Sus besos bailaban al mismo ritmo. De forma suave, delicada, haciendo que ambos jóvenes temblaran bajo su ropa. Las suaves caricias por el pelo y las mejillas ya habían conseguido encender la llama de la pasión.
Pero Yoongi no quería hacerlo ahí. No quería que la primera vez de su persona especial fuese en el suelo de la terraza. Quería disfrutarlo, y que lo disfrutara como nunca nadie lo haría.
Se separaron en busca de aire, aprovechando eso para entrar en la casa de nuevo y dirigirse hacia la habitación. Iban en silencio, tomados de la mano.
Los nervios eran palpables en el aire.
Llegaron y se sonrieron mientras el mayor cerraba la puerta y el otro se sentaba en la cama. Sus respiraciones estaban agitadas de nuevo pese a no haber hecho nada todavía. Yoongi se paró delante suyo y le quitó la chaqueta, quitándose la propia justo después. Las manos de Hoseok fueron a su camiseta, jalando suave de esta hacia arriba como señal de que sobrara.
Yoongi rió, y se quitó la camiseta, sin complejo alguno de que Hoseok lo viese así. Por otro lado, el menor ya estaba solo en ropa interior, adorando el cuerpo delgado que tenía delante.
- Me encanta tu cuerpo. Es tan delgado y blanco... - Murmuró, llevando ambas manos a la cintura del chico, sonriendo al ver que por lo grande que eran, la cintura se veía aún más delgada. Se relamió los labios suavemente y subió la vista hasta sus pezones, sintiendo la boca hacerse agua.
Eran tan delicados como el otro, aumentando su deseo de besar más. Se relamió al sentir una mano del otro en su cabello, alzando la vista a mirarle con una de sus preciosas sonrisas ladinas.
Yoongi, con un rápido movimiento, se liberó de su pantalón y bajó lentamente su ropa interior, jadeando al sentir su miembro libre de presión.
Dada la posición, este quedó justo en el cuello de su compañero, haciendo que ambos sonrieran. Hoseok se movió un poco y también se quitó su ropa interior, dejando esta junto al montón de prendas ya acomodadas en el suelo. Ambos se volvieron a relamer y entonces se tumbaron.
Sus labios volvieron a chocar, rodando para cambiar posiciones. Las lenguas iniciaban un baile en la boca del menor casi tan erótico como el que él solía hacer cuando sentía la mirada del mayor sobre sus caderas. En la habitación solamente se oían chasquidos de saliva, jadeos y algún que otro gemido.
Y ahí Yoongi se dio cuenta de lo poco inocente y pasiva que era su amigo. Los labios de este enseguida abandonaron su boca para pasearse por la blanca mandíbula hasta su cuello. Sus manos habían vuelto a aferrarse a su cintura mientras se movía un poco para quedar casi encima del pelinegro. Lamió donde sabía que era la línea sensible de su cuello y luego mordió ahí.
Guió, mientras tanto, sus manos hacia la espalda ajena para posarlas sobre sus nalgas. Sus labios siguieron bajando hasta dar con las clavículas del más blanco, haciendo una suave marca en esta. Los gemidos del mayor no tardaron en aparecer cuando la suave lengua del chico torturó estos, succionando lentamente sus botones.
Yoongi sabía lo que venía ahora, lo supo desde el principio. Y lo reafirmó cuando los besos del otro bajaron por su vientre hasta respirar sobre el miembro ajeno.
Las manos del mayor sujetaron el cabello del pelinaranja, otorgando suaves caricias en este para incitarle a seguir. Quería sentir su lengua en su falo, lo necesitaba.
Y Hoseok, como buen dongsaeng, no se hizo esperar. Tomó el miembro del otro por la base y dio una lamida a lo largo de su miembro, llegando hasta su punta. Ahí, su lengua la rodeó y la succionó, escuchando los gemidos del otro como si gimiera en su oído. Se estaba volviendo loco.
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Ma joie c'est toi || yoonseok
FanfictionMin Yoongi estaba triste y deprimido, y la última persona en la tierra que debía saber el porqué era Hoseok. Pareja principal: Yoonseok. Pareja secundaria: JinKook Advertencia: Mención de parejas heterosexuales en segundo plano.