Capítulo I

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Min Yoongi estaba deprimido. Se notaba en su ambiente. Sus pocas ganas de comer, de salir de su estudio, de ordenar su habitación. Se notaba también en la papelera que tenía junto a su escritorio negro, rebosante de papeles arrugados, posibles letras de alguna melodía ya compuesta. También se notaba por el cenicero lleno de cigarrillos y el humo que aún persistía en el ambiente.

Todo Bangtan se dio cuenta del estado del chico al descubrir dónde estaba todo el santo día.

Excepto Jung Hoseok.

Él se había percatado por los ojos sin vida que de repente su amigo tenía. Por las veces que se quedaba mirando a la nada. Cualquier persona podría decir que Hoseok se estaba emparanoiando con el estado de su compañero de grupo. Pero el frasco de pastillas que el mayor escondía en su cajón de lápices lo había delatado. Jung lo controlaba. Cada vez que Yoongi se duchaba, él controlaba que el frasco no disminuyera escandalosamente. También controlaba las muñecas del otro con miedo de ver alguna marca en su lechoso y delgado brazo.

Porque para Jung Hoseok, Min Yoongi era su otra mitad.

Él era la parte seria, oscura, incluso cruel que el joven Hoseok era incapaz de mostrar, al mismo tiempo que él era la luz que a Min le faltaba. Siempre se habían apoyado el uno al otro como verdaderos hermanos. Cuando se metían con Yoongi, ahí estaba Hoseok para disimuladamente apretar su mano. Y lo mismo con él, cuando le llamaban feo. Siempre escuchaba un "ni se han mirado al espejo" por parte de Min que le subía el ánimo.

Por ese motivo, no entendía por qué el ahora pelinegro no le contaba sus miedos, o sus inseguridades.

Seokjin estaba insistiendo en que hablara con él. Namjoon, Jimin, incluso Jungkook y Taehyung lo habían intentado anteriormente sin éxito alguno. Yoongi solo decía un "estoy bien" y cerraba su puerta.

-Esto no puede seguir así -había dicho el mayor de todos, noches atrás al ver que el rapero no había bajado a cenar.

Por eso, el pequeño Jung tenía la meta de consolar a Min, por supuesto, sin agobiarlo mucho.

- ¡YAH NAMJOON SUELTA LA CERILLA! ¡PERO AHÍ NO INÚTIL!

Los gritos histéricos de Seokjin consiguieron sacarlo de su pequeño trance, echando el cuerpo hacia atrás en su silla en el intento de observar qué pasaba en la cocina. Y lo que vio no le sorprendió en lo más mínimo. Ahí se encontraba un muy avergonzado Kim Namjoon, tratando de excusarse frente a un rojo Seokjin, quien parecía que iba a explotar en cualquier momento. Jungkook, quien estaba sentado en el sofá junto a Taehyung, empezaron a bromear en voz baja, a lo cual Jimin los regañó, sabiendo que podían meterse en graves problemas si el más viejo se enteraba de eso.

Hoseok por su parte se puso en pie negando.

-Jimin, saca a Namjoon de la cocina antes que queme la casa. Vosotros dos -señaló a los dos menores que aún reían. – Levantad el culo y poned la mesa. Iré a por Yoongi hyung.

Cuando vio que estos obedecían, él se encaminó a la habitación donde el mayor solía encerrarse en un intento de componer algo nuevo. Sabía qué se sentía al no tener inspiración, pero sabía que en cuanto la mente del otro se despejara, haría obras maestras. Con eso en mente, paró frente a la puerta y picó suavemente, sin escuchar respuesta.

Si esto hubiese pasado años antes, Jung se hubiese dado media vuelta. Pero dada la situación, se sentía asustado al pensar que el otro podría haberse tomado las pastillas. Por eso mismo, abrió la puerta, viendo a un chico acurrucado en su silla, a oscuras excepto por la pantalla del ordenador. Olía que apestaba a tabaco.

Ma joie c'est toi  || yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora