Capítulo 19-Aumentar las clases.

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Las semanas que transcurrieron a partir de nuestro regreso a la Madriguera, habían pasado para mí con una extraña rapidez. Aunque poco tiempo permanecí allí, ya que después de observar desde un rincón las clases de Ginny, decidí que no podía abandonarla en algo tan complicado como lo era aquello. 'Voy a acompañarla' dije en medio de una cena en familia, 'Voy a ser una mortífaga con todas las consecuencias que eso conlleve. Y si alguien quiere decir algo, creo que es el momento oportuno' Realmente no quería que nadie se opusiese a ello, pero en el fondo de algún lugar albergaba la esperanza de que se preocupasen y frenasen una locura como aquella, sin embargo nadie pestañeó siquiera y el mundo no se paró al escuchar mis palabras, la vida ahí fuera continuó con su ritmo de siempre mientras la mía daba un vuelco y cambiaba de orden sus prioridades. Ginny me agradeció durante días aquel gesto que hice por ella en la cena, me contó que últimamente las clases estaban un poco tensas porque al parecer Malfoy estaba de los nervios. 'Seguro que no es nada. Ya volverá a estar como siempre' le dije mientras nos sentábamos en el sofá. Ella negó con un cabeceo y me invitó a quedarme en su casa para que las clases de 'entrenamiento'—Como las llamaba Draco—pudieran empezar por la mañana y pronto. Como era de esperar acepté su petición y me instalé en un pequeño cuarto que antes había sido de mi sobrino Albus. Un día corriente después de la cena me excusé y me fui pronto a la habitación, me quedé sentada en el borde de la cama balanceando las piernas como un niño las empuja en un columpio. Un golpe en la puerta me hizo reaccionar, estaban pidiendo permiso para entrar.

—Adelante

La pelirroja entró despacio y con una mueca en el rostro, cosa que hacía siempre que traía noticias no muy buenas. Se sentó junto a mí y me rodeó con su blanco brazo que parecía de muñeca, me miró a los ojos y sonrió.

—Dicen que tenemos que aumentar el entrenamiento—En poco tiempo conseguí que ella también le llamara a las clases 'entrenamiento'.

—¿Aumentarlas?—pregunté alzando una ceja—Eso no suena demasiado bien.

—Ya, bueno. Yo no soy la culpable de esto—dijo refiriéndose al aumento. '¿Quién es el culpable entonces?'—Oh—Exclamó ella—Sabes de sobras que desde que el señorito Draco Malfoy está durmiendo bajo este techo—hizo una señal hacía el techo y continuó con una expresión que dejaba ver diversión en sus palabras—habla muchísimo con Harry de este proyecto.

—Lo sé—dije interrumpiéndola—Ah, todavía no entiendo porque tiene que dormir aquí,en tu casa.Es decir, sé que los 'entrenamientos' son temprano pero...no sé Ginny, no lo veo muy correcto, al fin y al cabo era el enemigo de tu marido. ¿O ya lo has olvidado?

—La que tiene que olvidar el pasado eres tú—dijo con un tono cortés—Ay Sophie...cuanto rencor ha dejado el rubio.

—¿El rubio?

—Sí, ahora me cae bastante bien. Pero a lo que íbamos, él está durmiendo aquí por el mismo motivo que tú, así que señorita portaos bien. Malfoy nos está ayudando mucho. Hemos tenido suerte de que aún no me hayan llamado. ¿Sabes? Draco ya me avisó de que la marca podía quemarme en cualquier instante, lo cual significaría que yo tendría que acudir a cualquier lugar sin importarme lo que estuviera haciendo en aquél momento, dejarlo todo e ir con ellos. Así que bueno, la suerte está de nuestro lado. Llevo con esto tres meses y aun no me he acostumbrado a ello—dijo mirándose el brazo izquierdo—A menudo cierro los ojos y creo que todo esto no es real. No me mires así, no lo hago porque quiera, sino porque a veces se me olvida que sea cierto.

Callé. Porque callar es la única manera de no empeorar estos momentos, cuando ves a alguien a quien quieres explicarte sus pensamientos y por lo tanto quedar vulnerable ante ti. Estas charlas son de esas en las que uno habla pero no obtiene respuesta, aunque para ser francos ni siquiera espera una. Mi cuñada me abrazó ampliamente como cuando éramos dos niñas que compartían la misma casa y la misma habitación, luego se levantó y me sonrió mientras se volvía para irse hacía la puerta con paso firme. Minutos más tarde la puerta volvió a sonar. ¿Se habrá dejado algo?—penséImposible, venía con las manos vacías.

¿Weasley o Malfoy? (2014)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora