Ya había pasado unos meses desde que Yoongi y Hoseok habían hablado sobre ese tema. Cada día, Jung reservaba al menos una hora antes de irse a dormir para estar tumbado en la cama junto a su mayor y esperar a que se durmiera. Hablaban de cosas triviales, sobre los bailes, los premios, las fans, y los miles de sueños que tenían por delante. Como cada noche, el pelinegro se dormía por las caricias de su compañero, quien aprovechaba para quitarle cigarros o pastillas de su escondite y posteriormente tirarlas. ¿Y cómo sabía eso Min Yoongi? Lo sabía porque Hoseok era tan inocente que las lanzaba a la basura de su habitación y ni se molestaba en esconderlo un poco.
Al principio, Yoongi se enojó un poco. Pero luego de ver el esmero que ponía el chico de cabellos anaranjados en quitarle sus estúpidas adicciones, simplemente podía sonreír a la mañana siguiente. Y así es como dejó el tabaco y las pastillas.
También dormía más. Una vez intentó quedarse hasta tarde encerrado en su estudio, pero Jung se tumbó en el sillón y le amenazó con quedarse despierto a su lado.
Y gracias a todo eso, su apetito había dado un giro. Ahora comía demasiado. Parecía que su cuerpo sentía que debía comer todo lo que no había hecho durante esos meses.
Pero en el fondo, ahora Yoongi no solo sentía algo de pena, sino también de miedo. Porque poco a poco estaba haciéndose adicto a Hoseok.
Ya no podía dormir sin sus caricias y su presencia, tampoco se concentraba si el chico no estaba ahí. Y si este no le sonreía, su día era una absoluta mierda. Aunque, por supuesto, el más joven notaba todo eso.
-Yoongi, despierta. Tenemos que viajar a Hong Kong. No me puedo creer que en dos días vayamos a actuar frente a tanta gente en los MAMA. El pobre Kook está sufriendo porque piensa que acabará con dolor de espalda, y Namjoon está de un carácter horrible, está preocupado...
En esos momentos agradeció mentalmente a su habilidad de ignorar la irritante voz que tenía Seokjin cuando estaba estresado. En silencio, Yoongi se sentó en la cama y se sobó los ojos, los cuales le dolían un poco. Se acostó pronto, pero también habían amanecido temprano. Eran solamente las cinco de la mañana y en media hora debían salir de la casa para dirigirse a tomar su vuelo. Y después a ensayar. Con esa idea en mente fue a ver si sus compañeros ya estaban preparados, en especial Hoseok.
-Yoongi, espera. Me gustaría hablar contigo.
La voz de Seokjin lo detuvo a medio camino, lo que hizo que se volteara.
- ¿Cuándo nos contarás qué pasa, Yoongi? Estamos muy preocupados, llevas meses así. ¿Has tenido una recaída?
-Mañana ¿sí? Por favor, hoy no creo poder...
-Está bien cielo. Ve a avisar a Hoseok que guardaré la sudadera que me prestó, por si la está buscando.
Yoongi asintió y salió a toda prisa de la habitación que compartía con el mayor de todos, deseando no seguir con ese interrogatorio. Era cierto que mañana confesaría a todos lo que le ha estado pasando, y dependiendo de la reacción de Hoseok también los pequeños sentimientos que empezaban a calentar su corazón.
Se detuvo frente a la puerta donde Jung y Park dormían. Picó a esta rápidamente e hizo una mueca. Había salido con tanta prisa que se había olvidado de ponerse zapatillas y el suelo del pasillo estaba helado. Por suerte para sus pobres pies, Jimin abrió rápidamente la puerta y le dejó pasar.
-Yah, Hobi hyung. Mira bien en la maleta.
El mayor al escuchar eso, miró a un lado y vio a un Hoseok despeinado, recién levantado seguramente. Estaba buscando con desespero en su maleta.
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Ma joie c'est toi || yoonseok
FanfictionMin Yoongi estaba triste y deprimido, y la última persona en la tierra que debía saber el porqué era Hoseok. Pareja principal: Yoonseok. Pareja secundaria: JinKook Advertencia: Mención de parejas heterosexuales en segundo plano.