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Desperté rascándome la cabeza, además de que oí su voz a lo lejos. Nuevamente estaba hablando en coreano con alguien que supuse era su amigo porque reía fuerte además de que decía cosas en tonos graciosos.
Giré en mi eje, pude ver que su rostro se iluminaba desde el corredor al verme y a juzgar por la poca luz que entraba noté que era ya de noche.
Sehun giró para asentir y luego colgar, en un santiamén caminó hasta donde estaba y se acostó a mi lado sonriendo.
Darling –sonrió tocando uno de mis hombros- ¿Dormiste bien?
Perfectamente –canturreé volviendo la vista hacia él.
¿Quieres ir a casa o quieres comer algo?-preguntó mientras rozaba su nariz con la mía sonriendo- por favor di que quieres comer algo.
Reí ante eso para luego tomar su rostro entre mis manos, su tacto me puso todavía nerviosa por lo que solo asentí sin dejar de ver sus pupilas que brillaban mirando las mías. Casi por impulso se me salió y terminé besando sus labios de manera casta, sin pensar que él volvería aquel beso en uno apasionado.
Me abrazó mientras subía encima de mí haciendo que ambos riéramos cuando nuestras pieles hicieron contacto, fue inevitable no seguirle al juego de dar vueltas hasta que golpeó su nariz con la mía y volvimos a darnos un beso, no iba a arrepentirme nunca de lo que acababa de pasar y es que recordar tan solo como había empezado todo hacía que el cuerpo se me escarapelara.
Sehun –susurré mientras intentaba callar mis suspiros a la fuerza- es hora de comer.
¡Darling!-se alejó sonriendo- lo siento, iré a traerte lo que he preparado.
¿Preparaste algo?-pregunté mientras me sentaba.
No dormí mucho –aclaró mientras me miraba- lógicamente porque quería hacer algo especial para ti my dear.
Sonreí ante eso mientras lo veía levantarse e ir hacia el corredor, rápidamente bajé de la cama para buscar mi ropa pero en lugar de eso me avergoncé.
La ropa de Sehun y la mía estaba regada en todo el piso alrededor de la cama, sin quitarme la sábana y de puntas caminé mirando el piso para identificar mis prendas, pude reconocer mi polo cerca de la cabecera e inmediatamente me lo puse con prisa dejando caer las sábanas.
Oí el ruido de Sehun y cuando giré no hice otra cosa más que mirarlo con una sonrisa olvidando que estaba semidesnuda delante de él.
Sehun sonrió mientras caminaba con la charola hacia donde estaba, mi mirada fue de él hacia el plato de mango picado y luego hacia el jugo de naranja que estaba a un lado, en definitiva había adivinado que amaba el mango por lo que estaba más que emocionada y ansiosa por probar su "cena".
¿No vas a comer?-pregunté mientras lo miraba dejar la bandeja en la mesa de noche.
He tomado algo de jugo –dijo tomando mi pequeña cintura.
