Capítulo XX

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Los chicos por fin habían llegado a casa, y ahora buscaban ese momento de relax. Namjoon estaba al teléfono con su novia mientras veía a los maknae jugar y a Seokjin hacer la cena.

Hoseok y Yoongi se habían ido al cuarto que ahora compartían para descansar, aunque era evidente que querrían celebrar algo. Su libertad.

Hoseok estaba en la cama leyendo las noticias sobre la confesión que recién habían hecho en unas horas. Estaba tan centrado que no se percató de la presencia de su pareja a su lado hasta que este le quitó el teléfono de las manos.

- Deja de leer estas cosas, Hobi. Al menos por hoy.

Hoseok hizo una mueca y le miró con esta, negando suavemente.

- Solamente tenía curiosidad...

Yoongi suspiró y se arrodilló delante suyo, llevando su mano a su cabello para mirar este con ternura. Él también estaba muy curioso por las opiniones de la gente, pero prefería no leer nada, al menos darle una semana de tiempo a la reciente declaración. 

- Hey, Hoba... Vamos a olvidarnos de todo lo que ha pasado ¿hm? Al menos hoy.

Hoseok asintió y se inclinó un poco para besar con dulzura los labios de su novio, cerrando los ojos con suavidad. Cuando estaba con Yoongi, se sentía tranquilo.

- Hm... Hobi, te sobra ropa a mi preferencia. 

El menor rió suavemente y le volvió a besar, algo más fuerte que antes. Con sus dientes, atrapó su labio inferior y jaló de este con cuidado de no romperlo ni hacerle demasiado daño. Los besos se estaban tornando húmedos, dejando salir esos sonidos de saliva chocando entre sí, jadeos y algún que otro gemido por parte de los chicos. Las manos de Yoongi no tardaron casi nada en aferrarse a la cintura de su novio, haciendo que se recostara poco a poco en la cama. Una vez acomodado, Min atacó de forma bruta los labios ajenos, hasta el punto de iniciar una batalla con su lengua. Gruñó cuando las manos de Hoseok se aferraron a su espalda y gimió.

La voz de Hoseok era perfecta, pero aún más cuando gemía de esa forma. Aquel delicioso sonido le hizo abandonar su boca para desquitarse con su cuello, haciendo algunas marcas y asegurándose que estas se vieran lo suficiente como para que todo el mundo supiera que era suyo. 

Bastaron unos segundos para que Jung fuese un manojo de gemidos, suspiros y jadeos, moviéndose bajo el cuerpo del mayor. El cuello era demasiado sensible para la boca experta de su novio, tan así que ya podía sentir una erección apretar sus jeans negros.

- Yoongi... 

El llamado decidió ignorarlo y se separó de su cuello para jalar con fuerza su ropa hacia arriba, quitando esa estúpida sudadera. No pudo evitar soltar un jadeo al ver el torso de su amante, sonriendo luego. Él era tan perfecto. Se inclinó sobre él lo suficiente como para besar sus clavículas y acabar en los botones rosados del más joven. La espalda de Jung se arqueó a su boca, soltando un agudo gemido. 

Y, de nuevo, dejó de sentir el peso de Yoongi encima. Confuso, abrió los ojos y vio a su mayor quitándose la ropa para él. Y cuando Min hacía aquello, era señal de que iba a ser bruto.

Y qué demonios, a Hoseok le gustaba cuando su novio le hacía chillar. 

Las manos de Min se posaron en su cintura con suavidad, agachándose para dejarle un dulce beso en los labios, beso que fue correspondido por Hobi antes de gruñir. Las manos heladas del mayor estaban ocupadas en dejarle en mismas condiciones. Expuesto. Y a Hoseok le gustaba mucho jugar, así que al estar desnudo bajo él, movió suavemente las caderas para llamarle la atención.

Haciendo que Yoongi se quedara hipnotizado por unos segundos. Su vista bajó por todo su torso hasta parar en su miembro, relamiendo luego sus labios. Sonrió ladino y empezó a morder y besar alrededor de su ombligo, arrancándole algún que otro gemido suave. El más joven se sentía desesperado, y su novio, en vez de calmarle, solo hacía que él se quejara más. Su mandíbula rozaba con la roja y necesitada punta del miembro ajeno. Esa acción mandaba descargas por todo su cuerpo. 

Ma joie c'est toi  || yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora