Donato {Editado}

"Capitulo 27 : Mi vida es un caos"

—Rozan, ya duerme...— Dijo por sexta vez Nolan. —El no va aparecer—

Suspire angustiada.

—Gracias por venir, yo estoy muy asustada —

Suspiró.

El estaba en el marco de la puerta y se adentró a mi habitación tomando el pequeño sillón que esta serca del ropero para ponerlo al lado de la ventana.

—Voy a estar acá — Se sentó. —Duerme—

—Que lindo que se lleven bien— Ambos miramos asustado a la puerta donde estaba mamá con una sonrisa cálida.

—Estamos hablando ma— Dije mirándola.

—Bueno... los dejo— Y se fue.

Me incorpore en la cama.

—Siento que ara algo— Trague seco. —Me asusta—

—¿Por que no le dijiste a Donato?— Pregunto con una ceja en alto.

—Por que te aseguró que abra un muerto— Torci mi labio. —Además tu me dijiste que te pidiera ayuda —

—Y yo te prometí que no te pasara nada siempre y cuando estés conmigo —

—Gracias —

—¿Por que piensas que apareció?—

—No lo se — Negué. —Pero ya sabe todo, y eso me da mucho miedo—

Su celular comenzó a sonar, parece que fue un mensaje por que lo leyó con cara de enojo.

—Tengo que irme, me surgió algo — Lo mire angustiada. —No tardaré —

Me levanté de la cama.

—Voy contigo, por favor Nolan, no quiero estar sola, mamá de seguro que esta con tu padre— Lo mire a los ojos. —Por favor —

Me miro indeciso.

— Vas a estar sola — Dijo. —Lo mejor será que te lleve a un departamento para que pases la noche allí —

—No hace falta —

—Si hace falta — Agarró su chaqueta. —Vamos —

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Al final llegamos a un acuerdo, le pedí que por favor no gastará dinero por mi. Así que pagó una noche en monoambiente bastate hermoso.

—Es tuyo— Dijo entregandome unas llaves. —Este lugar es tuyo, no es muy conocido y esta alejado del centro—

—Pe-Pero ¿Cómo hiciste?—

— Digamos que soy amigo del encargado, y digamos que me debe un favor — Me guiño un ojo.

—Gracias Nolan, de verdad—

Neguo con una diminuta sonrisa.

—Tengo que irme, cualquier cosa llámame —

Me quedé tiesa en mi lugar, lo que esta haciendo Nolan por mi es mucho, jamás creí que aria algo así.

—Donato en su próxima pelea, mandará ese dinero a New York—

Este me miro sopredido.

Y ahora me siento fatal, soy una mierda.

—¿Cómo lo sabes?—

Mi piel se estremeció.

—Escuché a Kiyomi hablar por teléfono hace unos días — Suspire. —Pero no estaba segura de decírtelo o no—