces de la ciudad a mi alrededor me daban una sensación de tranquilidad inmensa.
-Si no vas más rápido, voy a dormirme.-advertí.
Luke me miró por el retrovisor y tras morderse el piercing del labio,algo que se estaba convirtiendo en manía, aceleró la moto y entonces íbamos demasiado rápido.
-¡Luke!-chillé luchando contra el viento.-¡Más lento, idiota!
Luke se rió y aceleró más aún. Empecé a propinarle puñetazos en el hombro, pero paré en cuanto me di cuenta de que estábamos cruzando el puente de Brooklyn, desde donde se ve toda Melbourne vestida de colores y luces. Era precioso.
-¡Levántate!
-¿Estás loco?-le chillé.
-¿No confías en mí?
No sabía si reírme en su cara o hacerle caso, pero decidí lo segundo básicamente porque a partir de ahora tenía que empezar a confiar en él. Me moví como pude en el asiento trasero intentando no matarme en el intento y me puse de rodillas, sujetándome a su cuerpo. Sentí la brisa en la cara y extendí los brazos, como si fueran alas, y me puse de pie.
Juro que ese momento fue el peor de mi vida, porque me balanceé hacia atrás, y pensé que era el fin, pero ahí estaba el cuerpo de Luke, y su extensa espalda, para proporcionarme seguridad. Fue una sensación de libertad maravillosa.
Cuando me bajé de la moto le supliqué a Luke que me diera una vuelta más, pero él se negó diciendo que había otras cosas que hacer.
Llegamos a un callejón oscuro del que provenía un ruidoso estruendo de gente en masa, y a medida que nos fuimos acercando, descubrí que aquella masa de gente que chillaban eran una cola de gente esperando para entrar en un local. Luke me guió entre la gente y yo le seguí. Aquel ambiente estaba impregnado de olor a alcohol y tabaco barato.
Cuando por fin conseguimos entrar, Luke me dijo que me sentara en uno de los sillones que había cerca de la barra y que le esperara, que él iba a pedir las bebidas. No sé lo que pretendía, porque yo iba vestida con el ceñido uniforme de comisaría y Luke me había traído a un local y yo me había saltado mi turno así por las buenas.
Cuando llegó con las bebidas, me di cuenta de que había pedido por mi sin preguntarme, y me había traído un líquido rojo que no pude distinguir. Bebí un trago y el líquido se deslizó por mi garganta, quemándola y dejando un sabor dulce en mi paladar.
-No sé en qué piensas trayéndome aquí si voy vestida con el uniforme.
-No importa.-respondió Luke.-Si preguntan, es un disfraz.
Me reí ante su comentario y bebí otro trago.
-¿Y por qué me has traído aquí?
-¿Ves a esos tipos de allí?-Luke señaló a cuatro jóvenes que estaban inclinados sobre la barra tirándole los tejos a la camarera.-Esos son los universitarios que hubo en la fiesta. Los que se aprovecharon de las chicas.
-¿Y qué quieres, que les pregunte si violaron a mi amiga y después la mataron?
-Exacto.-rió y le pegué un empujón.
-Cállate.
-Cállame.
Miré a Luke a los ojos. ¿Estaba tratando de ser juguetón para que le diera por inocente? Me parecía imposible que aquella sonrisa burlona hubiera matado a alguien.
-Sólo si tú me acompañas.-dije retándolo.
-Hecho.
Cuando llegamos a la barra, los cuatro hombres se giraron para mirarme, ni falta hizo que les tocara.
-Ey, qué pasa jefa. ¿Ya nos vas a arrestar? Si no hemos hecho nada malo.
Uno me rodeó con el brazo y Luke frunció el ceño.
-La “jefa” puede poneros de patitas en la cárcel, así que cuidado.-gruñó Luke.
-Somos niños buenos. No nos vamos a portar mal con la señorita.
Me deshice del hombre del que tenía el brazo encima y Luke me acercó a su cuerpo en señal de protección.
-¿Conocéis a Alice Norman? Estuvo el otro día en la fiesta.-pregunté.
-¿Que si conocemos a Alice? ¡Claro que sí! Esa chica tiene un culo de revista.
Gruñí de rabia.
-¿Fuisteis vosotros, verdad? Os aprovechasteis de ella. La violasteis.
-Nosotros nunca nos aprovecharíamos de ella sabiendo que tenía novio, y que su novio estaba con ella.-se defendió uno de ellos.
Miré a Luke. Otra persona más que decía que Luke estuvo todo el rato con Alice. No sabía a quien creer y Luke estaba empezando a perder la paciencia.
-Holly, vámonos.
Luke me cogió de la mano y me sacó del local, bajo la mirada de todos.
El camino de vuelta en moto fue todo silencio. No me incomodaba estar en silencio con Luke. Me daba paz.
Cuando llegamos a mi casa, estaba demasiado absorta en mis pensamientos para darme cuenta de que Luke me estaba hablando.
-¡Holly!
-¿Qué?
-¿Qué te pasa?
-Nada, sólo que estaba pensando en lo que han dicho esos tipos. Sinceramente, me creo lo que han dicho. Podrán ser unos capullos y tirarse a todas las que quisieran, pero sus tonos eran muy sinceros.
-Yo también me lo creo.-me soltó de repente.
-¿Entonces? Se me acaban los sospechosos. Y no quiero creer que hayas sido tú.
Luke sonrió y se le marcaron unos hoyuelos en las mejillas muy graciosos.
-Busca más sospechosos. Brad y su pandilla también estaban allí.
Sonreí. Luke me rodeó con sus brazos y me estrujó contra su cálido cuerpo, y tras darle las buenas noche, entré en casa.
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«Innocent» luke hemmings fanfic
FanficHolly Woods es una chica de diecisiete años que trabaja en prácticas por las tardes en la comisaría general de Melbourne, resolviendo crímenes de asesinatos y violaciones, cuando un día se le presenta un caso nuevo e inesperado; su mejor amiga, Alic...