Capítulo 18 -•- Cuidado con quien te besas

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        —Lleva demasiado tiempo así ¿cuándo despertará? —la voz de Michael se escucha lejana.

        Hace algunos minutos que llevo escuchando murmullos pero no lograba descifrar lo que querían decir, y lo que acaba de decir Michael es lo primero que logró escuchar con claridad.

         Estoy consciente, sé que llevo días así, no tengo idea de cuántos exactamente pero no puedo moverme o despertarme es como estar atrapada en mi propio cuerpo, han venido a verme, siento cuando me acarician o escucho que me quieren decir algo, probablemente lo hagan pero no puedo entenderlo por lo que dije anteriormente, quiero que sepan que estoy bien y que los puedo sentir... quiero despertar.

         —Ya te dije que tiempo al tiempo Michael.

         —Lleva una semana así, ya la había golpeado y auto ¡¿y ahora otro?! ¿No es eso mucha conciencia? —Michael dice las cosas como si quisiera sacar algo más, siendo así ¿qué es eso que quiere sacar?.

         —Sí Michael, son coincidencias.

        —O tal vez la misma persona...

        —Michael —amenazó mi padre— para con eso, fue casualidad, ya te lo he dicho.

       Michael gimió de sorpresa, sus manos recorrieron mi cara, apretó mis muñecas con sus dedos, puso su oído en mi pecho y fue apartado.

       —Está muerta —dijo casi muriendo de miedo—. Está muerta y lo están ocultando ¡Oh por Dios, es eso!

       —¡Ya es demasiado Michael! —el nombrado tomo mi mano, hice mi mayor esfuerzo para darle un apretón.

        —¡Está despertando! —gritó sorprendido, un silenció sepulcral se formó, sólo pude escuchar las máquinas pitar.

        —Es posible que no lo haga y lo sabes... —mi padre calló cuando comencé a abrir los ojos.

        Veo completamente blanco como si algo cubriera mis ojos, los cerré y volví a abrir varias veces para ver si así aclaraba mi visión.

         —¡TE LO DIJE!. —Las manos de alguien a posaron en mis mejillas, la cabeza de Michael apareció en mi visión borrosa, mi visión se aclaro y logré ver a Michael frente a mí sonriendo de oreja a oreja.

          —Caroline... —Mi padre apartó a Michael un poco para acercarse él— ¿Cómo te sientes?.

         —Bien —mi voz salió demasiado ronca, más de lo que esperaba, me duele todo el cuerpo, pero más en algunas zonas—. Me duele todo, más aquí... —Señalo con mi dedo desde mi cadera hasta mi cuello, cuando hablo siento millones de alfileres en mi garganta.

         —¿Es muy fuerte el dolor? —preguntó mi padre, negué con la cabeza.

         La claridad que atraviesa por las cortinas blancas de la habitación del hospital me hace saber que acaba de amanecer.

         —Voy por el doctor —dice mi padre antes de salir cuanto antes por el nombrado.

         En cuanto salió mi padre Michael se sentó a mi lado.

         —Creí que habías muerto, ya van dos veces Caroline ¿cuándo dejaras de meterte en problemas? ¿Era tan importante lo qué saliste a comprar por la noche?.

         Yo no recuerdo ir a mitad de la noche por algo... Yo estaba con Dante y alguien me llevo consigo.

        —¿Cuánto tiempo  desaparecí? —el pelirrojo sonríe con ternura.

El bosque ll •Transformación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora