Capítulo 21.

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Los siguientes días después de Nochebuena se pasaron muy rápido.

Nuestra familia vinieron a visitarnos desde Los Ángeles para pasar unos días con nosotras, lo que me alegró bastante, puesto que mi madre tendría compañía que la entretuviese. Me mensajeé varias veces con Alice para decirle que no podía salir puesto que tenía que pasar tiempo con mi familia y le prometí que para el treinta y uno quedaría con ella y con los chicos para celebrar el último día del año.

-¿Vienes, Holly?

Estaba tirada en la cama, con los auriculares puestos y observando con la cabeza de lado hacia la ventana la brillante luna llena, que llenaba la habitación de luz blanca. Ladeé la cabeza y fijé la mirada en la figura apoyada sobre el marco de la puerta.

Mi prima Charlotte era una chica que usualmente vestía de negro o con colores oscuros, algo que en aquel momento me hizo darme cuenta de por qué lo hacía; tenía el pelo ondulado, negro azabache que le caía en bucles hasta la tripa, una piel muy blanca y limpia de impurezas y unos enormes ojos azul oscuro.

-¿A dónde?-pregunté incorporándome.

-Voy a comprar algunos regalos para la familia. He aprovechado que están todos durmiendo para hacerlo ahora.-se encogió de hombros y yo me senté en la cama para ponerme unas vans rojas.

-¿Sería muy directo si te preguntara si eres un vampiro al que le encanta salir de noche? Porque tengo mis teorías.

Charlotte se rió y meneó sus rizos negros en un gesto negativo.

-Ponte los zapatos de una vez y salgamos de aquí antes de que tenga que morderte, Sherlock Holmes.

La calle, al contrario de lo que pensaba, estaba a rebosar de gente. A pesar de ser más de las diez de la noche, la gente iba y venía de tienda en tienda, cargando con bolsas de todos los tamaños y haciendo que tuviera que cogerle del abrigo a Charlotte para no perderme.

-¿Has pensado ya qué vas a comprar?-dije en voz alta para que me oyese.

-Ya lo verás.-se giró hacia mí y me sonrió. Yo sólo enterré un poco más la cara en la bufanda.

Mi prima me condujo hasta una pequeña tienda en algún lugar que desconocía de la ciudad y en seguida me di cuenta de lo que se trataba: animales.

La campanilla de la tienda sonó cuando la puerta se abrió y un agradable y acogedor calor mezclado con olor a comida de animales se mezcló.

Charlotte se acercó rápidamente a unas de las vitrinas transparentes en las que estaban encerrados los animales y vi que miraba con entusiasmo a un pequeño gato. Era negro, con los ojos entre verde y azul y su tamaño era misteriosamente pequeño. Ella sonrió y tocó el cristal, despertando la atención del gato, que se acercó a ella con curiosidad.

-¿Charlotte?-llamó alguien y las dos nos giramos en redondo.

Del mostrador había salido una señora mayor, que nos miraba con atención y una resplandeciente sonrisa.

-Me lo llevo, señora Smith. Definitivamente.

Me alejé un poco para que mi prima y aquella señora pudieran hablar tranquilamente. ¿Qué es lo que pensaba regalarle yo a mi madre? Pensé en peces; demasiado aburrido. ¿Un perro? La idea era buena, pero eran muy caros.

-Holly.-llamó Charlotte y me di la vuelta.-Toma.

Me entregó una pequeña bola de pelo negra y en cuanto la sostuve entre mis manos, supe que también era un pequeño gato igual que el que había visto antes.

«Innocent» luke hemmings fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora