Donato {Editado}

"Capitulo 18 : No es un secuestro"

Me desperté por un fuerte dolor de cabeza, abrí mis ojos lentamente, mire por todos lados y estaba... ¿En donde estoy?

¿Que paso con Donato?

Me incorpore y pegue un grito al ver a Nolan sentado en un silla serca de la puerta.

Mi corazón empezó a galopiar con fuerza.

-Por fin despiertas -Se levantó. -Levantate, tienes que comer algo-

-¿En donde estoy?- Pregunté asustada.

-No es un secuestro bebe- Sonrió cínico. -Estas en mi casa-

Negué con mi cabeza.

-¿Do-donato el...-

-Seguro debe estar en el suelo, inconciente -Se encoge de hombros restándole importancia. -No es mi problema-

Al decir eso me levanto y lo sigo, por dios, mi cabeza va a estallar, sólo quiero pensar que Donato está bien.

Me guió hasta una mesa que esta en su jardín.

-¿Douglas?-

-¿Qué tienes con mi hermano?- Se acercó a mi y con un cuchillo acarició mi mejilla. -No lo nombres, si no, ya sabes -

Asenti.

- ¿Qué quieres?- Pregunté al borde de las lágrimas.

-No bebé, no llores, sólo quiero que entiendas en quien tienes que confiar- Esbozó una sonrisa. -Siéntate- Ordeno.

Corrí la silla y me senté.

- ¿Por Que sabes de el?- Pregunté. El sabía de que le estaba hablando.

-Debía saber de ti-Se inclinó un poco más. -Conmigo no te pasara nada, incluso el idiota de Igor lo contrate yo para que te cuidara -

¿¡Que!?

-Eres un maldito - Escupi con rabia.

Me levanté y corrí dentro de la casa, Nolan me llamaba a gritos pero no le di importancia. La casa era imensa, no se ni donde estoy, subí las escaleras y la primera puerta que vi entre y la cerré con seguridad.

Nolan comenzó a tocar la puerta con fuerza y mis lagrimas caían como cascadas.

-¡Abre Rozan! ¡No me importa romper la maldita puerta! ¡Rozan! ¡Joder!- Grito cabreado.

-¡No! ¡No quiero volver a repetir la misma historia!-

Apoye mi espalda en la puerta y me deslize hasta el suelo, escondí mi rostro entre mis rodillas.

- Quiero estar sola Nolan- Sollozos, sólo se escuchaban mis sollozos.

-Rozan, no se va a repetir nada , yo no voy a obligarte a que estés conmigo - Lo último lo dijo en un susurro. Pero pude escucharlo.

Me levanté, abrí la puerta y lo abrace, necesitaba un abrazo y mis lagrimas caían sin cesar.

Me sentía débil.

Me sentía asustada.

Me sentía mal, muy mal.

Me separe de el, me dolían los ojos.

-Quiero ir a mi casa Nolan, por favor -

-Esta bien - Su mirada era extraña. Lucía como... dolido. -Amaba a Moira - Confesó. -Eso quería decirte -

-Ya no me importa- Trague saliva. -No quiero saber nada más, todos mienten-

-Te dije la verdad, además, debes averiguar eso por mi-Dijo. -Quiero saber a quien le da todo ese dinero-