Capítulo 6-Oclumancia y Legeremancia.

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Después de aquella conversación en la Madriguera,el Sr.Malfoy se alejó de la puerta y se apareció con rapidez en su bonita y lujosa mansión,dónde desde hacía un buen rato, Astoria permanecía sentada en el sofá a la espera de un marido que parecía no regresar. La mujer fue a la cocina a por algo de beber,y al volver al comedor se encontró con Draco. Suavemente dejó su vaso en la mesa y se volvió hacia él,quién al mirarla a los ojos pudo ver en ellos un destello de rabia contenida.

—Draco,me pregunto por qué no paras de pensar en esa Weasley—dijo su mujer en tono desafiante y con un deje de tristeza en la voz.

—¡Astoria!—respondió Draco girándose bruscamente—¿Éstas usando la Legeremancia contra mí?

Su mujer se acercó a él mientras en su rostro se veían las arrugas provocadas por el sufrimiento,aún así seguía siendo joven y bella.Cuando estuvo lo suficiente cerca del oído de Draco,susurró:

—No me das otra opción...

—¿Cómo que no te doy otra opción?¿Qué estás diciendo?—decía él a la vez que se apartaba de su mujer—Que sepas que sé usar muy bien la Oclumancia, y como es de esperar también domino la Legeremancia, así que te pido,Astoria,que permanezcas sólo en tú mente y no en la de los demás.

Astoria se quedó callada, con la mirada perdida en las blancas y limpias baldosas del suelo.Draco siguió allí,observando a su mujer.

—No esperes a que responda algo ordinario—dijo ella—no quiero pelear contigo.

Dicho esto se alejó de allí,dejando que sus zapatos de tacón resonaran por todo el comedor y se dirigió a la habitación,que obviamente,también era la de su marido.

Por una parte creo que el comportamiento de Astoria era fruto de la envidia y el miedo.¿Tendría miedo la Señora Malfoy de perder a su marido?¿Y si era así, de que podría tenerlo una mujer como ella? Era bella a pesar de los años,su pelo parecía no perecer con el tiempo,había heredado el buen carácter de su madre y la inteligencia de su padre.

Por otra parte,también creo que ese comportamiento era un reclamo de atención para el hombre que últimamente había estado tan frío y tan distante.

La verdad es que había muchas probabilidades de que fuera la segunda opción, y aún así su plan por acaparar atención no salió del todo bien,ya que Draco no siguió los pasos de su mujer para dirigirse a la habitación y arreglar la situación, sino que se sentó con parsimonia en el sofá y dejó que su mirada vagara por todos los objetos y cuadros que había por allí.

En la casa de los Weasley una mujer un tanto alterada esperaba con impaciencia a que su marido saliera del trabajo y se dirigiera hacia la Madriguera.

Después de aquella visita no podía manterme más de dos minutos haciendo la misma cosa.Intenté leer,pero mi mente estaba bastante saturada por diversas razones.Intenté limpiar, mas no me acordaba que la limpieza general había sido el sábado y nos encontrábamos a domingo.Quise comer, pero el estómago se me había cerrado del todo.Estaba subiendo las escaleras que tan pesadas se me hacían, cuando oí el golpe de la puerta al ser abierta y ser cerrada,mi marido estaba aquí.Volví tras mis pasos para ir a la cocina que es donde se encuentra la entrada, y esperaba ver a Ron dejando su maletín del trabajo en la alargada mesa de madera mientras me dedicaba una sonrisa,pero nada de eso ocurrió.En lugar de Ron encontré a Harry,acompañado de un hombre de bata blanca que no había visto antes en ninguna ocasión de mi vida.

Aquél desconocido que se encontraba al lado de Harry me miraba un tanto desconcertado mientras se rascaba su calva cabeza y añadía:

—Buenas tardes,me llamo Trevor y trabajo en el Hospital San Mungo.

¿Weasley o Malfoy? (2014)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora