♪Danganronpa WATTPAD♪

"De corazones, caras y mentiras rotas" [Capítulo 3, parte 1]

A/N

Me demoré mucho, lo sé ♥ 

(Aguanten los ships en este cap(??))

♦Yuuki Akigawa♦

Arribé a mi habitación con el sonar de Monokuma por los altavoces anunciando la hora nocturna, en un tiempo perfecto. Aseguré mi puerta y me senté sobre la fría superficie de mi escritorio a abrir y leer la carta, aunque me apenaba tener que deshacerme de tan bonito papel.

Lo primero que saqué de la carta fue una pequeña pulsera, al parecer hecha por ella, la cual estaba tejida a mano con hilos finos de varios colores, negro, rojo, blanco y púrpura, que gesto tan dulce de su parte.

Además de aquello, había un pequeño dibujo en papel blanco que había sido doblado como si fuese una carta, me pareció curioso, pero al mismo tiempo muy lindo, Yukine había hecho un bosquejo de ella y yo, juntos, sonriendo como nunca en un lugar alejado de la escuela, parecía una playa. Mis ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con salir despedidas en un arranque de tristeza, pero ya he llorado mucho por ella, que era lo contrario a lo que quería, como mencionaba al reverso del bello dibujo, "No llores por mí que no he muerto, siempre viviré en tus recuerdos".

De verdad que sí lo planeó bien, después de todo ella era la que quería morir, me opuse todo lo que pude, pero al final no pude convencerle, lo lamento tanto. Bueno, no hay nada que hacerse ahora, ya es muy tarde.

♦Zen Morimoto♦

Me pregunto si Yuuki se seguirá sintiendo mal por lo que pasó, se veía muy desesperanzado en el juicio, pero supongo que solo fue su reacción al darse cuenta de lo que nos pasaría a todos si hubiésemos votado por él, suerte que no lo hicimos, es bueno sentirse vivo.

Me tumbé en mi camita y cerré los ojos, inmediatamente quedé dormido, aunque no soñé nada, o por lo menos no recuerdo nada, como si mis sueños fuesen negros, eso me ha pasado últimamente, porque antes de llegar a la academia mis sueños eran de Vocaloid, todos y sin falta, me pregunto la razón.

*Ding dong, bing bong*

— ¡Éstas son las mañanitas que cantaba el rey David! — Monokuma me asustó con su fuerte y molesta voz de oso en la mañana, sentí que mi corazón en cualquier momento se saldría de mi pecho de aquel susto. — Son las 7:00am, a despertar linduras~

*Ding, dong, bing, bong*

Pero no tenía ganas de salir de la cama, se sentía más cómodo de lo normal, planeaba volver a cerrar los ojos y continuar mi sueño pero los golpes en mi puerta quitaron todas esas ganas, la voz de Namine se escuchó luego.

— ¡Zen, vamos a llegar tarde, sal por favor! — Se veía apurada, pero apenas eran las 7:00am, ¿Acaso corrió? Bueno, tal vez estuvo ahí desde antes.

No le respondí nada, me quedé recostado un momento más, y sentí volver a dormir un poco, sin importarme realmente el hecho de que ella estaba ahí, afuera, esperando por mí.

Me levanté y peiné un poco, quería dejarla expectante, en suspenso, suena muy divertido, ojalá no se enfade.

Abrí la puerta después de unos buenos cinco o seis minutos, Namine se había quedado sentada contra la pared de enfrente—Justo al lado de la puerta de Hiro, sus ojos estaban cerrados, se quedó dormida.

— ¿Namine? — Pregunté, agachándome un poco para despertarla, al parecer no era el único que despertó un poco más cansado de lo normal. — ¿Estás ahí? ¿Tierra llamando a luna? — La tomé del hombro y la saudí levemente, sonriendo un poco, me causaba gracia, y no sé la razón.